Emocionada era una palabra muy blanda para lo que sentía en esos momentos, más bien excitada era la palabra adecuada para el momento que estaba viviendo Valentina… después de mucho tiempo al fin se le cumplía uno de sus tantos deseos, luego de trabajar por largas horas sin descanso en el restaurante de su tío por fin esta chica de 25 años volvería a reunirse con su madre y hermanito.
Desde que tuvo edad para trabajar su madre se vio obligada a enviarla con su tío a Asheville (Estados unidos) casi a dos días de distancia de su casa en Telluride colorado. La razón por la que su mamá la envió con el hermano de su padre era porque recientemente el papá de Valentina había fallecido cuando ocurrió un derrumbe de nieve en el pueblo dejándolo tapado por la misma. Desamparando a su esposa con una niña a la que mantener y otro en su vientre.
Para la madre no fue fácil mantener a la familia cuando su esposo le había dejado algunas deudas, así que su cuñado amablemente le ofreció trabajo a su sobrina en cuanto tuviera una edad prudente ya que la madre no estaba en condiciones de trabajar. Ademas, el hombre tampoco estaba dispuesto a mantener a la familia completa en su hogar ya que él también tenía la suya propia. Por ese motivo Valentina fue la que tuvo que irse a trabajar muy duro para sacar adelante a su madre.
Pero de eso hace algunos años, y la chica pensó que ya era momento de regresar con su madre. Por fortuna había encontrado un empleo y también a su hija, así que sin pensárselo mucho la jovencita renuncio en el trabajo de su tío y allí estaba empacando sus pertenencias para tomar el primer autobús en el que regresaría a su hogar. Valentina sonreía cada dos por tres, tenía muchos años que no veía a su mamá, y tampoco a su hermano pensó que ya sería un niño grandecito.
—Veo que estas contenta. La joven se sobresalta al escuchar la voz del amigo de su primo, ese hombre la seguía a todos lados.
—¡Así es! Contesta sin darse la vuelta.
—Tu primo me ha contado que te vas hoy a Telluride, ¿es cierto? O solo estaba blasfemando.
—Es cierto, me marcho en una hora.
—¡Que lastima! Y yo que pensaba invitarte a salir, ¿Por qué no te quedas?
—Porque quiero estar con mi familia.
—Esta también es tu familia.
—No lo entenderías. Contesta cerrando cierre de la maleta.
La chica se da la vuelta divisando aquel hombre parado en la puerta de su diminuta habitación, dado que su tío tenía una familia numerosa no le quedó más remedio que acondicionar una habitación que servía como depósito convirtiéndola en su recamara. Ella advirtió una sonrisa en el rostro del sujeto, le molestaba su presencia parecía un acosador.
—¡Ya me voy! Coge su maleta y sale de la recamara.
—¿Puedo visitarte en algún momento?
—Lo siento, la verdad es que no estoy interesada en liarme con ningún hombre. Contesta mortalmente seria.
—En algún momento lo tendrás que hacer.
—¡Lo sé! Pero no estoy interesada. ¡Adiós!
Valentina camino hacia afuera donde la esperaba su tío en el coche, se despidió de todos en la casa y se subió al mismo. Miro su reloj notando que le quedaba poco tiempo, no quería perder el autobús pero como decirle a su tío que apresurara el paso si conducía como tortuga.
—Llegaremos a tiempo. Le dice su tío como leyendo su mente.
—Supongo.
En la estación se despidió de su tío y se subió al autobús llena de felicidad. Intento disimularla ante su familia pero era inevitable. No es que la trataran mal pero ella quería estar con los suyos, demasiados años sin ver a su madre como para querer quedarse en Asheville. Su vida estaba en Telluride, allí encontraría el amor de un buen hombre por esa razón cerro su corazón a todo pretendiente que saliera en Asheville.
El autobús se puso en marcha y con ello su corazón también. Sería un viaje muy cansón, pero valía la pena. Casi estaban en invierno y con ello el pueblo se llenaría de nieve. Y no había otra cosa que amara más en el mundo que la nieve. Mordió sus labios con una sonrisa surcada en sus labios.
—Pronto mami, muy pronto estaremos juntas nuevamente. Ya no volveremos a separarnos, me quedare contigo y con mi hermano y saldremos adelante. Susurra por lo bajo.
Después de un día entero de viaje, Valentina ya estaba agotada. El autobús no era muy cómodo, pero era lo que podía pagar si deseaba llevar dinero extra hasta empezar a trabajar. Luego de una rápida parada, la joven se caló un suéter. El frio comenzaba a sentirse y lo que menos deseaba era resfriarse. Volvió a subir al autobús divisando la montaña a la que se adentrarían, la vía era peligrosa pero imploraba al cielo que el chofer supiera hacer las cosas bien.
Estando muy lejos de la última parada, Valentina miraba por la ventanilla el hermoso paisaje que constaba de enormes pinos tupidos. Se imaginó que debajo de todo aquello seguramente aguardaba un bosque que escondía muchos secretos, unos que nadie debería de descubrir. Suspiro profundamente mientras miraba su reloj quedaban algunas hora todavía para llegar a casa, esa tarde parecía un poco nublada provocándole un poco de sueño. Valentina cerro los ojos por un momento mientras se acomodaba en su asiento.
[…]
Una fuerte explosión despertó a la joven sobresaltada, lo único que escuchaba eran gritos y escándalos a su alrededor. Los pasajeros estaban como locos mientras ella no entendía que estaba pasando. De pronto el autobús comenzó a patinar sobre la vía, Valentina se sujetó del asiento del frente cuando todo comenzó. Entonces como la gravedad su cuerpo comenzó a flotar en el aire y de repente empezó a golpearse contra los asientos causándole serios daños.
Valentina rebotaba como pelota conjuntamente con los demás pasajeros que gritaban con desesperación, ella también gritaba o no… bueno no estaba segura de sí estaba haciéndolo ya que se encontraba en shock por lo que estaba pasando. Cuando fue a darse cuenta el autobús ya no se movía, solo se escuchaba gemidos de dolor a su alrededor incluyéndola. No se podía mover, le dolía todo el cuerpo a horrores se la estaba consumiendo por dentro.
En eso mira por la ventanilla, diviso un par de patas de perro enormes eran de un pelaje gris. Ella amusgo los ojos pensando que podría estar alucinando y a la vez que no y que serían comidos por los lobos. Sintió temor mientras continuaba observando por la ventana rota, y fue cuando miro una gigantesca cabeza de lobo inclinarse por la ventana.
Era tan hermoso, tan majestuoso. Esos ojos verdes esmeraldas eran bellísimos y cautivadores. Su corazón dio un latigazo que no supo cómo explicar, posiblemente se lo debía a todos los golpes que había recibido… era probable que estuviera muriendo y lo último que vería sería un hermoso lobo plateado de ojos verdes que quién sabe terminara por comérsela junto con el resto de los pasajeros. Sin poder evitarlo Valentina fue cerrando los ojos sin saber nada más de su vida.
Eren cargaba a la chica en sus brazos mientras corría en compañía de sus lobos por el bosque de regreso a la manada. Su preocupación iba en aumento ya que la mujer en sus brazos sangraba muchísimo y desde que cayo inconsciente no había vuelto a despertar. Su pulso era muy bajo y aún faltaba mucho para llegar hasta el pueblo.—Alfa, ¿Por qué ha traído a esa humana con usted? Le pregunta un loco que corría a su lado de manera de protección.—No podía dejarla morir.—Muchas personas en ese autobús también iban a morir, ¿Por qué ella?—Llévate a un grupo de lobos y vayan a cazar, regresen al pueblo cuando hayan terminado ¿entendido? Ordeno eren ignorando la pregunta del lobo.—Sí señor.El lobo corre en otra direcc
Lo tomó, intento recordar si ella traía uno encima pero la verdad es que no se percató de eso. Así que hurgo dentro del bandolero sacando la billetera de la mujer. —Valentina Hokins. Susurro leyendo sus documentos.—Así que, así es que te llamas. Sonríe mirándola mientras que su corazón retumbaba como loco. —Al fin llegas a mí, después de tantos años.Eren toco su frente sintiéndola muy caliente, parecía que tenía mucha fiebre. La chica sudaba a mares. Dejo un pañuelo húmedo sobre su frente y salió de la recámara. Lili cuidaría de ella dentro de un rato.[…] El alfa encamino sus pasos hasta donde solían hacer las reuniones del pueblo. Todos estaban presentes murmurando los unos con los otros. A oídos de Eren la mayoría de los coment
El alfa entro en su casa siendo recibido por Sofía quien se le tiro encima a Eren. La cargo en brazos de manera delicada mientras que la pequeña sonreía de oreja a oreja. —Hola pequeña, ¿Dónde está tu mamá?—Arriba con tu novia, ¡es muy bonita! ¿Te vas a casar con ella? Pregunta la morena entre sus brazos.—No es mi novia, y no creo que nos casemos. Contesta serio mientras subía las escaleras.—Mamá dice que si lo es que ella es tu luna y que deben casarse. Responde con inocencia. Mientras que Eren pensaba lo contrario, lo que menos era chica su novia y dudaba que llegara a pasar algo entre ellos dos. Por ende no le respondió a la niña, sería inútil hacerla entender algo como eso. Era muy pequeña… eren entro en su habitación divisando el cuerpo
Valentina jamás en su vida había visto a esa mujer, pero tenía un aire amistoso y una mirada muy dulce lo que le calmo un poco sus miedos y nervios.—Hola, ¡Qué bien que hayas despertado! ¿Cómo te sientes?—¿Quién eres tú? —Me llamo Lili y ella es mi hija Sofía. Bebé saluda a la señorita.—Hola. Dice la niña. —Eres muy bonita. Sonríe la pequeña subiéndose en la cama.—¡Gracias! Contesta mirando a la niña con dulzura.—Debes estar hambrienta, bajare a preparar algo para que comas. Luego podemos resolver como haremos para que te pongas en pie y te des una buena ducha ¿te parece?—Si. Responde con voz casi audible.Valentina pensó que la mujer era muy amable,
Eren observa la figura lobuna de su padre ante él, el inmenso animal mantenía las orejas puntiagudas y la mirada recia. El joven lobo era observado por su padre con gran detenimiento, él se mantenía firme en el mismo lugar donde se había detenido.—¿Qué estás haciendo aquí padre? Pregunta el chico al fin después de un buen rato.—He venido a verte.—Sé que lo has hecho un par de veces algunos años atrás, solo que nunca te has acercado a mí como tal. ¿Por qué ahora sí? ¿Qué pasa? Eren nota como su padre empezaba a mover la cola.—Es cierto, esta vez he venido hablar contigo.—¿Sobre qué? Gruñe el joven.—He percibido un cambio en ti, eso me indica que has encontrado a tu luna ¿no es así
Después de mirar por horas por la ventana y no recordar absolutamente nada de su vida Valentina se dio por vencida regresando a la cama nuevamente para intentar conciliar un poco el sueño. Aunque pudiera caminar por su cuenta no quería decir que estuviera bien. Sentía mucho dolor en su cuerpo y de vez en cuando su cabeza retumbaba tanto que podía hasta desmayarse… en cuanto logro llegar a la acolchonada cama se tumbó en la misma agradeciendo la suavidad de las almohadas.Sin previo aviso la puerta de su recamara se abre estrepitosamente dándole un susto de muerte. Por un momento la castaña pensó que se trataba de Eren, no sabía porque había pensado una cosa así pero al ver a la pequeña Sofía entrar corriendo Valentina sintió una especie de decepción en su interior lo que le causó molestia. No debería de estar sintiéndose de e
—Bueno ya he terminado aquí, no hay más por hacer. Comenta Lili al cabo de un buen rato. —Creo que ella estará bien muy pronto. Finaliza caminando hacia la puerta. —Vamos Sofía es hora de volver a casa.—Si mami. La niña corre en dirección a Eren para abrazarlo, ambos habían desarrollado cierta conexión bastante inusual. Por lo general los demás cachorros no se les acercaban. —Adiós Alfa.—Hasta mañana Sofía. Sonríe Eren viéndola partir. Se preguntó si en algún momento tendría sus propios hijos. Llevo la vista hasta la parte de arriba, pero no sería con Valentina. De eso no había dudas, no la quería como su pareja. El necesitaba una mujer fuerte, una loba de nacimiento que pudiera aguantar a un macho alfa. Y Valentina carecía de todo eso, tan solo mir
El joven lobo corría como alma que llevaba el diablo acercándose cada vez más a su manada donde esperaba estar seguro de ese demonio blanco que los ataco. Con una pata lastimada se le dificultaba correr a todo lo que le daban las patas pero necesitaba llegar y buscar a su alfa. De pronto sus orejas se pusieron en alerta conociendo que dé estaba siendo seguido. Se preguntó que había sucedo con sus camaradas. Sintiendo el peligro respirar en su nunca, el joven corrió más rápido sintiendo que su pata no resistiría. Y entonces fue cuando un dolor punzante se instaló en su cola. Al mirar hacia atrás observo al lobo blanco sujetarla con fuerza para luego lanzarlo muy lejos. Su pequeño cuerpo golpeo unas rocas dejando inmóvil por un momento.—¿A dónde crees que vas muchacho? El joven observa como aquel lobo albino