—¿Puedo saber qué es lo que tanto te causa risa? —escucho una voz familiar, doy media vuelta y mi humor se va hasta por los cielos.—Me distraje, ahora iba por ti y si me disculpas puedo dejar a fifí, a su camita para luego darme una ducha.++Adal++လAceptar la verdad es una complicación, no me siento listo para admitir lo que siento y lo que quiero.Lucero y mi amigo Alfonso me están indicando que puedo dar por terminado el matrimonio, que ya no es necesario que los dos estemos fingiendo, dado que el dinero y el poder de la herencia se me ha entregado y sin ningún problema puedo terminar el contrato.Eso me ha caído como agua helada, no estaba listo y no me siento preparado para dejarla ir, ¿por qué ahora? ¿Hmmm? No comprendo por qué los dos insisten en que me deshaga del matrimonio que tengo con Gisela, por qué no puedo el año que tenía estipulado. Es que no lo veo necesario, no cuando los dos estamos más unidos que nunca, intento comprender esta bendita señal de mierda.Hace un mo
Estos dos me creen capaz de tal cosa, no quiero admitirlo, pero también tengo miedo de la separación que los dos lleguemos a tener. Una oscuridad que está en el fondo de mi ser me dice que es mejor la separación en este momento antes de que sea tarde, sin embargo, está el otro lado que me dice que viva el día a día, que no le ponga mente a los miedos e inseguridades.—No lo considero, estoy seguro de que las cosas terminarán mal y no para ti.¿Tan malo soy?Bueeeno, ese es su pensar, no puedo hacer nada con eso, intentaré ser una buena persona con ella, me considero que lo he sido, pero ahora que Lucero y mi amigo han estado insistiendo en lo malo que soy y del sufrimiento que puedo causar al corazón de Gisela.Voy a hablar con Gisela, quiero que ella misma me diga que tiene miedo de que la lastime, que sea un maldito hijo de puta.—Me voy, no te preocupes y no olvides en preparar las maletas —lo sentencio con tono divertido, me dirijo hacia la salida—, no olvides las maletas, no las
++Gisela++Mi corazón se estrujó de la preocupación por que fifí muera, todavía no me convence de que ella está bien, ¿por qué no me la entregaron? Al diablo todo aquello, “conmigo estará bien, ella se recuperará pronto”. No, estoy segura de que me está mintiendo.Lucero y Adal me han pedido que me tranquilice, que confíe en las palabras del veterinario. Ya ha pasado un día completo y con el remordimiento de no poder ir a visitar a la perrita.Me acosté y abracé mi cara en la almohada, analizando la situación de como la perrita pudo enfermar, cómo pude ser tan descuidada o las cocineras. No, las cocineras no tienen nada que ver.Unos minutos más tarde, la puerta del baño se abrió y él estaba de pie, medio desnudo, con agua goteando de él. Se acostó sin ser molestado, como si me diera tiempo para disfrutar del rostro, y se acostó a mi lado. Ah, pronto se aburrirá, no he dejado de dejar de hablar de la perrita y de lo mal que la está pasando.No ha dicho una palabra desde que entramos e
++Lucero++No resisto más, no es que sea una ninfómana, pero quiero visitar al chófer, quiero darle la noticia de que nos iremos de viaje, también de paso investigaré si tienes sus documentos en orden.Abro la puerta de la habitación y busco con mucho desespero al hombre que hace que pierda mi conciencia y también mi paciencia. Me quedo boquiabierto al ver que él está acostado sobre la cama, boca arriba y con sus dedos dentro del interior de su pantalón. Se está estimulando y dándose mucho placer.Cierro la puerta cuidadosamente para no interrumpirlo, ya que no se ha dado cuenta de mi presencia. Ah, me excita ver ese rostro perdido, mis oídos se deleitan de sus jadeos y sus gemidos, mi corazón se acelera al verlo.¡Oh, Dios! No sé si pueda seguir aguantando más.A la mierda todo, no puedo estar viendo sin que meta su pene dentro de mi vagina. En un par de segundos me despojo de la ropa. Me subí a la cama y él se sobresalta al verme, pero luego se relaja para sonreír con malicia.—Quít
++Gisela++Dejo que Adal respire unos minutos de mí, que se cepille los dientes sin sentir que estoy detrás de su cuello. No quiero que se aburra y que piense que no lo dejo respirar. Mientras espero mi turno aprovecho para ponerme pijama de Bob esponja.Cuanto salgo del closet, sacando lo que me voy a poner, me sorprendo al ver que él está recargado sobre la pared, afuera de la puerta del baño.—¿Sucede algo? —pregunto, y él ladea la cabeza con una sonrisa divertida que impiden lo que estaba a punto de hacer.Me pone nerviosa, lo admito. Intento que todo sea normal, que me sienta familiarizada con las palabras y sus miradas.—Eh, disculpa mi atrevimiento, pero no puedo quedarme callado, necesito decirte que te ves muy linda —su confesión hizo que mi piel se erizara por completo, mis mejillas se sonrojan.Me siento avergonzada, no esperé que él me dijera esas palabras, ¿por qué lo hace? No, lo que esperaría es que se burlara de mi pijama favorita.—Eh, voy al baño, mientras puedes pon
++Adal++Un día hace falta para que todos podamos viajar, eso me emociona porque al final de todo Gisela le agradó la idea de irnos y presentarme como su esposo, por unos segundos pensé que ella se negaría porque nuestro matrimonio es por un contrato y no por un amor verdadero.No era mi intención ponerla entre la espada y la pared, pero no me hacía la idea que ella me presentara como el amigo que no soy. Quiero conocer a sus padres, quiero saber por qué se vino a vivir aquí, es que todavía no comprendo por qué allá no encontró trabajo, ¿por qué aquí? Y lo último es que ella se despida de ellos, que se quite ese dolor que siente cada vez que llama a su madre por la salud de su padre.Ya me ha quedado claro que ellos son todo para ella, es capaz de vender su vida al diablo y yo dispuesto a convertirme en ese diablo. Cada vez que estoy con ella me enloquezco, me pierdo ante la realidad, permitiendo que ella entre poco a poco a mi corazón.¿Qué cosas estoy diciendo? Gracias a los dioses
++Gisela++လPor petición de Lucero tuve que salir rápido de casa y para mi maldición Rolo me tuvo que acompañar.Es más que obvio que es mi chófer personal y no debo protestar porque es como llevarle la contraria a Adal.Lo primero que hice al salir de casa fue meterme al salón de belleza, pedí como toda una señora, o mejor dicho como toda galante esposa, que les dieran amor a mis pies; que les dieran color y vida a mis uñas, porque lo que me pondré en la noche tiene que ser de impacto para los ojos de ese hombre, lo último que le dije es que le diera un cambio radical a mi cabello, que me le diera más brillo y si era posible cortarlo, que ya me había aburrido de andarlo largo.“Tengo cambios en mi vida, quiero cambios en mi cuerpo”.Luego de pedir lo que quiero y necesito, ella me dice que me he ganado un masaje, que no hay necesidad de tocarme para comprobar que estoy estresada.“La chica era una bruja, cómo pudo saber que estaba estresada, la llamada que debo hacerle a mis padres
—¿Qué? —cuestiono con los ojos abiertos—, cómo te atreves, ella jamás ha hablado de ti, es terrible que pienses eso.—Calma, acepta mi invitación y tomémonos un café, ya que no quiero entrar al apartamento de ella sin su presencia.Su insistencia me dice que algo tiene que decir, que debo aceptar, aunque me arrepienta luego, pero de que no debo perderme esa charla, no debo hacerlo.Acepto, pero le digo que me espere, que le debo decir al chico que me acompaña que me espere aquí. Doy media vuelta y me dirijo hacia el auto, ya que Rolo no tiene intenciones de salir de ahí, no lo culpo, no quiere perderse el show que estoy haciendo.—No inventes, soy tu chófer, pero no tu monigote, no pienses que te dejaré que te vayas con ese hombre porque no lo haré —niega con la cabeza, el idiota me desafía.—Cállate, y si quieres, quédate aquí o puedes entrar, mejor espérame, tengo que hablar con ese hombre y no me detendrás, no te metas o me conocerás —mi rostro se endurece, él no tiene derecho de r