Lo tomó, intento recordar si ella traía uno encima pero la verdad es que no se percató de eso. Así que hurgo dentro del bandolero sacando la billetera de la mujer.
—Valentina Hokins. Susurro leyendo sus documentos.—Así que, así es que te llamas. Sonríe mirándola mientras que su corazón retumbaba como loco. —Al fin llegas a mí, después de tantos años.
Eren toco su frente sintiéndola muy caliente, parecía que tenía mucha fiebre. La chica sudaba a mares. Dejo un pañuelo húmedo sobre su frente y salió de la recámara. Lili cuidaría de ella dentro de un rato.
[…]
El alfa encamino sus pasos hasta donde solían hacer las reuniones del pueblo. Todos estaban presentes murmurando los unos con los otros. A oídos de Eren la mayoría de los comentarios no eran buenos estaban preocupados por su bienestar. La imponencia del alfa se hizo presente, el aroma de Eren se hizo notorio ante la muchedumbre que no mas olerlo se dieron la vuelta para verlo acercarse a ellos.
Se hicieron a un lado permitiéndole el paso hasta quedar en el centro de la misma al lado de Deon quien intentaba tranquilizarlos.
—Necesito que guarden silencio. Proclama Eren con voz seria.
—Alfa, alfa… ¿Quién es esa mujer que trajo? Pregunto un lobo desde atrás lo que alboroto a los de adelante.
—Esa mujer es mi luna. Proclama ganándose el silencio de todos.
—¿Cómo es eso posible? Es una humana, ¿cómo el alfa puede tener una mujer humana como esposa?
—No lo sé, pero así es. Y les pido por favor que se tranquilicen.
—Pero alfa, como vamos a estar tranquilos si los cazadores han regresado con muy poca comida. No dará basto para alimentar a todos.
Eren mira de reojo a Deon quien asiente confirmando las palabras del lobo quien hablo. Si en efecto, era un problema muy grande el que tenían entre manos. El que su luna apareciera ya no le parecía tan problemático como el que tenían entre manos. La falta de suministro era un inconveniente, no podía permitir que su gente muriera de hambre.
—No se preocupen, yo solucionare ese problema.
—Alfa nos debe permitir que cada jefe de familia salga a cazar, de ese modo cubriríamos más terreno y cada quien lleva comida a su hogar.
Desde luego que había pensando en eso, pero la verdad es que era muy arriesgado con tantos cazadores afuera. Si enviaba a lobos no tan poderosos podrían perecer solo por querer alimentarse. Comprendía las necesidades que tenían todo pero era un riesgo que no quería tomar.
—No puedo permitirlo, correrían muchos peligros en el campo abierto. Saben que la cantidad de cazadores allí afuera va en aumento.
—Alfa… objetan muchos al unísono.
—Es mi respuesta definitiva. Nadie se arriesgara a salir más allá de nuestros dominios. Y en cuanto a la humana que he traído yo me encargare de que eso no nos traiga problemas. Habla con voz gruesa y severa.
—¿Se quedara en la manada? Preguntaron a lo lejos.
—No puedo estar seguro de ello, pero por favor necesito que se tranquilicen.
Los balbuceos cesaron un poco, los lobos parecían estar más calmados comprendiendo las palabras de su alfa. Al no existir más objeción por parte de su gente Eren decidió retirarse para hablar con los cazadores… los chicos se encontraban en una zona del pueblo que se utilizaba para llevar lo que cazaban, de ese modo mantenían a los osos alejados.
En cuanto los lobos presintieron la llegada de su alfa se dieron la vuelta para verlo llegar, algunos aún se estaban terminando de vestir, otros ocupados preparando la carne que fue cazada.
—¡Alfa! Saluda el que había quedado al mando.
—¿Alguna novedad?
—Hemos visto muchos cazadores humanos rondando por los alrededores. Eran más de lo que pensaba señor. Cada vez vienen más. ¿Por qué cree que eso este pasando?
—Sospecho que están intentando averiguar nuestra posición. Debemos mantenernos alertas, y en cuanto estén más cercas alejarlos lo más que puedan. Quiero que doblen la guardia de ahora en adelante. Ordena a Deon.
—Entendido.
—¿Y la caza?
—A duras penas logramos conseguir animales. Alfa, ya casi no hay comida en estos dominios.
Eren lo sabía, para él no era un secreto que si no buscaba una solución pronto morirían de hambre. Era una gran responsabilidad la que cargaba sobre sus hombros. Cuando llego allí volviéndose el alfa de unos pocos lobos que se mantenían como salvajes sueltos en el bosque, la montaña los proveía de muchos alimentos. Pero a medida que la misma iba creciendo las cosas empezaron a escasear. No comprendía lo que estaba pasando, hasta donde sabía el resto de las manadas se encontraban muy lejos y bastante abastecidas de animales a los que cazar.
—Estudiare los mapas para buscar nuevas zonas para cazar, no se preocupen por eso. Confirma sereno influyendo confianza a los chicos quienes parecían apaciguarse.
[…]
Luego de estudiar toda la tarde y parte de la noche matas de caminos y frondosos boques Eren y Deon se dieron cuenta que no había más terrenos que explorar. Lo único que les quedaba eran terrenos prohibidos, pertenecientes a una manada que se desintegro muchos años atrás. El alfa no tenía idea de donde se encontraba el líder de esa manada, algunos de esos lobos llegaron a su propia manada alegando que su alfa e hijo habían desaparecido misteriosamente de un día para otro. También les dijeron que sus dominios eran ricos en alimentos.
—Las únicas tierras que nos quedan por revisar son los territorios desolados de Gino. ¿Qué es lo que quieres hacer Eren?
—No podemos invadir sus dominios sin su autorización.
—El y su hijo desaparecieron, ¿a quién demonios le vamos a pedir permiso?
—Sabes que está prohibido cazar en tierras ajenas Deon. Eren se pica el puente de la nariz pensando que hacer. —Simplemente no puedo enviarlos adentrarse allí exponiéndolos.
—Pero Eren, si no hacemos algo pronto ya no vamos a conseguir alimentos.
El alfa se sienta en el sofá de la sala de reuniones reclinando la cabeza hacia atrás. Se sentía cansado, cada día siempre se presentaba un problema nuevo. Tenía demasiados encima como para cargarse con más. Y por si eso no fuera poco su luna se encontraba gravemente herida en su casa, ¿Cuándo las cosas empezaron a empeorar?
— ¡Lo pensare! Contesta observando a su beta. —Pero dudo que acepte, al fin y al cabo es muy riesgoso para los lobos. Se pone en pie. —Ya es muy tarde, regresare a casa para que Lili y Sofía se vayan a la suya.
—Está bien, yo iré después. Tengo guardia algunas horas.
—Muy bien, cuídate.
Eren se marcha dejando atrás el problema de luna de plata para centrarse en una cosa, Valentina. Le preocupaba la salud de esa chica estaba demasiado lastimada como para poder levantarse de esa cama. Y en todo el tiempo que estuvo fuera de casa estuvo pensando una cosa sobre ella, podría ser su luna pero lo mejor para ella, para el pueblo incluso para él mismo era dejarla que regresara a su mundo. Ella no encajaba en el suyo y nunca lo haría, por mucho que le incomodara y le pesara tener que estar sin ella era la única opción que le quedaba.
Antes de que ella lo terminara por rechazar, pero también detrás de todo aquello se ocultaba un miedo tremendo, no quería que le sucediera lo mismo que a su padre. En cuanto Valentina se recuperara la mandaría de regreso a su vida, nunca más sabría de ellos.
El alfa entro en su casa siendo recibido por Sofía quien se le tiro encima a Eren. La cargo en brazos de manera delicada mientras que la pequeña sonreía de oreja a oreja. —Hola pequeña, ¿Dónde está tu mamá?—Arriba con tu novia, ¡es muy bonita! ¿Te vas a casar con ella? Pregunta la morena entre sus brazos.—No es mi novia, y no creo que nos casemos. Contesta serio mientras subía las escaleras.—Mamá dice que si lo es que ella es tu luna y que deben casarse. Responde con inocencia. Mientras que Eren pensaba lo contrario, lo que menos era chica su novia y dudaba que llegara a pasar algo entre ellos dos. Por ende no le respondió a la niña, sería inútil hacerla entender algo como eso. Era muy pequeña… eren entro en su habitación divisando el cuerpo
Valentina jamás en su vida había visto a esa mujer, pero tenía un aire amistoso y una mirada muy dulce lo que le calmo un poco sus miedos y nervios.—Hola, ¡Qué bien que hayas despertado! ¿Cómo te sientes?—¿Quién eres tú? —Me llamo Lili y ella es mi hija Sofía. Bebé saluda a la señorita.—Hola. Dice la niña. —Eres muy bonita. Sonríe la pequeña subiéndose en la cama.—¡Gracias! Contesta mirando a la niña con dulzura.—Debes estar hambrienta, bajare a preparar algo para que comas. Luego podemos resolver como haremos para que te pongas en pie y te des una buena ducha ¿te parece?—Si. Responde con voz casi audible.Valentina pensó que la mujer era muy amable,
Eren observa la figura lobuna de su padre ante él, el inmenso animal mantenía las orejas puntiagudas y la mirada recia. El joven lobo era observado por su padre con gran detenimiento, él se mantenía firme en el mismo lugar donde se había detenido.—¿Qué estás haciendo aquí padre? Pregunta el chico al fin después de un buen rato.—He venido a verte.—Sé que lo has hecho un par de veces algunos años atrás, solo que nunca te has acercado a mí como tal. ¿Por qué ahora sí? ¿Qué pasa? Eren nota como su padre empezaba a mover la cola.—Es cierto, esta vez he venido hablar contigo.—¿Sobre qué? Gruñe el joven.—He percibido un cambio en ti, eso me indica que has encontrado a tu luna ¿no es así
Después de mirar por horas por la ventana y no recordar absolutamente nada de su vida Valentina se dio por vencida regresando a la cama nuevamente para intentar conciliar un poco el sueño. Aunque pudiera caminar por su cuenta no quería decir que estuviera bien. Sentía mucho dolor en su cuerpo y de vez en cuando su cabeza retumbaba tanto que podía hasta desmayarse… en cuanto logro llegar a la acolchonada cama se tumbó en la misma agradeciendo la suavidad de las almohadas.Sin previo aviso la puerta de su recamara se abre estrepitosamente dándole un susto de muerte. Por un momento la castaña pensó que se trataba de Eren, no sabía porque había pensado una cosa así pero al ver a la pequeña Sofía entrar corriendo Valentina sintió una especie de decepción en su interior lo que le causó molestia. No debería de estar sintiéndose de e
—Bueno ya he terminado aquí, no hay más por hacer. Comenta Lili al cabo de un buen rato. —Creo que ella estará bien muy pronto. Finaliza caminando hacia la puerta. —Vamos Sofía es hora de volver a casa.—Si mami. La niña corre en dirección a Eren para abrazarlo, ambos habían desarrollado cierta conexión bastante inusual. Por lo general los demás cachorros no se les acercaban. —Adiós Alfa.—Hasta mañana Sofía. Sonríe Eren viéndola partir. Se preguntó si en algún momento tendría sus propios hijos. Llevo la vista hasta la parte de arriba, pero no sería con Valentina. De eso no había dudas, no la quería como su pareja. El necesitaba una mujer fuerte, una loba de nacimiento que pudiera aguantar a un macho alfa. Y Valentina carecía de todo eso, tan solo mir
El joven lobo corría como alma que llevaba el diablo acercándose cada vez más a su manada donde esperaba estar seguro de ese demonio blanco que los ataco. Con una pata lastimada se le dificultaba correr a todo lo que le daban las patas pero necesitaba llegar y buscar a su alfa. De pronto sus orejas se pusieron en alerta conociendo que dé estaba siendo seguido. Se preguntó que había sucedo con sus camaradas. Sintiendo el peligro respirar en su nunca, el joven corrió más rápido sintiendo que su pata no resistiría. Y entonces fue cuando un dolor punzante se instaló en su cola. Al mirar hacia atrás observo al lobo blanco sujetarla con fuerza para luego lanzarlo muy lejos. Su pequeño cuerpo golpeo unas rocas dejando inmóvil por un momento.—¿A dónde crees que vas muchacho? El joven observa como aquel lobo albino
No le dio tiempo de capturar al joven lobo a tiempo, se le había escapado justo cuando pensaba romperle el m@ldito cuello al desgraciado. Gruñía mientras observaba desde lejos los movimientos de aquel pueblo. Sin más remedio regreso sobre sus pasos volviendo a los dominios prohibidos lo más rápido que sus patas le daban. Lucían intuyo que con esa mordida que le había propinado a ese muchacho no pasaría la noche, era demasiado profunda como para que cerrara por si sola. El lobo albino corrió hasta donde se encontraban los cadáveres humanos de los lobos, luego de que un lobo muere su cuerpo regresa a su forma humana. Este los observo por un momento acercándose lentamente hacia ellos, algo le decía que debía hacer algo más con ellos que arrastrarlos fuera de esas tierras. Y como por instinto Lucían arranco un tajo del pecho de los humanos y con ello el lo
—Deon revisa que es lo que está pasando con la electricidad. Ordena Eren a su beta.—En seguida. El alfa camina a continuación hasta su casa, se extrañó mucho observar a Valentina despierta a esas horas. Su aroma cada vez se hacía más fuerte aclamándolo en cada instante eso quería decir que se estaba recuperando rápidamente. ¿Cómo demonios iba a combatir con eso? Ingreso en su casa subiendo las escaleras rápidamente de dos en dos hasta llegar a la recamara donde se encontraba Valentina, al abrir la puerta solo pudo oír un grito para luego recibir un golpe en la cabeza.Un poco aturdido Eren reacciona mirando a Valentina arrinconada en una esquina. Por supuesto él era un hombre lobo podía ver mejor en la noche que ella.—Valentina, soy yo… Eren.—¡Demonios! &iq