El primero en hablar fue el chef Ramsay y para mi sorpresa, se dirigió primero a Rubí.—Probé lo que preparaste hoy —dijo— y, la verdad, creo que merecías una mejor calificación, así que si hoy estás entre los participantes amenazados, no es porque hayas hecho las cosas mal, sino simplemente porque alguien las hizo mejor que tú. ¿Tuviste oportunidad de probar lo que preparó Daniela?Rubí asintió y alabó los taquitos de requesón dulce que había preparado la chef mexicana. Habló tanto y tan bien de ellos, que sentí pena por no haber tenido la oportunidad de probarlos, porque según dijo Rubí, la masa no estaba hecha con la tradicional harina de maíz empleada para la tortilla del taco, sino con masa de hojaldre, lo que no solo los había hecho más digeribles y deliciosos, sino que también implicó mayor esfuerzo por parte de Daniela.Las palabras de Rubí alabando la preparación de la chef mexicana las tomé como un llamado de alerta y en ese momento me prometí que, si por algún milagro no
Estaba aterrada y daba la impresión de que todos alrededor mío también lo estaban, pero ni aún así fui capaz de levantar la mirada. El chef Ramsay caminó hasta mi lado y escuché cada uno de sus pasos Como si fuesen una enorme montaña que se agitaba. Creo que estaba temblando y cuando vi la punta de sus zapatos, intenté levantar la mirada, pero fue como si el cuello no me respondiera .—Esmeralda, comparto la opinión de mis colegas — dijo Ramsay—. También llegué a meterme una de esas cosas, que tú llamaste caramelos, en la boca y adivina qué —Hizo una pausa dramática en la que llegué a pensar que estaba en verdad esperando a que yo le contestara, pero es que ni siquiera tenía fuerzas para mirarlo a los ojos, cómo esperaba que las reuniera para hablarle—. Me comí una de esas cosas que creo que fuiste y las sacaste del mar, porque nunca en mi vida me he llevado algo con tanta sal por gramo cúbico. Creo que incluso el mismo mar te habría escupido esa cosa, que ni siquiera sé cómo llamar,
Había pasado el dinero a Anthony y ahora esperaba no tener que volverlo a ver por el resto de mi vida, pero no solo eso, sino que también necesitaba que Esmeralda saliera de la competencia ese mismo día, o lo que había visto el sudafricano recobraría valor y estaba seguro de que volvería a saber de él si, por algún milagro, mi gatita continuaba el concurso.—Pero cree usted, señor, que solo porque ese hombre dice haberlos visto, ¿sus palabras en realidad tendrán algún efecto? —preguntó Gerardo luego de que le hubiera contado lo que sucedió en mi entrevista con Anthony— Es que digo, señor, es una persona que ni siquiera hace parte del equipo de grabación, ¿quién creerá en sus palabras?Terminé de servir los dos vasos de whisky en el minibar de mi despacho y pasé uno a Gerardo.—Sí, por supuesto, podríamos arriesgarnos a eso, pero es que me temo que, después de las habladurías que ya hay en este momento en contra de Esmeralda, las palabras de Anthony tengan mayor eco —contesté mientras
—Quiero decirles a ustedes cuatro que cualquiera de los nombres que hubiéramos elegido para eliminar esta noche habría sido igual de doloroso — dijo Ramsay como preámbulo para comunicarnos la decisión que había tomado con sus otros dos colegas—. pero tuvimos que escoger uno y si no nos demoramos no fue porque fuera menos difícil sino por el hecho de que en realidad como les digo nos pesa tener que eliminar a cualquiera de ustedes. »Al final y sé que mis compañeros están de acuerdo con esto, tuvimos que escoger un nombre basándonos en detalles muy minúsculos para lograr desempatar la decisión.No recibí bien las palabras del chef Ramsay, porque me hicieron dudar de que en realidad hubieran escogido mi nombre y era eso lo que más quería en ese momento, que Gordon me mencionara a mí porque lo que no quería soportar, por lo que quedara del concurso, era el sentimiento de culpa de no haber sido eliminada cuando debí serlo. Si bien era cierto que ante una segunda oportunidad estaba pre
Cuando escuché que el chef Ramsay dijo el nombre de Esmeralda sentí tanto alivio, que la dicha me desbordó. Di un salto y me precipité, pasando por encima de las personas que obstaculizaban mi paso, hacia el lugar en donde mi gatita parecía maullar a la luna.«¿Es que no se dan cuenta que necesita de mí. que la pobre necesita ser abrazada con fuerza, y no solo eso, sino recibir también un gigantesco beso mío que la consuele y la ayude a recuperar las fuerzas que ahora no tiene ni en su cuerpo ni en su alma?», quise gritar cuando una docena de manos me agarraron por los brazos y las piernas luego de adivinar mi intención de acercarme hacia el foco de las cámaras. —Esperen, esperen, ya está bien, ya entendí. Ha sido suficiente —dije en el momento en que escuché que estaban por llamar a la seguridad del hotel—. Lo siento, no sé qué me ha pasado, pero ya estoy en mis cabales.Noté que, pese a que me soltaron, seguían prevenidos conmigo y esa misma cantidad de manos que había evitado que
Hacía ya varios días que no dormía tan bien como esa noche. Lo atribuí a la ausencia de estrés y la idea de tener que presentar otra prueba. Pese a que me levanté temprano para llevar a Verónica al lobby del hotel, en donde la recogía el vehículo que la llevaba al centro educativo, me desperté muy descansado incluso sintiéndome renovado como si me hubiese librado de un enorme peso que llevaba encima.—¿Cómo te fue ayer, mamá? —preguntó Verónica mientras la estaba vistiendo.Suspiré hondo y pausado. Pese a que me había preparado para darle esa mala noticia, sentía como si nunca lo hubiera hecho y me hubiera tomado por sorpresa. Entonces me di cuenta de que ni la mejor de las preparaci
Hay un meme en el que un hombre le pregunta a su esposa si es posible estar feliz y triste al mismo tiempo, y ella le contesta que, de todos sus hermanos, él es el mejor en la cama. Justamente yo era ese hombre en ese momento, después de enterarme de que los participantes asistirían a una reunión después del desayuno porque se les iba a informar lo que había sucedido el día anterior con la chef Anne. Dos minutos después me enteré de todos los detalles y pese a que mi cara sonreía, me estaba muriendo por dentro.No solo se arruinaban mis planes de luna de miel con Esmeralda y me sentía aliviado de haber sido detenido la noche anterior, antes de que pudiera precipitarme y abrazar a Esmeralda para besarla frente a todas las cámaras, sino que ahora, también, Anthony volvía a ser una amenaza.Llamé a Gerardo, que ya estaba enterado de lo sucedido en el concurso.—¿Sabes lo que esto significa, no? —pregunté.—Por supuesto, señor. Ahora mismo estoy frente a la habitación de ese hombre y cr
Estaba contenta de poderme volver a reunir, en el Boca Canoa, para desayunar con mis amigos y no para tener que discutir los detalles de mi retiro del concurso, como había planeado la noche anterior, cuando hablé con el encargado de logística del concurso y con quien supuestamente debía coordinar el arreglo para quedarme en este hotel o viajar a la Florida.— quizá todos estén preguntando por qué la concursante Esmeralda está esta mañana con nosotros — dijo el inglés durante el desayuno—. Más tarde habrá una reunión en la que se les darán más detalles, pero, por ahora, quiero que sepan que Esmeralda seguirá acompañándonos, sigue siendo una concursante y la chef Anne ya no estará con nosotros. Eso es todo por ahora. Disfruten de su desayuno.No tardé en recibir las miradas del chef Zheng y de Daniela, los únicos Concursantes que quedaban de los Masters que también los únicos que desconocían los detalles de lo que había pasado. Daniela no tardó en levantarse de su puesto y