—Cualquiera diría que te gusta… pero solo juegas con ella ¿cierto? — la suspicaz voz de Emireth a su espalda lo hizo voltear a verla.
—¿Te importa? Lo que sienta o no por Leia no es tu maldito asunto…— respondió Caleb con simpleza.
—¿Qué? — preguntó molesta ante lo poco específico de su respuesta y cuidando en todo momento que James no viera más de lo que quería dejarle ver entre ellos.
—Cualquiera de las dos cosas, pero, tu no puedes saberlo ¿O sí? — confesó el rubio con burla y volvió a clavar su mirada en la torpe chica que había tropezado y ahora era ayudada por Erick a levantarse mientras las otras dos jóvenes estallaron en una sonora carcajada.
Él pudo haber sonreído al verla avergonzada, pero estaba má
—¡Diablos! — se quejó Hilary — la luz es muy intensa – decía mientras intentaba cubrirse los ojos.—Solo te está haciendo efecto el alcohol — mencionó Leia al llegar tras ella y ayudarla a llegar a la habitación que compartirían.—No tuve miedo… es solo que no quise algo te pasara — mencionó seriamente Erick al tomar de la mano a Kristel que solo alzó las cejas sin creerle y terminó por sonreír.—Iré a darme una ducha — mencionó con fastidio Emireth, odiaba su cuerpo con olor a humo por la fogata.Melissa pasó directo a su habitación y optó por preparar sus cosas para cuando Emireth saliese, ella también moría por un baño.—Hilary…— la llamó Lei
Se levantó cuidadosamente una vez que se aseguró que todos parecían dormir, pues el silencio en el lugar era solo quebrado por el sonido de las olas en el exterior, colocó sus pies descalzos en el suelo y salió sigilosamente de la habitación.Sonrió de manera torcida al dirigirse a su ansiado objetivo.—Son unos idiotas — mencionó despectivamente al ver el largo pasillo donde se encontraban las habitaciones donde dormían todos sus compañeros de universidad.Emireth recorrió el más amplio sector de ese segundo piso.— ¿Dónde estás? — se preguntó en voz baja al acercarse a una de las puertas de las habitaciones de ese sector, sonrió al bajar su vista a su delgado cuerpo, a Caleb siempre le había gustado verla con poca ropa.Empu&ntild
Ella asintió nerviosa, y tras no poder sostenerle la mirada por esa extraña sensación de intimidad que no terminaba por entender, bajó su vista y vio sus pechos ser aplastados por el marcado y lampiño pecho de Caleb.—Agh…— gimió cuando él se presionó firmemente en ella, sintió una incomodidad en un su interior, ya no era ese dolor que la recorrió completa como momentos antes… ahora sentía su caliente miembro presionarse contra una barrera de su cuerpo… y continuó, la presión no disminuyó, Caleb empujaba su cuerpo contra ella.—Ah— gimió fuertemente sin poder contenerse y su gemido opacó el ronco de él, al haberla invadido completamente. Ella arqueó su cuerpo en reacción.—Ya, Leia…— mencionó jadeante y su cuerpo m&aacut
Entrecerró sus ojos al molestarla el brillo de su celular “son las cinco” se dijo al confirmar la hora.Maldijo por centésima vez en esa noche, ¿Con qué pretexto salía de su pieza? ¿pasarían toda la noche juntos o ella ya habría regresado a su habitación? ¿qué mierdas pasaba con Caleb? Ahora más que nunca le quedaba claro que algo se traía entre manos… ¿Por qué razón fingir que entre él y esa mocosa no había nada si de todos modos pensaba hacérselo?Giró su cuerpo todavía ofendida e indignada, “seguro esa fue su maldita primera vez” pensó molesta al recordar el cuidado y la delicadeza de las caricias de Caleb, y la forma casi enternecida de informarle que entraría en ella…era un imbécil, con ella nunca se comportó de esa forma, nunc
El nerviosismo de la cobriza se había incrementado al ver a todos reunidos “¿no olvidar este día?” pensó y se regañó mentalmente al casi estar de acuerdo con eso, pero por otros motivos… “las primeras horas de mi mayoría de edad la pasé entre sus brazos… haciendo…”—¿Te sientes bien? — preguntó James al acercársele —…te pusiste roja — Las miradas de todos volvieron a ella.—Ah… s-sí… claro, es solo que me avergüenza esto…— se justificó y se sintió tonta, y una pizca de remordimiento pesó en ella.Hilary suspiró desanimada —no pensé que tu fueras una de esas niñas que no saben cómo reaccionar al acaparar la atención— se burló enseguida.
—¿Mamá? — saludó Leia al identificar el número entrante en su móvil — no te escucho muy bien, no tengo muy buena recepción — Explicó al salir de la casa y pararse sobre uno de los jardines perfectamente cuidados de esa casa en la cima del risco. —Leia sabes que me desagrada que hagas las cosas sin consultarme, siempre debes de preguntarnos primero, tu padre se enojara, sabes que no le gusta nada que convivas con demasiados muchachos, al menos James esta allí para cuidarte — mencionó la mujer mayor del otro lado de la línea. Leia suspiró cansadamente — Intenté comunicarme con ustedes, incluso fui a verlos, pero salieron sin avisar… —Siento eso cariño, tu padre ha tenido algunos problemas y bueno… quiero que sepas que no me molesta tanto, solo porque sé que vas con tu amiguita Kristel y James; confío en que él sepa cuidarte — comentó la mujer sin pretender ahondar en los motivos de su lejanía —también deseaba felicit
—Bromeas ¿cierto? — cuestionó incrédulo Erick al ver a su incondicional amigo de pie frente al mar —¿después de lo mucho que te costó salir con ella? – simplemente no podía creerlo.El rubio negó en silencio— Creo que no está funcionando, Emireth y yo somos tan diferentes...— dijo James sin rastro de emoción.Erick tragó ligeramente — ¿no será porque Leia ha terminado su relación con Caleb? –—No lo sé…— dijo y resopló frustrado viendo la noche caer y las personas reunirse en los distintos bares abiertos —tal vez…es que, en realidad, no quiero perder a Leia…ella es mi prometida, seremos marido y mujer, es tiempo de asumir como tal ese compromiso – termino de decir el rubio.El
Los chicos sonrieron y se colocaron a un lado de la que parecía ser la pareja principal, por ese momento, formada por James y Leia para el inicio de las fotografías. —La primera ronda de cerveza va por cuenta de la casa, a salud de la festejada— llegó un informal camarero al dejar sobre la mesa varias botellas. —Vaya… creo que somos algo así como VIP— mencionó Melissa sorprendida, y a la emoción de las chicas se le unieron las risas por el inocente comentario de la pelirroja. —Muchos lugares tienen esta tradición— explicó Leia al sentarse a su lado. —Oh… yo creí que éramos especiales…— el rostro de la chica mostró una suave decepción. La cena ligera pasó entre risas y charlas, con música caribeña sonando como una peculiaridad que tenía ese bar en especial. Kristel y Hilary se divertían viendo las fotos capturadas en el momento exacto, con esa cáma