Narra Alondra Ferreyra–Madre, yo estoy seguro que Alondra no está embarazada – David, se defendió – Ha estado pasando por mucha tensión y por mucha presión y todo eso es lógico, que acaba con la paz mental de cualquier persona.–Sí, la acaba en su totalidad, hijo. Pero no puedo creer, que estén con estas dudas – Carmen se exaltó – Ustedes, son muy jóvenes y no están preparados, para una responsabilidad de esa magnitud y yo, no quiero más problemas con esa mujer, con Petra.David me abrazó, yo seguía llorando en sus brazos y él me trataba de calmar. Me sentía muy mal, sentía ahora un escalofrío, que me recorría mi cuerpo y empecé a temblar por eso mismo. David rápidamente fue por un cobertor y me cubrió con él. Me acostó en el sillón y me quedé así cobijada. Carmen, estaba muy enojada, tanto que cuando estuvo el café lo tomamos todos, más a fuerzas que de ganas y después, como era de esperarse, vino su reprimenda.–Chicos, ustedes, me decepcionan terriblemente – Carmen, nos miraba muy
Narra David De MaríaMi madre, salió devastada de nuestro piso y no era para menos. En menos de un rato se había enterado, de lo que pensábamos hacer Alondra y yo, en el caso que ella pudiera estar embarazada. Lo sentía mucho por mi madre, pero yo no podía obligar a Alondra a tener un bebé, cuando yo tampoco, tenía contemplado aquello en mis planes. Yo no quería ser padre y no había forma en que nadie, me obligara a que lo fuera. Abracé a mi consentida, que estaba llore y llore, pues esto le había afectado más de lo debido.–Mi consentida, no llores Alondra – La abracé tiernamente – Ya mi amor, falta solo media hora, para ir a recoger la prueba y lo haremos juntos, como hacemos todo. No estarás sola, ni por un momento, yo te lo prometo. Te lo juro Alondra.–Lo sé David, pero me siento mal por todo lo que ha pasado con Carmen. Ella debe sentirse fatal, por la manera en la que ambos dijimos, todo lo que hemos dicho. No pude quedarme callada – Se disculpaba ella – Esto no debió pasar, p
Narra David De MaríaEmpecé a romper despacio, una de las orillas del sobre y pude ver a Alondra, tapándose los ojos y después, cuando saqué la hoja con el resultado, ella se quitó las manos de los ojos y mi mirada, creo que le dijo todo a ella, no podía salir de mi asombro.–Alondra, mi consentida – La miré directamente a los ojos – Te amo y esto, nos cambia la vida.Este resultado, lo cambiaba todo porque de ahora en adelante, íbamos a estar unidos más que nunca, por eso la abrace con más fuerza.– ¿Qué?, ¿Cómo que nos cambia la vida? – Sollozó – No me digas, que es positiva la estúpida prueba.Creo que no me había expresado bien y ella lo tomó de mal modo, pero era un resultado, demasiado importante, para que siguiéramos con nuestros planes, pero la sacaría pronto del error. Porque yo no me había alegrado, porque fuera positiva.–No mi amor, es negativa – Me levanté de la banca y la levanté en mis brazos – Estamos salvados, no estás embarazada.Enseguida cambió la expresión de su c
Narra Alondra Ferreyra David, se quedó desmayado en el pasto, antes que la ambulancia llegara, yo estaba desesperada y al borde de un ataque de nervios. Me sentía muy nerviosa, pues no sabía que le pasaba a mi chico. Carmen afortunadamente, llegó a los pocos minutos, pues su negocio estaba cerca, ella al ver a David tirado en el pasto en un charco de sangre, se llevó las manos a la boca y pidió una explicación.–Alondra hija, ¿Pero qué es lo que ha pasado? – Carmen me preguntaba muy asustada – ¿Por qué David, está así? Yo no sabía qué hacer, pues David ya llevaba así sin reaccionar, y sin que llegara aun la ambulancia, mi desesperación, crecía cada vez más.–Ay, Carmen, es que estábamos aquí tranquilamente, cuando unos pendejos de unas bicicletas lo tiraron – Respondí llorando desconsolada – La señorita policía aquí presente, ya ha llamado a una ambulancia, pero no llega y David se desmayó.–Señora ¿Es usted hermana del chico? – Le preguntó la policía a Carmen – Menos mal, que ademá
Narra Alondra Ferreyra –Ya hemos llegado, tengan calma – Nos dijo el paramédico – Baje pro favor, usted primero señorita, nosotros ahorita bajamos al chico.–Está bien.Le di un beso en la mano a David y me bajé con cuidado de la ambulancia, esperé a ver que lo bajaran a él y vi a Carmen cruzando el estacionamiento del hospital. Ella venía caminando muy rápido y yo, noté lo apurada, que se encontraba. Ambas vimos como pasaron a David al área de emergencias y nosotras fuimos a la sala de espera, dónde de inmediato, una chica muy bien vestida con uniforme de médico, se acercó a nosotras.–Buenas tardes, ¿Son ustedes familiares de David De María Ramírez? El chico que acaban de ingresar, me acaban de dar su reporte médico – Nos dijo ella – Sí es así, necesitaré hablarles.–Buenas tardes, claro que sí doctora, yo soy su madre y estoy a sus órdenes – Respondió Carmen – Y ella, es mi nuera.–Buenas tardes señorita, espero que mi chico vaya a estar bien – Dije angustiada – Espero, que no nos
Narra David De MaríaEstuve en el hospital por todo ese día y toda esa noche, mi madre pasó a verme, cuando los doctores lo permitieron y después de ella, lo hizo mi amada Alondra, quién se quedó a mi lado, hasta el día siguiente, para que me dieran de alta.–Hola mi príncipe – Alondra me dio un beso – Carmen, ya está arreglando todo lo de tu salida para irnos a casa.Mi hermosa Alondra, se veía bastante cansada, pues toda la noche me estuvo cuidando, no era necesario, que se quedara despierta pero aun así lo hizo y eso le afectó. –Hola mi princesa – La abracé tiernamente – No me iré con la bata de hospital puesta, creo que a mi madre y a ti, se les ha pasado el traerme ropa.Me imaginaba que se les había olvidado ese punto, esperaba que aun hubiera tiempo, para que se pudiera pasar por algo de ropa antes. –No, Carmen me ha dado esta bolsa con ropa, para que te cambies mi amor. Me asusté mucho – Alondra, no me soltaba – Tuve miedo, que algo muy grave te hubiera pasado, lo bueno es,
Narra David De María–Buenas tardes, David, lamento llamarte, para darte malas noticias – Suspiró – Cómo no te presentaste hoy a dar las asesorías, ya no podré hacer nada por ti y tendrás que recursar la materia completa. No podías perder ningún día, según el acuerdo que teníamos hecho.Era precisamente lo que le iba a explicar y si me daba la oportunidad, quedaría eso aclarado, no tenía por qué mentir sobre eso.–Entiendo, pero puedo explicarlo profesor – Le dije alterado – No puedo perder la materia, por ningún motivo, es más puedo ir, para allá ahora mismo al Tec, para explicarlo todo. El día de ayer tuve un accidente y recién voy saliendo del hospital.–No es necesario que venga para acá, ya mañana estará dado de baja del programa de las asesorías. Lo siento mucho y de mi parte es todo – Anunció el profesor.–Espere, no me puede dejar así – Le dije, pero aun así me colgó.Arrojé el celular tan fuerte, que casi le causaba un daño al parabrisas del auto de mi madre. Ella y Alondra m
Narra Alondra Ferreyra Luego de irme de casa de Carmen, la preocupación no me dejaba, ni a sol, ni a sombra y era lógico, mi chico se había quedado metido en serios problemas. Yo quería ayudarlo, pero ¿Cómo hacerlo? Tenía miedo, que en efecto perdiera la materia de forma definitiva, tenía que hacer algo por él y tenía en mente más o menos, que podía hacer. David y Carmen no notaron que, yo tomé el folder que contenía todo lo del hospital y lo traje conmigo al Tec, ahora faltaba lo más difícil, resolver la cuestión con el profesor López.–Hola buenas tardes – Saludé a una recepcionista – Estoy buscando a un profesor López que se encarga de coordinar lo de las asesorías para los estudiantes de primer año de la carrera de Ingeniería Industrial.–Hola buenas tardes, señorita – Respondió – El profesor Roberto López en este momento está en hora libre y se encuentra en el área de profesores. Ahí lo puede encontrar.–Muchas gracias.Salí corriendo del área de coordinación académica y fui a