Maddison detestaba estar pendiente de la puerta, no quería que Logan regresara y la viera, creería que estaba esperando para compartir la hora acordada del día a solas. Pero en ese momento sería perfecto, Asher estaba dormido y Maddison por más que trataba no lograba dormirse, en realidad estaba preocupada, Logan salió poco después del mediodía y ya eran casi las diez de la noche. Escuchó unos ligeros toques en la puerta, sabía que era Logan, lucía cansado, estaba recostado en el marco de la puerta y veía hacia el techo alto con lámparas de cristal, la mansión era ostentosa, casi ni la recordaba y tanto que criticó la casa de Maddison por el lujo. — ¿Estás bien? —Preguntó Maddison viendo su aspecto—. ¿No pudiste hacer nada por tus hombres? Dime que pasó. —Disculpa, vine a ver como estabas y te agobio con mis inconvenientes. —No te preocupes —Maddison miró sus pies, en verdad no entendía qué hacía allí, de pie con una dormilona de seda blanco virginal, con ribetes de flo
Logan desesperado pone a Maddison detrás de él. —Qué es lo que quieres bazofia. —Qué bueno que podemos quitarnos las caretas —exclamó Tom con dientes apretados—, les informaré que tengo derecho a utilizar la naviera, tengo derecho a buscar mi beneficio, porque ni el estado ni mis amigos me ayudaron cuando los necesité. —Me importa una mierd@ lo que pienses merecer, ¿si eres tan valiente por qué te has ocultado? —Escupió Logan. —No soy imbécil, no iré preso para ser olvidado ahora sin nada. Seré preciso e iré al grano. Quiero que aprueben el embarco que les indique, mi problema no es con ustedes, incluso partiré mis ganancias, si no lo hacen lo lamentarán. — ¿Cómo conseguiste soldados? ¿Ellos saben lo que tramas? —Me honras al pensar que solo soy yo —Tom negó con la cabeza—. Somos muchos quienes estamos decepcionados de nuestro ejército, muchos los que creemos que el mal como un cáncer se elimina extirpándolo. —Por eso dejas entrar personas confundidas y fanáticas
Maddison veía la desesperación en Logan, pero con él estaba el comandante Paterson, con Daniel no había nadie. Ella se alejó para poder hablar con Daniel, sabía que estaba muy asustado, que lo que acababa de experimentar lo había puesto muy nervioso y que ahora ella terminaba de ponerlo a sufrir por Vaquero. —Daniel, necesito que me escuches un poco, que me entiendas… *No Maddy, no estoy para entender, ¿qué es lo que dice Logan?, ¿cuándo irá a buscarlo? porque sí lo irá a buscar ¿cierto?* Maddison no podía ni imaginar a Logan saliendo hacia allá, estaría exactamente donde lo quiere Tom, moriría y le pondrían una bandera sobre el ataúd. —No lo sé Dany… Es que Tom está desquiciado, quiere la naviera. *Me imagino que la quiere, sabrá Dios cuántos viajes cobró y ahora no puede hacer.* —Él nos quiere presionar, ataca a quienes amamos, te ataca a ti y al equipo de Logan. *No quieres que Lobo vaya a buscar a Vaquero ¿Cierto?* Maddison se mordió una uña. —Quiero
—Manos a la cabeza —ordenó un oficial. —El FBI ¿Qué carajo hacen en mi casa? —Contra la pared dije —Tom fue pegado contra la pared sin miramiento por un enorme detective.—Pagarán muy caro por este atropello, ustedes no saben con quién se meten —vociferó Tom indignado. Maddison levantó los brazos y la apartaron de Tom, una mujer le dio a Maddison su chaqueta del FBI y ella se quitó el micrófono oculto en la espalda. —Muy audaz no pegarlo en su pecho —la felicitó la mujer. Maddison apenas sonrió, saber que Tom era un enfermo obsesionado con ella no era motivo de alegría. Tom entendió que Maddison lo había manipulado y él le había dado pruebas al FBI. —Queda usted detenido Tom Stewart —Uno de los uniformados lo puso de espalda y lo esposó—, tiene derecho a permanecer callado, pero si confiesas te sentirás mejor. Tom miró a Maddison con furia, pues veía que los policías se lo pasaban en grande, tanto que cuidó de no ser descubierto por tantos años y cayó de la man
En New York, Zaid no sabía que había elegido el peor momento para entrar a Norteamérica. Su esperanza siempre fue convencer a Farid de sumarse a su visión, pero el médico no podía concebir bien el asesinato, menos cuando supo que Zaid asesinó a su padre. Farid le había advertido a Charity irse, pero esa chica sencillamente no sabía seguir órdenes o consejos. En cuanto Farid llegó a su departamento encontró a Charity viendo televisión con los pies en alto, para lo único que era responsable era para cuidar de la criatura en su vientre. —Charity, te dije que tenías que irte. —No tengo a donde ir, cuando regrese Maddison iré a su casa. —Va a venir alguien, ¿no pudiste ir con una amiga, a la plaza o al centro comercial?… —No tengo amigos en New York, bueno en ningún lado, y qué diablos haría en un centro comercial si no tengo dinero… —Te di dinero suficiente para ir a un hotel… —En un hotel nadie podrá llevarme a emergencia si tengo amenaza de aborto —Charity
La noticia de la amenaza terrorista en contra de Estados Unidos en asociación a militares de alto rango y políticos estremeció el mundo y despertó el interés por Logan Hamilton, millonario empresario y teniente Navy SEAL, ya que ahora y después de su divorcio figuraba como dueño de Palermo Shipping. La pregunta era hecha y a la vez contestada por los diversos medios de comunicación. Logan Hamilton había descubierto y evidenciado el contrabando de Palermo Shipping con ayuda de su exesposa. Los tabloides incluso aventuraban que el divorcio fue una treta para despistar a los culpables. Incluso las encuestadoras habían empezado a sacar los pronósticos de una posible candidatura a presidente de Logan, en la memoria colectiva permanecía que Charles Hamilton hubiera sido un excelente presidente. Fuera como fuera, cuando Maddison regresó a New York necesitó escolta de la policía que la acompañaron y la mantuvieron varios días dando declaraciones en todas las investigaciones de
Maddison estaba en su casa y escuchó el timbre de la puerta. Un agente de seguridad recibió confirmación por radio que podía abrir, era seguro. Desde que regresó no había podido hacer nada por su cuenta, aunque Maddison agradece que la cuidaran ella tenía cosas pendientes, ir a la empresa de Logan ya que Palermo Shipping estaba tomado por el estado ahora y lo que más le urgía ir con su padre y sacarlo de las garras de Charlotte. Daniel era quién se encargaba de ir a Industrias Heimdall dejando a Maddison yendo de tribunal a tribunal declarando repetidas veces lo mismo. Aunque ella había dicho que necesitaba ver a su padre no la habían escuchado. —Dios mío pero esto es el servicio secreto acaso. Maddison sonrió al escuchar la declaración y corrió a la sala. Llegó Rowina por fin. Maddison abrazó a su abogada que se convirtió también en su amiga. —Gracias por venir. —Tenía que hacerlo, ¿por qué me parece que estás de nuevo prisionera en esta jaula de oro? P
Los besos eran necesarios, pasar la noche fundidos uno en el otro lo justo, más con el amanecer las cosas pueden verse mejor, Maddison no sabe si está cometiendo un error. Está en su cama junto a Logan, acaba de despertar, han dejado las cortinas abiertas y el sol le hace saber que es un nuevo día en el que tiene mucho que hacer — ¿Qué piensas? —Le preguntó Logan sin moverse de su lado en la cama, abrazaba la almohada boca abajo, ella miraba el techo. —Creí que estabas dormido. —Desperté hace rato, trataba de no molestarte. Maddison se puso de lado y pasó el índice por su barba crecida. — ¿Es extraño? —Mi barba, en la isla, era bastante más larga. Ella sonrió. —Me refiero a estar en mi cama, en el lugar reservado para mi esposo, no para el amante que conocí en una excursión por el Caribe. — ¿Alguna queja señora? —Mi vida es menos interesante de lo que creí —Maddison hizo un puchero, estuve casada y fui infiel con mi propio esposo. Logan la abrazó y