El médico cirujano salió finalmente y se veía agotado después de varias horas operando a Logan. —El señor Logan fue pasado a recuperación, aún está sedado, lo pasaremos a una habitación privada muy pronto. — ¿Está fuera de peligro doctor? —Preguntó Alicia con lágrimas en los ojos. —Aún está en observación por veinticuatro horas, pero pudimos reparar la hemorragia. Maddison apretó la mano de su suegra. —Él estará bien ya lo verá. El médico se retiró y Maddison le dio un abrazo a Alicia. —Creo que es mejor que vaya de una vez —musitó Maddison y miró a Vaquero—, tú te quedarás ¿cierto? Vaquero afirmó con la cabeza. —Yo me encargo de Alicia y cualquier cosa te llamaremos; suerte… —Mi hijo entenderá... —No, no lo hará —Maddison sonrió subiendo los hombros—, estábamos discutiendo como siempre, yo lo empujé provocando esto… —No pienses eso, Maddison, afortunadamente estaba contigo en un restaurante, porque él ya tenía esa hemorragia interna, pudo morir en
Maddison se levantó de la silla con una sonrisa y se dirigió a los miembros de cada departamento: —Veo en sus rostros la preocupación y sepan que ninguno tiene en peligro su trabajo, mi esposo y yo estamos pasando por un momento difícil y espero sepan comprender, él regresará tan pronto esté totalmente recuperado, pero mientras tanto estaré a cargo. —Cuándo Logan pueda venir te va a echar a patadas de aquí —amenazó Cristina. —Cuidado con tu veneno, ahora mismo estás en mis manos, no tientes tu suerte —advirtió Maddison. Maddison regresó al hospital, a Logan aún no lo trasladaban a una habitación privada. Ella de inmediato se preocupó. Le costó mucho entrar, solo gracias a que la seguridad del hospital la reconocieron de cuando estuvo por Asher y se conmovieron por ahora tener allí a su esposo le permitieron ingresar. Consiguió a Vaquero y Alicia en el área de espera. — ¿Cómo está él? —Indagó Maddison preocupada—. ¿Dónde lo tienen? A Alicia se le notaba la
Logan despertó muy molesto, sabía que algo le ocultaban, sentía mucho dolor y Maddison y su madre se habían turnado para estar con él sin decir nada durante toda la noche. Jamás había dormido tanto, pero le costaba mantener los ojos abiertos. Era por petición del médico, la presión se mantenía elevada y también debían subir sus plaquetas y por ello la debilidad. Para Logan eran puras excusas para no decirle la razón por la cual Maddison tenía el semblante como los primeros días que pasaron en la isla. Se sentía culpable. —Lobo, estás aún entre nosotros. Logan abrió los ojos y vio espantado que lo habían cambiado de habitación y él ni cuenta se había dado. Ya había amanecido hace rato. —Vaquero, gracias a Dios, me volveré loco entre tanta vieja consentidora, quiero largarme de aquí. — ¿Cuál es el problema? ¿Son muy feas las enfermeras? O ya sé, prefieres que yo te de baños de esponja. —Aprovecha que estoy herido para burlarte. Vaquero rio con ganas y
Logan toleró la silla de ruedas hasta el estacionamiento, rezongando, pero eran normas del hospital. En el camino a casa en el auto de Maddison, Alicia iba en la parte de atrás y Logan junto a Maddison; decir que fue tenso era quedarse corto. Logan estaba furioso con ambas, con Maddison por siempre sacar provecho de él y con su madre por traicionarlo. No hacía más que quejarse desde lo incómodo que era el vehículo para su condición, hasta la manera de conducir de Maddison, alegando que era muy rápido o muy lento. Maddison lo toleraba porque era una mujer noble y él estaba convaleciente, pero Logan tentaba la paciencia a un santo. Al llegar a casa, la cosa fue peor. —Mamá ayúdame para sostenerme de ti —bramó Logan. —Hijo, deja que te ayude Maddison, tú eres muy grandote. —Ella será muy feliz haciéndome la zancadilla para que caiga por la escalera; al quedar viuda podrá hacer lo que le venga en gana con mi empresa. Maddison cruzó los brazos mirando como Log
Maddison regresó a casa, era raro no tener que ir a trabajar, entró a su estudio y revisó en línea en Palermo Shipping, muy contenta constató que tenían más pedidos y viajes pautado. —Debo agradecer al apellido Hamilton y a la intervención de Charlotte. Dijo para sí misma, escuchó la campanilla y negó con la cabeza, recordó los viajes que ordenó Charlotte y estaba por revisar los manifiestos cuando notó el sonido insistente de la campanilla. Maddison dejó lo que estaba haciendo y fue a ver qué pasaba con Logan, entró y ya estaba Alicia con él. —La verdad me gustaría bañarme —reclamaba Logan. — ¿De dónde sacas que puedes bañarte? Ni ducha de inmersión ni parado bajo la regadera, tienes reposo absoluto y por eso debías quedarte en el hospital —insistía Alicia. Logan necio bajaba los pies de la cama. —Logan, es mejor que descanses —le indicó Maddison. —Voy al baño, no soy un lisiado, puedo caminar y hacer mis necesidades lejos de mi cama. —Es normal que mi
Logan tiró las llaves en el bol de la entrada. Buenas tardes, perdón por interrumpirlos. Asher que es una ternura de niño dio un grito entusiasmado por Logan, eso hizo que Logan cambiara su semblante, se acercó al niño que estiró los brazos a su padre. —Logan, ya Farid le quitó el tratamiento a Asher —le comunicó Maddison muy contenta. Logan observó al niño que ya tenía entre sus manos su gruesa cadena de oro, juguete favorito cuando Logan lo carga. —Mi niño es un campeón. Maddison sonreía mirando a su precioso bebé con ternura, pero su irritable esposo tenía que seguir hablando. —Doctor ya puede irse, tengo que hablar con mi esposa y ya que su paciente está muy bien es libre de visitar más niños delicados. — ¡Logan! No te pases… Farid se levantó de su asiento. El médico con rasgos muy marcados de sus raíces Israelí vio a Logan con el rostro en alto. —Estoy muy seguro de que mi paciente está recuperado y me alegra, al igual que visitar a Maddison.
Hay que concederle que Logan es un hombre rápido en captar, porque no mostró sorpresa, de hecho sonrió de lado. La descarada Ibeth soltó el brazo de Logan cuando Maddison estiró el brazo hacia su esposo. —Iré a buscar al comandante Hamilton. —Gracias Ibeth —le respondió Logan con una sonrisa. Maddison rodó los ojos. — ¿Se desocupó señor sonrisa encantadora? Recuerda que eres un esposo enamorado —le indicó con sarcasmo. Logan se acercó a Maddison con las manos en los bolsillos. Aunque era un hombre notable y apuesto, jamás fue mujeriego, el honor y la integridad marcaron su vida, solo con Maddison se ha descarriado del camino, eso lo hace estar aún más resentido con ella. Allí tienes la banca de la caminería —le indicó Logan con una mueca señalando al mover la cara. —No puedo aparentar ser una esposa feliz si andas coqueteando con cada enfermera, solo quería recordarte, quieres que te haga un favor, pero como siempre no colaboras. Logan rio viendo el ci
En cuanto Maddison estuvo en la sala completamente oscura es que pensó que lo más lógico era haber ido a buscar a Logan. Caminó entre los muebles porque conocía la posición de los mismos. Estaba completamente oscuro y sintió miedo, siempre se dejaba la luz del pasillo encendida para prevenir esto, la casa era una boca de lobo. Maddison se movió hacia el interruptor del pasillo y fue embestida por un hombre. Ella cayó al suelo de manera estrepitosa llevándose con ella un adorno de cristal de la mesa. Con la pesada escultura le pegó en la cabeza a su agresor. — ¡Auxilio, Logan! —gritó desesperada. — ¡Pero qué demonios! Escuchó Maddison la voz de Logan y ahora estaba segura, él era el hombre que la atacó. Dejó de sentir el peso de él que se levantó y encendió la luz. Maddison puso las manos en sus ojos afectada por la fotofobia. — ¡Maddison! ¿Cómo se te ocurre?, pude matarte… Logan estaba en shock y muy molesto, Maddison en el suelo llevaba la bata ab