++Adal++ Qué terrible, no tengo ni una gota de sueño y mi móvil no ha dejado de tener pesadillas. Con un prolongado suspiro, me obligó a salir de la cama y me dirijo al baño para darme una ducha. Me espera un día largo lleno de trabajo. No he dormido una mierda, es inevitable no ignorar el pensamiento del hombre estúpido dejando a la mujer que amaba.Ha pasado un mes y todavía me viene el remordimiento y arrepentimiento de haber dejado a Gisela. Me pregunto una y otra vez qué será de ella. Ahora todo lo que gané con ella lo perdí en tan solo segundos.Después de ese día todo ha sido terrible porque tengo que sostenerme y enfrentar a mis padres, ellos no aceptan mi separación con Gisela y sobre todo que la he desamparado con un bebé.Mi madre no ha salido de mi casa, a pesar de que está furiosa, ella no deja de seguirme y de reprocharme lo mal hijo que soy. Al ver que su presencia me incomoda me he propuesto viajar y perderme completamente en el trabajo, ya que es lo único que hace qu
++Gisela++¡Ese es mi rostro! Por última vez me veo al espejo y me sorprendo por las tremendas ojeras que me cargo y ni el maquillaje quiere hacer milagro en mí. Camino hacia la cama, agarro mi cartera y antes de que me reprendan por llegar tarde es mejor que deje de verme al espejo y salga corriendo de aquí.—Gisela… Ya es tarde, por favor, tienes que salir —grita y mi cabeza quiere explotar.Hace quince días me convertí en una intrusa para Dolores, ella amablemente me ofreció una habitación, quedando como su compañera de apartamento y poco a poco una de sus amigas. Ella me comparte muchas cosas mientras que todavía me quedo callada y no porque no quisiera, todo tiene que ver porque me da mucha vergüenza.—No sé por qué tantos gritos, me puedes decir que… —me quedo con la boca abierta y sin terminar la palabra.—Hola, pensé que podía unírmeles, es que vivo cerca del piso de Dolores —dice con mimo, extiende sus brazos y me llama con sus ojos.¡María! No encuentro donde meter mi cara,
လMaría y yo logramos llegar a tiempo al hotel, gracias a Dios, porque las dos no dejaban de preguntarme quién es la persona que veré luego de salir del trabajo y que es lo que detona el cambio de humor y color de mi persona.En todo el camino las dos se convirtieron en “Sherlock Holmes”, un par de investigadoras, queriendo saber de mi vida, mi otro lado de la moneda, ese que no quiero tocar porque me lastima.Ellas no dejaban que mi mente procesara o que discutiera el tema de Adal, ¿cómo sabe que estoy en España? También qué tiene de malo que lo sepa, no es como si se arrepintiera y viniese ante mí a pedirme perdón por su confusión y abandono. No lo creo.Para dejarlas un poco tranquila les dije que no quería tocar el tema y que luego de hablar con la persona que me habló en el móvil me reuniré con ellas y las pondré al tanto de todo.Claro, he soñado como la psicópata que guarda secretos, ahora las dos tendrán mucha herramienta para hablar con razón. A pesar de que ellas no quedaron
Aunque fue difícil, le pedí que tomara un poco de aire y me dejara hablar. Ella no asintió y nada, pero si se quedó callada, dándome la oportunidad de hablar, de decirle que no quería aprovecharme de su amabilidad y que en el momento que ella dio media vuelta para dejarme sola yo fui a buscar trabajo. ¡Esté! Que no fue tan complicado, menos fácil, fue por un par de ángeles que me ayudaron y que nadie sabe que estoy embarazada, pero eso no significa que pierda las esperanza que ellos me den la oportunidad de continuar, ya que soy eficiente con el trabajo.Y llegando en el tema de Adal le digo que no temo que él me encuentre, que no tiene nada que buscar, ya que me dejó en claro lo que mi bebé y yo significamos en su vida.Lucero viene da un par de pasos, su mirada se relaja y tras respirar profundo me dice que Adal no quiere firmar el documento de divorcio y que sabe que estoy aquí porque su banco se ha encargo de informarle el dinero que has sacado en la tarjeta, esa que me dijo que c
Ah, no salí del hotel sola, Lucero se aseguró que me subiera a un taxi y que esta iba a hacer la última vez que hacía la locura de irme de su lado. Ella no vino conmigo porque le dije que debía despedirme del par de mujeres que me abrieron las puertas de su casa y corazón. Les debo la verdad y dar la cara, necesito decirles que me tengo que ir, que planeaba quedarme un tiempo aquí, pero después de hablar con los padres de Lucero no que quedó la menor duda de que mi camino es irme, prepararme y ser alguien para mi bebé. No quiero que le falte nada.Espero que ellas entiendan que tengo que buscar la mejoría y estabilidad, ya que si me quedo puedo correr el riesgo de que me despidan y de que Adal aparezca con una carta de la que no me esperaba. Quitarme al bebé para lastimarme, todo suena tan loco, pero a como puede ser cierto, también puede ser mentira, lo que no puedo es quedarme con los brazos cruzados, tengo que alejarme del camino inesperado.—Muchas gracias —salgo del auto, no hago
လUuufff… Me he confesado y siento un enromé alivio en mi corazón, me les uní a ella en la pijamada y sin querer las cosas terminaron por otro rumbo. Inicié por el motivo que vine a España, ya que no podía contarles desde que nací, ella tiene que asimilar un poco las cosas.Ellas se sorprendieron al enterarse por mi propia boca que mi esposo me había dejado por quedar embarazada y que mi amiga Lucero es la que me ha tendido la mano, creo que al procesar toda la información reaccionaron y me preguntaron si tengo un bebé dentro de mí. Señalaron mi vientre plano y yo asentí al mismo tiempo de sentir un nudo en mi garganta.Les pedí perdón por engañarlas, por ocultar mi embarazo y me excusé con la necesidad de conseguir trabajo, de que todo me estaba desesperando y se estaba saliendo de mis manos. Era claro que, si ellas se hubiesen enterado de mi embarazo, jamás de los jamases tuviese el trabajo.Llevamos un par de horas conversando en lo afortunada que soy al tenerlas, que Dios se ha en
—Es la despedida, no sé en qué momento te irás —contesta Dolores, ella es la siguiente que se sirve café—. Esperé a que salieras de la habitación para disculparme, ayer me comporté como una inmadura y lunática, me levanté sin ninguna explicación, pero ahora que tenemos este desayuno juntas quiero darte las gracias por tus intenciones y la de María.—Dolores, recuerda lo que estábamos hablando, no es que esté interesada en el dinero, pero Gisela quiere hacer una buena obra, ella es testigo de las llamadas insistentes que te dan sobre el banco y de lo que te quitaran si no cancelas lo antes posible, por favor mujer, no te atrevas a decir que pagaras con la miseria que ganas en esa tienda.Aush, esas palabras dolieron, más al ego de Dolores, está en medio de la desesperación y no quiere que le ayude.—María, me puedes contar que es lo que le quieren quitar, ella no se quiere dejar ayudar y entiendo que soy una completa desconocida, y por eso se me ha ocurrido la gran idea de darte el din
—¿Por qué le echas sal a la herida? —pregunto con mucha intriga, bajo mi pierna para inclinarme hacia delante, dejando reposar mis brazos sobre el escritorio—, es imposible volver a tropezar con la misma piedra, pero se te agradece por ser el buen samaritano que siempre he esperado.El tono de mi sarcasmo está por los cielos, él me trata como el hombre que no ha quebrado ni un plato, mientras que yo estoy atacando en cada palabra que sale de su boca.—¿Por qué quieres el divorcio?¡Oye, quién es este hombre!No, no puedo contenerme más, se está burlando de mí y no lo permitiré. ¿Sufre de alguna enfermedad?—Eres un imbécil, ya deja de jugar y dime de una vez que es lo que quieres —escupo todo lo que siento, suelto una palmada sobre el escritorio—, última vez, dime qué es lo que quieres.—Sigo en problemas, quería verte para…—Para darte cuenta si cometiste un error o no, lástima por decepcionarte, pero puedes irte por donde viniste, no es necesario que sigas diciendo una palabra más,