Tuve que llamar al servicio a la habitación y solicitar un somnífero, porque no lograba dormir. lo que había sucedido esa mañana seguía estremeciéndome y cada que cerraba los ojos volví a ver el rostro, inyectado en una mirada de odio, de Anthony, de quien jamás hubiera creído posible algo semejante. Antes de tomarme la pastilla, tuve que pedirle a Nicole que debía despertarme el otro día, a como diera lugar, y hasta la hice jurar que, de ser necesario, me lanzaría agua a la cara con un vaso. Tuve suerte de que Nicole no tuviera que recurrir a tanto y aunque todavía estaba algo cansada, pude despertarme a la hora en que Verónica debía alistarse para ir al centro educativo. La veía muy contenta, el cambio había sido definitivo y no solo hablaba ya de varios amigos, sino que. cada vez con más frecuencia, hablaba con frases completas en inglés y debo confesar que a veces era un poco molesto escucharla, porque no hacía otra cosa sino “spanglishear”, algo que odio oír, pero su sonrisa
Como hubiera previsto, esta prueba rápida pareció ser diseñada para que Daniela ganara. En menos de un minuto ya había vertido toda la crema pastelera sobre el ponqué y en el minuto siguiente lo tenía ya casi alisado con el cuchillo pastelero, mientras hacía girar la bailarina a mil revoluciones por minuto; fue increíble ver lo hábil que era. —Nos has dejado impresionados a todos —dijo Michelle hablando por los que estábamos presentes y no conseguíamos concentrarnos en nuestro propio alisado por ver a Daniela—. En verdad que incluso superas nuestras expectativas. Antes de dos minutos, Daniela ya estaba dando los últimos retoques a su pastel y, según el criterio de los jueces, ya era suficiente. Era la primera en conseguir el privilegio de escoger a su pareja para la siguiente prueba. Para ese momento, yo apenas había logrado verter la crema pastelera sobre la masa e iniciaba mi alisado, pero resultó ser mucho más difícil de lo que creía. Mi experiencia con pastelería era muy poca,
Ahora que Esmeralda estaba de nuevo en el concurso y ese día se encontraba presentando la prueba que debía llevarla a la semifinal, me sentía no solo más tranquilo, sino que incluso sonreía con más frecuencia, y así me lo hizo notar Gerardo cuando nos reunimos para hablar sobre los detalles del caso de Anthony, porque mi propósito era mantenerlo en secreto, no solo porque podía afectar la reputación del hotel y del concurso, sino también por la información que el sudafricano tenía sobre Esmeralda y yo.—El detective que lleva el caso insiste en tomar nuevas declaraciones a Esmeralda, señor —dijo Gerardo que venía de la comisaría—. Dice que con lo que tiene, no es suficiente para montar el caso.—¿Qué? ¿Pero cómo es eso posible? —pregunté, algo molesto— El tipo intentó violentar a Esmeralda, la policía llegó y lo atrapó en el acto.—Señor, solo le transmito lo que me dijo —contestó Gerardo—. Según le pude entender al detective, no hay ninguna prueba material que pruebe el intento de
Recorrimos el museo durante la hora que nos dieron en la prueba, orientadas por una guía que nos mostró no solo algunos de los platos más típicos de la cocina bahameña, sino que también nos explicó el origen de varios de los ingredientes utilizados en esas recetas, varios de ellos provenientes o bien de Europa o de otras islas del Caribe y que fueron introducidos durante la colonización.—Sin embargo —dijo la guía, que afortunadamente dominaba el español—,El principal ingrediente en la cocina bahameña es el conch, que es como se conoce a la especie de caracol más común en las islas.Intercambié una mirada con Daniela, en la que nos dijimos que, por muy tradicional y típico que fuera ese ingrediente en la culinaria de las Bahamas, por nada del mundo íbamos a preparar, mucho menos a probar, caracoles. Pero lo que dijo la guía a continuación replanteó nuestra decisión.—La carne de este caracol también se utiliza para hacer unas hamburguesas que son muy apetecidas por los bahameños. Co
Trituramos los caracoles en el metate, y extrajimos la mayor cantidad de grasa que pudimos. Habíamos decidido usar una parte para usarla como elemento graso, y otra como guarnición del plato de arroz marinado que íbamos a presentar para la prueba. Daniela tuvo un excelente idea de recurrir al método de cocción utilizado para la preparación de la paella, aprovechando los elementos rústicos de la cocina, y así obtener un arroz freído y de grano grande que tuviera la consistencia ideal con los mariscos y preparación de pescado que le añadimos. Preparamos también una ensalada con queso de cabra, mango, coco y otras frutas de las islas, a la que aderezamos con una salsa, algo picante, que simulaba una especie de switcher, una bebida muy tradicional en Las Bahamas. —Creo que nos ha quedado perfecto —dije cuando probé el arroz y después de llevarme una cucharada de ensalada a la boca.Daniela lo probó y estuvo de acuerdo. — valió la pena el sacrificio que hiciste — dijo después de p
Esa noche pude regresar temprano al hotel, distinto a lo que había sucedido la última vez que presenté una prueba. Se sentía tan bien ganar. Bajé al Boca Canoa para cenar con Verónica y mientras comíamos las dos, y ella me contaba todo lo que había hecho ese día con sus nuevos amigos y amigas, me sorprendió ver a Héctor entrar al restaurante, y no solo eso, sino que se aproximó a nuestra mesa y lo hizo tan seguro y confiado en sí mismo, que por un momento temí que hubiera enloquecido o por alguna razón creyera que yo ya no estaba en el concurso.«¿O se le olvidó que no he sido eliminada? ¡Qué hace, loco!», pensé en el instante en que, como si me acabara de chuzar un alfiler en la cola, me levanté para detenerlo, pero lo hice demasiado tarde y él se sentó con toda propiedad con nosotras. Miré a mi alrededor, pero solo entonces caí en cuenta de que prácticamente estábamos solos en el restaurante. Los demás concursantes seguían en la casa-museo, a la espera del veredicto de los
Sentí la imperiosa necesidad de acercarme a Esmeralda cuando la vi sentada, comiendo con Verónica, en el Boca Canoa. Se veía tan tierna, con la niña que, aunque sé que es su sobrina, cada día parece ser más su hija y Esmeralda se porta con ella como una madre. Aproveché que el restaurante estaba solo para felicitarla por el paso a la semifinal, del que me había enterado hacía solo unos minutos, y también para tener siquiera la impresión de que tenía una conversación con ella, porque me cuesta mucho controlarme saberla tan próxima y no poder ni siquiera intercambiar unas palabras sin el riesgo a que unos ojos indecorosos puedan sacar alguna conclusión sobre nosotros, una que, con toda seguridad no, será errada, porque esa persona hablará de amor en donde, en efecto, lo hay.Cuando salí del restaurante, me llevé la fragancia de su piel. Fue todo lo que logré robarle en ese momento, pero me era suficiente para guardármelo, llevarlo hasta mi habitación y colocarlo a un costado de mi alm
Al entrar a la casa, Jordan se cubrió con una bata y sentada en uno de los finos muebles de la sala, me pidió que le contara en qué podía ayudarme.—Usted es el CEO de la cadena hotelera Amazon´s ¿no es cierto? —Me interrumpió Jordan cuando estaba a mitad de mi exposición de los hechos que me habían llevado allí, con sus ojos aguamarina fijos en los míos, como si pretendiera escrutar en mi alma.—Así es, sí señora —respondí—. Como le decía…—Puedes llamarme Jordan, si te parece más correcto y menos formal. Accedí a hacerlo y en ese momento el mayordomo nos pasó dos whiskys, dobles y sin hielo. —Yo paso, muy amable —Me tuve que disculpar—. Estoy manejando.—No tienes que preocuparte, Héctor —dijo Jordan que, desde ese momento, también comenzó a tutearme y llamarme por mi nombre—. Tengo una bebida que te elimina cualquier efecto del alcohol. Solo tienes que tomarla quince minutos antes de tomar tu auto. Dudé sobre la existencia de esa bebida, pero no queriendo ser descortés, accedí a