—¿Qué? —cuestiono con los ojos abiertos—, cómo te atreves, ella jamás ha hablado de ti, es terrible que pienses eso.—Calma, acepta mi invitación y tomémonos un café, ya que no quiero entrar al apartamento de ella sin su presencia.Su insistencia me dice que algo tiene que decir, que debo aceptar, aunque me arrepienta luego, pero de que no debo perderme esa charla, no debo hacerlo.Acepto, pero le digo que me espere, que le debo decir al chico que me acompaña que me espere aquí. Doy media vuelta y me dirijo hacia el auto, ya que Rolo no tiene intenciones de salir de ahí, no lo culpo, no quiere perderse el show que estoy haciendo.—No inventes, soy tu chófer, pero no tu monigote, no pienses que te dejaré que te vayas con ese hombre porque no lo haré —niega con la cabeza, el idiota me desafía.—Cállate, y si quieres, quédate aquí o puedes entrar, mejor espérame, tengo que hablar con ese hombre y no me detendrás, no te metas o me conocerás —mi rostro se endurece, él no tiene derecho de r
လ¡Qué nervios!Entré al restaurante Focaccino, Berlín, “restaurante italiano”, del brazo de Adal, mientras que Lucero entró en compañía del amigo de Adal. No comprendo si la cena es una clase de citas dobles, por el hecho que si el caso es de celebrar el viaje tenían que invitar a Rolo y a las empleadas.¡Dios, qué cosas estoy diciendo!Estoy nerviosa, Lucero y Adal tuvieron buenas intenciones conmigo de traerme a un restaurante al que pueda sentir que estoy en mi casa, sin embargo, jamás visité un restaurante, por el hecho de que cuestan un ojo de la cara. Hay que ser sinceros, el que tiene dinero es capaz de hacer y deshacer con ello, pero un pobre, solo suspira.Sobre la mesa tenemos marisco, espagueti, copa de agua y de vino. Gracias a Dios ellos escogieron una mesa lejos de la vista de todos, es como un lugar privado, me gusta.Adal ha sido educado, caballeroso y atento conmigo, eso me gusta. ¿A quién engaño? El hombre me saca de mi mundo de fantasías, ya que las hace realidad.
*Después de un rato decidí levantarme de la silla y le pedí a Adal que me indicara el camino del tocador. Para mi suerte Adal se ofrece a acompañarme, quise negarme, pero decidí quedarme callada.Yendo hacia el tocador de mujeres le pregunto qué tan frecuente ha visitado este sitio. Con mi rostro y mis palabras expresé lo hermoso que es este lugar, el dueño se encargó de traer a Italia a esta ciudad.A pocos pasos llegamos al tocador de mujeres, le digo que me espere, doy media vuelta y entro. Cuando iba a cerrar la puerta, él se atraviesa en mi camino, con su mano deteniendo la puerta, me hago a un lado para darle el paso, no sé cuáles son sus intenciones, ¿será que le gusta entrar a los baños de mujeres? Sí, es que el de las mujeres es más limpio que el de los hombres, bueno, eso es lo que siempre se dice, aunque a veces es mentira.Él cierra la puerta y pone el seguro, con nerviosismo, veo de un lado a otro, asegurándome que no haya nadie.—No resisto más —dice en tono desesperado
Doy media vuelta y veo que él está mirándome como un bobo. No hay necesidad de preguntarle. «¿Cómo hiciste para arreglarse tan rápido?» Es obvio que no le preguntaré, ya que él solo tenía que subirse el bóxer junto a su pantalón, acomodarlo y... ¡Listo! Mientras que yo estaba completamente desnuda.—Entrégame mis bragas —extiendo mi mano—. No me pondré mi vestido sin mis bragas.El muy desgraciado esboza una sonrisa y se limita a hablar. Respiro profundo y me voy colocando mi pantalón sin mis bragas. «Esta vez ganaste, pero dudo la próxima».—Me pierdo ante tu belleza —masculla con voz ronca, haciendo que mi cuerpo se erice por completo.—Atente a las consecuencias —le sentenció.Me aliso el cabello y nuevamente me lo vuelvo a recoger, con un poco de nerviosismo quito el seguro de la puerta, la abro asomándome si de casualidad hay alguien cerca.—No tienes por qué avergonzarte y menos si estás junto a mí.Él toma de mi mano y ambos salimos del tocador, ¡sí! El tocador de mujeres que f
—Quiero que sepas que durante el tiempo que hemos estado juntos he sentido o, mejor dicho, soy testigo del sentimiento que ha crecido en mi corazón, no pude evitarlo, me desespero por ti, quiero estar contigo el tiempo que tú quieras.Siento me he lanzado en el lodo de los cerdos, ah, tengo una vergüenza, que preferí el baño de los cerdos y no el entierro de la cabeza como el avestruz.—Eso mismo pienso, quiero pasar más tiempo contigo, disfrutar de lo que queremos y… Es amor lo que sentimos, eso que le llamamos sentimiento, es amor, te gustaría que te dijera amor, quiero pedirte permiso, eso me nace hacerlo, pero tengo un poco de miedo que me abofetees —se acerca con la mano posándola en mi mejilla—, ¿qué dices, amor?—Sí…. Acepto, acepto, Adal, quiero que me digas amor y yo quiero decirte en la cama bichito sabroso —relamo mis labios.—¿Bichito sabroso? —se suelta a reír, no se molestó para nada, wao, su sonrisa es hermosa y contagiosa, es raro las veces que sonríe así, hasta mostra
++Lucero++လAún me cuesta creer que el señor Alfonso me ha traído a mi apartamento, lo extraño es que piensa quedarse aquí por el simple hecho de que estoy borracha. ¡Borracha, yo!Desde que entre al apartamento me quité desesperada la ropa para remplazarlo con una bata. El señor Alfonso debe sentirse aliviado porque no soy de las que se mantiene con ropa, no cuando siento que mi cuerpo arde.Luego de un momento de despojarme de todo lo que me estorbaba, fui a la sala acompañar al invitado, suficiente. Lo importante es que el alcohol que tenía en mi cuerpo ha desaparecido, no por completo, pero sí ha desaparecido.—Eh, quiero agradecerte por traerme, me siento mal por ser una perra con Gisela —murmuro por lo bajo.Ah, me debo callar, no puedo más con todo esto, no cuando tengo ganas de follar, sí, es una locura, pero puedo ver que el licenciado tiene lo suyo, me gustaría conocer que hay detrás de ese traje.—No soy bueno dando consejos, pero es demasiado evidente que debes dejar que
++Adal++La reunión estuvo fantástica, no importó lo que sucedió con Lucero, ya me encargué de que Gisela tenga su mente completa en otra cosa.Todo inició desde que le dije que deseaba hacer otro tipo de cosas con ella, que quiero que me conozca y se conozca ella; su cuerpo, lo que desea, sus fantasías y todo lo que su cuerpo entero puede dar. Sin embargo, me estoy arrepintiendo, la tengo frente a mis ojos y solo parpadea, ¡no hay ninguna reacción!¿Qué es lo que estoy haciendo? ¿Cómo tuve las agallas de proponer tal cosa? ¿No creo que acepte? ¿Ella no es para esto? Soy un completo idiota, cómo pude pensar que ella lo haría, ¡le quité la virginidad!¿Por qué hice eso? Mi vida sexual es demasiada delicada y secreta, y por ello tuve ese pensamiento absurdo de que ella pudiese entrar a mi mundo.—Podemos tomar algo —empieza a darse aire con su mano como si tal fuese un abanico.Eso es una señal de nerviosismo, ella no aceptará, pensará que la mataré. ¡Hmmm! Sin embargo, puedo aprovechar
++Gisela++Dios mío... Ah, sin poder mover mi cuerpo, abro lentamente mis ojos, pero lo vuelvo a cerrar tras sentir como los rayos del sol golpeaban mis ojos. Me remuevo un poco y busco el edredón del cual debería estar cubierta, pero, en cambio, estoy tendida en una inmensa cama, desnuda y sin nadie que me acompañe.Intento abrir los ojos para recordar donde estoy y también la hora que es. Extiendo mi mano hacia la mesita de noche y como si fuese mi mano como una araña, buscando su presa, ¡mi móvil!Al tocarlo y tenerlo en mis manos abro un ojo y el otro permanece cerrado. Veo la hora, y me levanto automáticamente, como si tuviera chile en mi trasero. ¡Las diez de la mañana! ¿Qué es esa mierda? ¿Por qué dormí tantas horas? Corro hacia la ducha, ash, se me había olvidado que no me encontraba en mi habitación, bueno, pero no creo que Adal se moleste por ocupar el baño que está aquí. Tengo que alistarme y salir de aquí, ya pronto será el viaje y obvio que no me quiero quedar y arruinar