Narra David De MaríaAlondra, tenía razón, pues ella no deseaba a ese niño y yo tampoco, no lo íbamos a traer a que sufriera a este mundo, si ninguno de sus dos padres lo iba a querer, no era justo, ni para nosotros, ni para él.–Por supuesto, pero esperemos que no estés así, Alondra – Declaré – Tendríamos que adelantar el viaje a España, allá es legal el aborto y aquí tendríamos problemas. Pensemos positivamente, que tú, no estás embarazada. Porque la mente es muy poderosa, verás que, no lo estás mi amor.Quería por todos los medios convencerla y convencerme a mí, mismo, de que eso no iba a ser posible, no estábamos en edad de tener un hijo y por mi parte nunca lo iba a tener, desde niño esa había sido mi convicción, la de no ser padre.–Gracias, por apoyarme David, en todo. Por eso te amo, mi príncipe.Ya estaba todo dispuesto y dicho, saldáramos de dudas y buscaríamos un método anticonceptivo más efectivo, por nada del mundo, esto nos tenía que volver a pasar, por lo menos que solo
Narra Alondra FerreyraDespués de pasar por el horrible proceso, ese que tanto odiaba, que me sacaran sangre, me sentí un poco mareada y cerré los ojos, lo que asustó a David y enseguida, se puso de pie para abrazarme.–Alondra, mi amor ¿Qué tienes? – Preguntaba mi chico – Dime mi princesa, ¿Qué es lo que sientes?–Sí amor, si me siento un poco mal – Respondí – Estoy mareada y quiero devolver el estómago.Todo me daba vueltas y sentía, que me iba desmayar, de un momento a otro y para acabarla de rematar, tenía nauseas.–Si necesitan usar el sanitario, aquí a la vuelta hay uno, al que pueden pasar los dos – Nos indicó la química – La prueba se las estaremos entregando en 4 horas, pueden venir aquí por ella o que se les envíe vía correo.–Gracias señorita – Respondió David – Vendremos por ella, personalmente. Ya es todo, ¿verdad?Yo ya quería estar en el departamento, para poder acostarme, pues me sentía muy mal.–Sí, ya es todo. Pueden retirarse y los veo más tarde. – Nos dijo la señor
Narra Alondra Ferreyra–Madre, yo estoy seguro que Alondra no está embarazada – David, se defendió – Ha estado pasando por mucha tensión y por mucha presión y todo eso es lógico, que acaba con la paz mental de cualquier persona.–Sí, la acaba en su totalidad, hijo. Pero no puedo creer, que estén con estas dudas – Carmen se exaltó – Ustedes, son muy jóvenes y no están preparados, para una responsabilidad de esa magnitud y yo, no quiero más problemas con esa mujer, con Petra.David me abrazó, yo seguía llorando en sus brazos y él me trataba de calmar. Me sentía muy mal, sentía ahora un escalofrío, que me recorría mi cuerpo y empecé a temblar por eso mismo. David rápidamente fue por un cobertor y me cubrió con él. Me acostó en el sillón y me quedé así cobijada. Carmen, estaba muy enojada, tanto que cuando estuvo el café lo tomamos todos, más a fuerzas que de ganas y después, como era de esperarse, vino su reprimenda.–Chicos, ustedes, me decepcionan terriblemente – Carmen, nos miraba muy
Narra David De MaríaMi madre, salió devastada de nuestro piso y no era para menos. En menos de un rato se había enterado, de lo que pensábamos hacer Alondra y yo, en el caso que ella pudiera estar embarazada. Lo sentía mucho por mi madre, pero yo no podía obligar a Alondra a tener un bebé, cuando yo tampoco, tenía contemplado aquello en mis planes. Yo no quería ser padre y no había forma en que nadie, me obligara a que lo fuera. Abracé a mi consentida, que estaba llore y llore, pues esto le había afectado más de lo debido.–Mi consentida, no llores Alondra – La abracé tiernamente – Ya mi amor, falta solo media hora, para ir a recoger la prueba y lo haremos juntos, como hacemos todo. No estarás sola, ni por un momento, yo te lo prometo. Te lo juro Alondra.–Lo sé David, pero me siento mal por todo lo que ha pasado con Carmen. Ella debe sentirse fatal, por la manera en la que ambos dijimos, todo lo que hemos dicho. No pude quedarme callada – Se disculpaba ella – Esto no debió pasar, p
Narra David De MaríaEmpecé a romper despacio, una de las orillas del sobre y pude ver a Alondra, tapándose los ojos y después, cuando saqué la hoja con el resultado, ella se quitó las manos de los ojos y mi mirada, creo que le dijo todo a ella, no podía salir de mi asombro.–Alondra, mi consentida – La miré directamente a los ojos – Te amo y esto, nos cambia la vida.Este resultado, lo cambiaba todo porque de ahora en adelante, íbamos a estar unidos más que nunca, por eso la abrace con más fuerza.– ¿Qué?, ¿Cómo que nos cambia la vida? – Sollozó – No me digas, que es positiva la estúpida prueba.Creo que no me había expresado bien y ella lo tomó de mal modo, pero era un resultado, demasiado importante, para que siguiéramos con nuestros planes, pero la sacaría pronto del error. Porque yo no me había alegrado, porque fuera positiva.–No mi amor, es negativa – Me levanté de la banca y la levanté en mis brazos – Estamos salvados, no estás embarazada.Enseguida cambió la expresión de su c
Narra Alondra Ferreyra David, se quedó desmayado en el pasto, antes que la ambulancia llegara, yo estaba desesperada y al borde de un ataque de nervios. Me sentía muy nerviosa, pues no sabía que le pasaba a mi chico. Carmen afortunadamente, llegó a los pocos minutos, pues su negocio estaba cerca, ella al ver a David tirado en el pasto en un charco de sangre, se llevó las manos a la boca y pidió una explicación.–Alondra hija, ¿Pero qué es lo que ha pasado? – Carmen me preguntaba muy asustada – ¿Por qué David, está así? Yo no sabía qué hacer, pues David ya llevaba así sin reaccionar, y sin que llegara aun la ambulancia, mi desesperación, crecía cada vez más.–Ay, Carmen, es que estábamos aquí tranquilamente, cuando unos pendejos de unas bicicletas lo tiraron – Respondí llorando desconsolada – La señorita policía aquí presente, ya ha llamado a una ambulancia, pero no llega y David se desmayó.–Señora ¿Es usted hermana del chico? – Le preguntó la policía a Carmen – Menos mal, que ademá
Narra Alondra Ferreyra –Ya hemos llegado, tengan calma – Nos dijo el paramédico – Baje pro favor, usted primero señorita, nosotros ahorita bajamos al chico.–Está bien.Le di un beso en la mano a David y me bajé con cuidado de la ambulancia, esperé a ver que lo bajaran a él y vi a Carmen cruzando el estacionamiento del hospital. Ella venía caminando muy rápido y yo, noté lo apurada, que se encontraba. Ambas vimos como pasaron a David al área de emergencias y nosotras fuimos a la sala de espera, dónde de inmediato, una chica muy bien vestida con uniforme de médico, se acercó a nosotras.–Buenas tardes, ¿Son ustedes familiares de David De María Ramírez? El chico que acaban de ingresar, me acaban de dar su reporte médico – Nos dijo ella – Sí es así, necesitaré hablarles.–Buenas tardes, claro que sí doctora, yo soy su madre y estoy a sus órdenes – Respondió Carmen – Y ella, es mi nuera.–Buenas tardes señorita, espero que mi chico vaya a estar bien – Dije angustiada – Espero, que no nos
Narra David De MaríaEstuve en el hospital por todo ese día y toda esa noche, mi madre pasó a verme, cuando los doctores lo permitieron y después de ella, lo hizo mi amada Alondra, quién se quedó a mi lado, hasta el día siguiente, para que me dieran de alta.–Hola mi príncipe – Alondra me dio un beso – Carmen, ya está arreglando todo lo de tu salida para irnos a casa.Mi hermosa Alondra, se veía bastante cansada, pues toda la noche me estuvo cuidando, no era necesario, que se quedara despierta pero aun así lo hizo y eso le afectó. –Hola mi princesa – La abracé tiernamente – No me iré con la bata de hospital puesta, creo que a mi madre y a ti, se les ha pasado el traerme ropa.Me imaginaba que se les había olvidado ese punto, esperaba que aun hubiera tiempo, para que se pudiera pasar por algo de ropa antes. –No, Carmen me ha dado esta bolsa con ropa, para que te cambies mi amor. Me asusté mucho – Alondra, no me soltaba – Tuve miedo, que algo muy grave te hubiera pasado, lo bueno es,