Hacía ya varios días que no dormía tan bien como esa noche. Lo atribuí a la ausencia de estrés y la idea de tener que presentar otra prueba. Pese a que me levanté temprano para llevar a Verónica al lobby del hotel, en donde la recogía el vehículo que la llevaba al centro educativo, me desperté muy descansado incluso sintiéndome renovado como si me hubiese librado de un enorme peso que llevaba encima.
—¿Cómo te fue ayer, mamá? —preguntó Verónica mientras la estaba vistiendo.
Suspiré hondo y pausado. Pese a que me había preparado para darle esa mala noticia, sentía como si nunca lo hubiera hecho y me hubiera tomado por sorpresa. Entonces me di cuenta de que ni la mejor de las preparaci
Hay un meme en el que un hombre le pregunta a su esposa si es posible estar feliz y triste al mismo tiempo, y ella le contesta que, de todos sus hermanos, él es el mejor en la cama. Justamente yo era ese hombre en ese momento, después de enterarme de que los participantes asistirían a una reunión después del desayuno porque se les iba a informar lo que había sucedido el día anterior con la chef Anne. Dos minutos después me enteré de todos los detalles y pese a que mi cara sonreía, me estaba muriendo por dentro.No solo se arruinaban mis planes de luna de miel con Esmeralda y me sentía aliviado de haber sido detenido la noche anterior, antes de que pudiera precipitarme y abrazar a Esmeralda para besarla frente a todas las cámaras, sino que ahora, también, Anthony volvía a ser una amenaza.Llamé a Gerardo, que ya estaba enterado de lo sucedido en el concurso.—¿Sabes lo que esto significa, no? —pregunté.—Por supuesto, señor. Ahora mismo estoy frente a la habitación de ese hombre y cr
Estaba contenta de poderme volver a reunir, en el Boca Canoa, para desayunar con mis amigos y no para tener que discutir los detalles de mi retiro del concurso, como había planeado la noche anterior, cuando hablé con el encargado de logística del concurso y con quien supuestamente debía coordinar el arreglo para quedarme en este hotel o viajar a la Florida.— quizá todos estén preguntando por qué la concursante Esmeralda está esta mañana con nosotros — dijo el inglés durante el desayuno—. Más tarde habrá una reunión en la que se les darán más detalles, pero, por ahora, quiero que sepan que Esmeralda seguirá acompañándonos, sigue siendo una concursante y la chef Anne ya no estará con nosotros. Eso es todo por ahora. Disfruten de su desayuno.No tardé en recibir las miradas del chef Zheng y de Daniela, los únicos Concursantes que quedaban de los Masters que también los únicos que desconocían los detalles de lo que había pasado. Daniela no tardó en levantarse de su puesto y
Me tragué la muerte en el momento en que vi que una de las amigas de Esmeralda saludaba al grupo de sudafricanos, justo en el momento en que ya estaba por llamar su atención y desviarlos del grupo de concursantes. Dos segundos después, me di cuenta de que Anthony y Esmeralda ya se habían visto y que el sudafricano le preguntó, simulando estar sorprendido, por su participación en el concurso. tuve que actuar rápido y aunque sé que fui un poco brusco, quizá más de lo prudente, tenía que evitar que Anthony escuchara de la boca de Esmeralda que ella no había sido eliminada, como supe que estaba por suceder.Lo tomé por el brazo y lo aparté, mientras le advertía que no podía relacionarse con ninguno de los participantes, incluidos aquellos que ya habían sido eliminados.— si me entero que te acercas una vez más a cualquiera de ellos serás expulsado de inmediato del hotel tú y todo tu equipo y pueden decirle adiós al acuerdo que está firmado — tuve que advertirle pese a que la mitad de
Caminé en dirección al despacho de Héctor, decidida a correr el riesgo de verme con él a plena luz del día y entre miradas curiosas que podrían preguntarse por los motivos que yo tendría para estar en la oficina de uno de los productores ejecutivos, pero la verdad era que estaba tan extrañada por lo que había ocurrido hacía solo unos instantes entre Héctor y Anthony, al igual que por las novedades que mi tigre pudiera saber sobre la persona que nos vio en el depósito del restaurante de Ramsay, Que consideré que el riesgo valía la pena, pero en el momento en que mis pasos Me sacaron del edificio central del hotel, sentí una mano que tomaba la mía y me jalaba.—¡Anthony! —exclamé sorprendida al reconocer la cara del sudafricano.— Esmeralda necesito hablar contigo —dijo sin haberme soltado la mano— Es urgente que lo haga. ¿Me darías 15 minutos de tu tiempo?—Sí claro lo que necesites. Hoy no tenemos prueba, así que dispongo de casi todo el día —contesté.Vi una gran sonrisa en su rost
Lo ocurrido no dejaba de taladrarme la cabeza. Cuando Gerardo me llamó, diciendo que Esmeralda acababa de ser forzada a entrar a la habitación de Anthony, corrí los quinientos metros que me separaban de ella en menos de tres minutos y, con la universal que siempre llevaba en mi bolsillo de la chaqueta, abrí la puerta de la habitación para encontrarme al desgraciado encima de mi chica, con sus asquerosas manos casi sobre su pecho. La ira que me invadió nunca la había sentido en mi vida y espero jamás tener que volver a experimentarla, porque sé que me transformó en una bestia irracional que hubiera podido matar a ese hombre a puños de no haber sido por los tres policías que fueron necesarios para controlar mis brazos.—Lo lamento mucho, señor — dijo Gerardo después de que hubiera sido superado el impase—. Debí haber actuado desde el momento en que vi que ese hombre sujetó a Esmeralda.—No, Gerardo, actuaste bien, seguiste mi orden de no intervenir y dejar que ese miserable se enterara,
Tuve que llamar al servicio a la habitación y solicitar un somnífero, porque no lograba dormir. lo que había sucedido esa mañana seguía estremeciéndome y cada que cerraba los ojos volví a ver el rostro, inyectado en una mirada de odio, de Anthony, de quien jamás hubiera creído posible algo semejante. Antes de tomarme la pastilla, tuve que pedirle a Nicole que debía despertarme el otro día, a como diera lugar, y hasta la hice jurar que, de ser necesario, me lanzaría agua a la cara con un vaso. Tuve suerte de que Nicole no tuviera que recurrir a tanto y aunque todavía estaba algo cansada, pude despertarme a la hora en que Verónica debía alistarse para ir al centro educativo. La veía muy contenta, el cambio había sido definitivo y no solo hablaba ya de varios amigos, sino que. cada vez con más frecuencia, hablaba con frases completas en inglés y debo confesar que a veces era un poco molesto escucharla, porque no hacía otra cosa sino “spanglishear”, algo que odio oír, pero su sonrisa
Como hubiera previsto, esta prueba rápida pareció ser diseñada para que Daniela ganara. En menos de un minuto ya había vertido toda la crema pastelera sobre el ponqué y en el minuto siguiente lo tenía ya casi alisado con el cuchillo pastelero, mientras hacía girar la bailarina a mil revoluciones por minuto; fue increíble ver lo hábil que era. —Nos has dejado impresionados a todos —dijo Michelle hablando por los que estábamos presentes y no conseguíamos concentrarnos en nuestro propio alisado por ver a Daniela—. En verdad que incluso superas nuestras expectativas. Antes de dos minutos, Daniela ya estaba dando los últimos retoques a su pastel y, según el criterio de los jueces, ya era suficiente. Era la primera en conseguir el privilegio de escoger a su pareja para la siguiente prueba. Para ese momento, yo apenas había logrado verter la crema pastelera sobre la masa e iniciaba mi alisado, pero resultó ser mucho más difícil de lo que creía. Mi experiencia con pastelería era muy poca,
Ahora que Esmeralda estaba de nuevo en el concurso y ese día se encontraba presentando la prueba que debía llevarla a la semifinal, me sentía no solo más tranquilo, sino que incluso sonreía con más frecuencia, y así me lo hizo notar Gerardo cuando nos reunimos para hablar sobre los detalles del caso de Anthony, porque mi propósito era mantenerlo en secreto, no solo porque podía afectar la reputación del hotel y del concurso, sino también por la información que el sudafricano tenía sobre Esmeralda y yo.—El detective que lleva el caso insiste en tomar nuevas declaraciones a Esmeralda, señor —dijo Gerardo que venía de la comisaría—. Dice que con lo que tiene, no es suficiente para montar el caso.—¿Qué? ¿Pero cómo es eso posible? —pregunté, algo molesto— El tipo intentó violentar a Esmeralda, la policía llegó y lo atrapó en el acto.—Señor, solo le transmito lo que me dijo —contestó Gerardo—. Según le pude entender al detective, no hay ninguna prueba material que pruebe el intento de