Los padres de Chris nunca están presentes en casa, se han dedicado a viajar por negocios dejando a cargo de Gloria, su nana.

Él es el menor de dos hermanos, su hermano mayor Stuart es unos seis años mayor que él, a diferencia de Chris, él se dedicó a los negocios familiares y a hacer su propio negocio, está casado con una bella rubia de la alta sociedad y esperan su segundo hijo, vive fuera del país, y ni por enterado se da que le pasa a su hermano.

Después del accidente el regresa a su gran mansión en donde solo lo está esperando su ama de llaves, quien lo saluda amablemente, le sirve la cena, Gloria llevaba cuidándolo desde que era un niño, era casi como una madre para él, pero la soledad de su hogar era inevitable.

Chris sube a su cuarto toma una ducha, la necesitaba llevaba dos días fuera de casa, su cuerpo estaba sucio y cansado, pero su cabeza lo estaba aún más, no dejaba de pensar en Sara, aquella mujer que sin decir una sola palabra y que solo vio por veinte minutos había robado todos sus pensamientos, eso lo inquietaba, sentía un sentimiento de culpa que no lo dejaría dormir.

Al día siguiente Chris se acerca al hospital donde está internada Sara, es un hospital de baja categoría, no como lo que el solía frecuentar, allí llevaban a todas las personas de la ciudad del común y bueno ahí estaba ella, pregunta en la recepción por ella y si hay algún familiar, pero le informan que hasta el momento no ha ido nadie, así que repentinamente el decide hacerse cargo de Sara hasta que alguien de su familia aparezca.

Él va directo al cuarto número seis donde está internada, hay una enfermera al lado de ella, le está tomando los signos vitales, ella es una mujer ya mayor, en seguida entra Chris y ella le arroja una sonrisa al ver lo guapo que es este hombre y no espera en murmurar.

- ¿Es usted familiar de la paciente?, llevamos esperando que alguien venga a averiguar por ella- Pregunta la enfermera mientras sube sus gafas nuevamente hacia la nariz

-Si, soy su familiar

- ¿Que parentesco tienen? - ella va anotando en una tabla llena de papeles.

Chris no podía decirle que era un familiar directo como un hermano porque no tendría como demostrarlo y no sabría sus antecedentes médicos, así que tomo una decisión improvisada.

-Soy su novio. ¿Como esta ella?

- Bueno como se le había informado, ella se encuentra en estado de coma, sus órganos están bien, pero hay algo en su cabeza que no quiere funcionar, los médicos vendrán más tarde y le explicarán, ¿Hay otro familiar?

-No por ahora, están fuera de la ciudad

- ¿Sabe quién fue el culpable del accidente? - pregunta con suspicacia

-No, no lo sé, pero yo me hare cargo de todo ahora no se preocupe.

-Mmm, ok muchacho usted me inspira confianza, igualmente nadie ha venido a preguntar por ella, y la policía pues no dio ningún reporte de algún cuidado especial, así que usted me da confianza, ahí lo dejo con ella, cuídela, pasaremos a darle ronda momentáneamente.

-Gracias enfermera- en ese momento Chris entendió que se empezaba a crear una red de mentiras alrededor de lo que había pasado con Sara, como le iba a explicar después a su familia que él se había hecho pasar por su novio para poder cuidar de ella cuando había sido su victimario, en ese momento el rogaba porque alguien de sus seres queridos apareciese rápido, entre más tiempo pasaba estaba seguro de que sería más difícil sostener las mentiras, y lo que más deseaba era que ella abriera sus ojos.

Se acerca a ella, la ve con más detenimiento, ahora ella esta entubada y su rostro está cubierto por cables para que pueda respirar, le es más difícil descifrar la belleza de esta mujer, pero observa sus brazos llenos de morados  por los golpes del accidente y se siente morir, puede observar por encima de la sabana que es una mujer de proporciones pequeñas, no es voluptuosa como las mujeres que lo rodean, observa su cabello y ve que es una mujer natural, que no lleva tintes puestos ni pestañas postizas, es tan sencilla, pero al mismo tiempo tan bella.

Toca su mano y nota que es muy suave, Sara lleva sus uñas cortas y bien arregladas, con esto él podía asumir que era una enfermera. No sabía nada de ella, ni siquiera sabía si ese era su nombre real, podía haber llevado un uniforme prestado, pero que más daba, así la llamaría siempre Sara Edwards.

Chris se las arregló para quedar a cargo de los gastos médicos de Sara, pero se lamentaba que no estuviera en un hospital mejor, allí solamente iban las enfermeras de vez en cuando, pasaban las horas y no se acercaba ningún médico a decirle el estado real de la mujer, esto le daba desesperación.

Pasaron varias horas y Chris solo se había quedado sentado en la silla de acompañante escuchando el estridente pitido de las maquinas que mantenían con vida a Sara, su celular había sido su único acompañante, trato de hablar con sus mejores amigos, pero casualmente lo habían bloqueado, causándole un mal sabor, comprobando que solo eran sus amigos en las buenas situaciones, ahora que los necesitaba le había dado la espalda, esto frustraba a Chris y aun mucho más sabiendo que él no era quien había atropellado a Sara.

Al caer la noche, un médico entra al cuarto donde esta Sara, Chris está profundamente dormido en la silla de acompañantes, el doctor aclara su garganta con el fin de despertarlo, Chris abre los ojos, un poco confundido, casi que olvidando donde se encontraba.

-Señor ¿Como se encuentra?, soy el doctor Phillips, bueno vengo a informarle acerca de Sara, me ha dicho la enfermera que usted es el novio ¿Es eso cierto?

-Si señor lo soy mucho gusto Chris Clark.

-Bueno la situación de Sara no es la mejor, sufrió varios golpes en el cuerpo cuando fue atropellada, pero el golpe más grande que recibió fue en la cabeza, afectando sus sentidos, existe la posibilidad de que si despierta no recuerde nada.

- No entiendo doctor, ¿así de grave esta Sara?

-Lamentablemente si joven, no sabemos cuándo pueda despertar, unas regiones de su cerebro donde se conservan los recuerdos fueron dañadas por el impacto, no ha respondido a estímulos, es importante ahora que usted este aquí, trate de hablarle, haga de cuenta que ella lo escucha, esto facilita un posible retorno a la realidad, por ahora es todo señor Clark lamento darle esta noticia.

Puede que ella despierte en pocas horas, o en años, todo depende de la respuesta a las estimulaciones.

Los siguientes días Chris empezó a ser más dedicado a Sara, sin conocerla y con algo de vergüenza comenzó a tocar sus frágiles manos, a diario le daba una caricia en su rostro, le hablaba y le pedía perdón por lo que había pasado, y le prometía que iba a encontrar a su familia.

Le llevaba regalos que encontraba de camino, y los ponía alrededor de ella, se había propuesto que su recuperación debía ser lo más pronto posible, ella merecía estar bien y volver con su familia.

Como todos los días él seguía en la rutina de cuidar a Sara como se había comprometido, ya habían pasado unos diez días en que ella estaba en estado de coma. Estaba sentado en el borde de la cama, como siempre, tomándole la mano y hablándole. 

De repente, la mano blanca de la mujer se movió y Chris sintió que su respiración se detenía de repente.

–Sara–la llamó, y entonces su mano se movió de nuevo.

Chris gritó emocionado al doctor, nunca había sido tan feliz.

Fue la hora más tortuosa de su vida, y finalmente el médico salió de la habitación y le dijo.

–Lo siento, señor, hemos comprobado que sólo era fisiológico y que no había despertado.

Chris estaba tan triste y decepcionado que se sentó en su silla y se puso las manos en la cabeza.

–¿Qué tengo que hacer para que te despiertes, Sara?