Narra David De MaríaEsa noche mientras cenaba con Alondra, llegó mi madre a casa. Se alegró de ver a Alondra y nos acompañó a cenar. Más tarde cuando ya subimos a dormir, mi madre me envió un mensaje al móvil dónde me decía que en cuanto se durmiera Alondra, fuera a su recámara porque quería hablar conmigo. Eso para nada me tomó por sorpresa, ya me imaginaba que iba a ser todo aquello. Así que con mucho cuidado de no despertar a mi novia, me levanté de la cama y fui a la recámara de mi madre, quién ya me esperaba sentada en su sillón. –Madre, ¿Qué sucede? – Me dirigí a ella preocupado – No es común que viviendo aquí en la misma casa, me envíes mensajes al móvil en la media noche.No sé a qué conclusiones ha llegado, pero no estaba desobedeciendo ninguna regla, mi error fue no avisarle antes de que llegara y se encontrara de nuevo a Alondra en la casa, pero pronto lo entendería, ella sabía que no era de desobedecer órdenes. –David, pude notar que Alondra tenía una herida en la boca
Narra David De María–Sí, vamos preciosa – Respondí sin más que decir.Nos fuimos rumbo a su casa y ella me pidió para no hacer más grande el problema con su madre, que la dejara unas cuadras antes de llegar. – ¿Me puedes dejar por aquí por favor?–Claro que sí.Yo no tuve más remedio que acceder y así lo hice, bajé del auto para despedirme de ella para quedar de verla de nuevo en la noche afuera de su casa o trepando por su ventana, nos dimos un beso y un fuerte abrazo.Me quedé un rato en mi auto meditando toda la situación y pensando que mi madre tal vez tuviera un poco de razón, al pedirme que esperara a que las cosas se calmaran, pero algo dentro de mí me decía que era un error el haberla llevado a casa. Sin ganas de irme, terminé por hacerlo y llegué temprano a mi casa, dónde me puse a hacer mis tareas de la Universidad y así se me fue rápido parte del día. Me metí a dar una ducha para después poder ir a casa de Alondra cómo habíamos quedado, pero antes quise enviarle un mensaj
Narra Alondra Ferreyra PérezEscuchaba a mi niño hermoso, a mi David, hablarme desde lejos, pero era raro pues yo no lo podía tocar, no lo podía ver, únicamente sentía su mano cálida entre la mía y eso me calmaba, me reconfortaba, sabía que estábamos juntos ¿Cómo y dónde? No lo sabía pero estando con él, eso era lo que más me importaba y necesitaba. Él me daba fuerzas para querer seguir adelante.Lo escuché llorar, pedirme que volviera con él y sentí ganas de mirarlo, de hablarle y de decirle que ahí estaba con él, que no me iría a ningún lado. No sabía si estaba dentro de un mal sueño, cuando después de mucho tiempo de escucharlo llorar y de sentir caer sus lágrimas en mi mano y después rodar por mis mejillas, comencé a ver un poco borroso y poco a poco la imagen se aclaró y entonces lo vi, completamente descompuesto, despeinado y hecho un desastre algo sin duda, muy raro en él quién siempre estaba pulcro, presentable y divino para mí. Mientras contemplaba llorar a mi niño hermoso, é
Narra Alondra Ferreyra PérezCarmen representaba a todas las madres que se preocupaban por sus hijos, así era como se tenía que comportar una madre, no solo con sus hijos, sino también con los amigos de sus hijos, para que otras trataran bien a los suyos, está de más hablar de cierta persona que nunca lo haría. –Sí, mi amor, en casa ya no tendrás problema, tu madre no se va poder acercar a ti.–Hija, siento que las cosas se hayan salido de control, pero ya esto no se lo vuelvo a pasar a Petra.–En dado caso señor, pondré una orden de alejamiento.Mi chico sale en mi defensa, quisiera comérmelo a besos delante de todos, pero no quería hacer un espectáculo con todos los que estaban a nuestro alrededor, pero lo recompensaría, he llegado a la conclusión que él era lo que estaba esperando, un regalo una promesa, no sé algo que me tenía que corresponder, algo que me merecía.–No será necesario, hijo, Petra ya no se acercará a mi hija con esas intenciones, hablaré muy claro con ella.Mi pad
Narra David De MaríaPasaron algunos días tranquilos mientras que mi princesa hermosa se recuperaba del todo y estábamos felices en mi casa sin preocupaciones, sólo salíamos para ir al Tec y volvíamos a casa para hacer tareas, para abrazarnos, ver tele y querernos mucho. No me importaba tener que ver Floricienta, si con eso Alondra era feliz, yo lo era también. Amaba cada detalle y cada momento que estaba con ella. Su inocencia era tan pura, no me cabía en la cabeza, como su madre decía que era una rebelde y trataba de cortar sus alas cada vez que ella se revelaba, pues no era sumisa ante su madre, creo que solo estaba haciendo valido su derecho de opinar y ser una persona independiente, pues ella sola había pedido la beca, sus padres no la apoyaban en nada referente a los estudios.Una noche mientras estábamos con mi madre cenando y platicando, tocaron la puerta de mi casa. Fui a ver de quién se trataba y me encontré de frente con Dolores mi ex novia, que iba vestida muy escandalosa
Narra David De MaríaAlondra se soltó de inmediato de mi abrazo y sus lágrimas se hicieron presentes. Ella me dejó ahí parado en la puerta y se dirigía para entrar a la casa. Yo la alcancé y la abracé por la espalda, la mantuve así hasta que ella por fin, me pudo decir algo.–Explícate David, ¿Qué fue todo eso?, ¿Acaso tú tenías novia? Y es por eso que estaba esa mujer como loca diciendo estupidez y media.–Tranquila mi princesa. Te juro que todo tiene una explicación, volvamos adentro, por favor no llores.–Está bien.Entramos a la casa y mi madre obviamente también quiso saber lo ocurrido y el motivo de mi tardanza en la puerta ahora de las dos. De modo que les expliqué a ella y a Alondra lo que pasaba.–Ha venido Dolores madre, tú si sabes de quién te hablo. Vino porque tenía la esperanza de recuperarme y de que retomáramos lo nuestro dónde lo habíamos dejado – Comencé a explicar – Le dejé claro que ya no volveré con ella, ni ahora ni nunca porque ya tengo a mi princesa. Además de
Narra Alondra Ferreyra PérezEstaba que no me podía creer que David me hubiera hecho un regalo cómo ese, ¿Dónde habían quedado los detalles simples? Pensaba para mis adentros cuando David, me besó suavemente recostándome en la cama, a lo que yo simplemente me dejé llevar por sus deliciosos, dulces y tiernos besos, que causaban en mí un estremecimiento total y absoluto, acompañado de sensaciones indescriptibles para mí. Era como si las olas del mar me hicieran sucumbir ante su fuerza atrayente, como si me estuviera llevando a lo profundo, arrastrándome en esa inmensa marea de sensaciones. Los besos fueron subiendo de tono, entonces recordé que estábamos en su casa, en su recámara y que Carmen también se encontraba aquí, así que detuve el beso y me incorporé de inmediato.–Alondra, ¿Qué pasa mi amor?, ¿Te sientes mal? – Preguntó David un poco preocupado por mi reacción – Recuerda que no haremos nunca, nada que tú no quieras.Sabía de sobra que él nunca me obligaría a hacer algo, que yo
Narra Alondra Ferreyra PérezAsí nos deshicimos poco a poco de la ropa prenda por prenda en la oscura habitación, dónde sólo nos iluminaba la luz de la luna colándose por la ventana que daba a la calle.David siguió acariciándome con ternura, explorando cada rincón de mí cuerpo cubriéndome de besos, desde mis tobillos hasta mi cuello, mis labios, dónde se detuvo para escucharme jadear en su boca, mientras él entre beso y beso me susurraba que me amaba y yo le correspondía diciéndole que por igual yo lo amaba mucho a él. -Te amo, Alondra.-Y yo te amo a ti, David, mucho.Después de lo que parecía una eternidad, David se colocó un preservativo, me miró volviéndome loca al mirarlo así, tan atractivo, tan viril, tan dispuesto y tan guapo para mí. Obviamente antes de decidirse a hacerme suya, quiso saber mi opinión.-Mi princesa, ¿Estás segura? - Río él mismo al hacerme la pregunta - Sí quieres esperar, yo lo entenderé.-Estoy muy segura, por favor David. Hazme ya el amor, quiero ser tu m