En cuanto Maddison escuchó lo que claramente eran sonidos sexuales quitó el oído de la pared.

Volteó nerviosa, pero Logan estaba de nuevo en la ventana, hablaba por un teléfono que no era el que usaba normalmente, estaba por completo en su faceta de soldado, no pudo evitar sentir una ligera molestia, Vaquero perdía la concentración por Daniel, pero Logan no lo hacía por ella.

«Deja de pensar idioteces Maddison» Se recrimina en silencio.

—Tu amigo te abandonó —comentó Logan sin mirarla.

—En realidad Vaquero no se ha portado mal con Daniel, pero yo sé que él no le conviene.

Logan no emitió ninguna opinión, bajó la mirada, pero no la enfrentó.

—Es bien sabido que los soldados no son príncipes azules.

—Y Daniel espera a su príncipe encantador, con Vaquero solo pierde el tiempo —espetó Maddison molesta con su amigo débil de carne, que ahora está divirtiéndose con un hombre que no le ofrece nada.

—Deja que se divierta —advirtió Logan como si le pudiera leer el pen