Logan se jactaba de ser un hombre ecuánime, pero Maddison Palermo sacaba lo peor de él, no recordaba haber odiado tanto a nadie, que su imagen fuera la de la mujer que más había amado le hacía odiarla aún más. — ¿Por qué te ríes de esa manera? Creíste que no iba a resistir, que por verte con seda escarlata me olvidaría de cómo me engañaste. Maddison le quitó el bebé de los brazos. —Hazme el favor y sal de aquí. —No puedes tolerar que no te salgas bien tus planes y te desprecie. — ¡Fuera! —Gritó Maddison y el bebé chilló incómodo—. Logan salió solo por no soportar los gritos, en verdad odiaba escuchar gritos, llanto y lamentos. Se encerró en su habitación y aún podía escuchar el llanto de su hijo y eso le partía el alma. — ¿Por qué tuvo que pasarme esto? —se lamentó pasando una mano por el cabello, se dejó caer en la cama observando el techo, sin cambiarse. Logan había llegado de mal humor, tuvo que tolerar el llanto de Cristina, lo cual aceptaba por creerse cul
El pediatra de Asher le indicó a Maddison llevarlo a la emergencia, él bajaría pronto, pero también estaba complicado con otros pacientes. A Logan no le gustaban los hospitales, el caos en la emergencia, los lamentos, el olor a antibióticos, la sangre… Y esta vez era su hijo, nunca antes se sintió tan asustado, ni siquiera en peligro de morir en medio de una guerra tuvo tanto miedo. Maddison entró con determinación al área de recepción y Paquita pisándole los talones, Logan se mantenía detrás de ellas. —Señor no puede pasar —le indicó una enfermera. —Soy el padre del bebé ¡Maddison! —la llamó para que le dijera a la odiosa enfermera, ella volteó. —Sí, déjenlo pasar, es mi esposo. —Son solo dos personas por paciente —les indicó la enfermera. —Yo me quedo aquí —manifestó Paquita y regresó a la puerta. Logan le sonrió a la anciana. —Muchas gracias —expresó Logan de corazón y corrió hacia Maddison. —Debiste esperar, Paquita tiene más información de Ashe
Maddison abrió los ojos y estaba en una camilla, Daniel tomaba su mano y una enfermera amable le hacía un chequeo. — ¿Asher, qué ha pasado con Asher? —Tu esposo está con los médicos. —Señora Hamilton ha tenido una baja de azúcar. —La verdad no recuerdo cuándo fue la última vez que comí, ayer tuve un dia ajetreado. — ¡Ayer! Maddy, pasa ya de mediodía y no bebiste ni café en la mañana. —Ahora eso no importa, necesito saber de mi bebé. Maddison quiso bajar de la camilla y vio que tenía el brazo pegado a una intravenosa con medicamento. En ese momento regresó Logan, la enfermera se retiró y él se quedó mirando a Daniel. —Yo también quiero saber de mi monstruito, yo soy el tío Daniel. —Tú no eres nadie para mi hijo. —Estás muy equivocado —espetó Maddison—. Daniel es muy importante para mi hijo y gracias a él estamos vivos, porque fue Daniel quien me sacó de ese espantoso lugar y yo pude recuperar a Asher, así que con él también paras tu hostilidad, porque
— ¡Logan, no seas maleducado! —Le increpó Maddison, conozco a Farid de la universidad. — ¿Acaso estudiaste medicina? —inquirió Logan seguro de que no era el caso. —No, claro que no estudiamos juntos, de hecho él se graduó primero que yo. —Ambos éramos ratones de biblioteca —expresó Farid con nostalgia mirando a Maddison y no a Logan. — ¿Qué puedes decirme de mi hijo, Farid? Farid regresó a ver su tablet de trabajo. —Supongo que ustedes adoptaron al pequeño Asher… —Es nuestro hijo biológico —aseguró Maddison de inmediato. Farid los miró desconcertado. —Quizás hay un error en la historia y el otro hospital mandó el contenido equivocado, pero aquí dice que Asher estaba en custodia del estado desde que nació… —Sí… —afirmó Maddison frotando sus manos con ansiedad—. La historia es correcta Farid y tendríamos que sentarnos un buen rato para ponerte al día, pero yo recuperé a Asher con poco más de tres meses de nacido, he tenido cuidado y pensé que todo lo que
Maddison venía conversando con Alicia cuando vieron a Logan caminar por uno de los pasillos, Alicia lo llamó. — ¿Pasó algo con Asher? —indagó Maddison. —No, él está muy bien, es que voy a reunirme con la directiva del hospital, voy a patrocinar una iniciativa para cuidados de bebés en condiciones como las de Asher. —Qué bueno hijo, estoy muy orgullosa. —Pero ¿Con quién dejaste el niño? —Inquirió Maddison. —Cristina lo está cuidando —contestó Logan muy tranquilo. Maddison se puso furiosa, dio la vuelta y corrió a la habitación de Asher. Entró de golpe y vio a Cristina parada con la frazada en ambas manos, disimuló soltando la frazada. —Apártate de mi bebé ahora mismo —enfatizó Maddison con dientes apretados. Cristina se apartó nerviosa. —Yo no le estaba haciendo nada al bebé —se defendió Cristina y vio entrar a Logan detrás de Maddison y entonces su actitud fue la de víctima—, no tienes por qué tratarme así, yo no le haré daño, después de todo y
Al día siguiente el doctor Farid examinó a Asher en la mañana. Maddison lo ayudó a sostener al niño inquieto, mientras con el estetoscopio escuchaba sus pulmones. —Entonces Farid ¿Puedo llevarme a mi niño? Farid la miró con sus ojos marrón claro como el desierto y le hizo un guiño. Maddison sonrió y recordó como ese gesto en Farid le hacía temblar las piernas cuando era una universitaria. —Dejaré que te lo lleves —Maddison lo celebró con una exclamación de victoria—. Pero tengo algunas condiciones. —En casa estamos listos para cuidarlo —respondió Maddison de inmediato—; por favor Farid, quiero llevarme a mi hijo a casa. — ¿Tan mal te hemos tratado? —indagó él triste. —A nadie le gusta estar en hospitales —dijo Logan entre dientes. —No, claro que no —concedió Farid—. Estoy seguro que lo cuidarán bien, pero necesito darle seguimiento. —Te lo traeré, ahora eres el doctor oficial de Asher —le indicó Maddison muy contenta—. ¿Qué otra condición querías darme?
—De-debe haber un error —murmuró Cristina, tratando de ocultar su nerviosismo. —Yo pasé exactamente las cuentas, tengo respaldo —respondió Noah y Cristina agrandó los ojos porque le dejaba caer todo encima de ella, claro que él tendría respaldo de las verdaderas cuentas. —Envíamelas entonces —enfatizó Logan muy serio a su empleado. —Lo haré —contestó Noah—, sin embargo… Debo abogar por Cristina, ella estaba organizando una boda, sola y su novio estaba a cientos de kilómetros exponiendo su vida. —Es suficiente Noah, no necesito que me defiendas —espetó Cristina. Noah levantó las manos excusándose por meterse en problemas de pareja y salió de la oficina, pero ya le dio la idea para que se defendiera y Cristina enfrentó a Logan. — ¿Por qué me das una emboscada delante de Noah? —Debía poner a ambos frente a frente —contestó Logan mirándola atento y Cristina siente que él puede oler las mentiras, así que respira profundo. —No confías en mí —inquirió triste—, después
Logan devoró con la mirada la figura provocativa de Maddison y plantó los pies en el suelo resistiendo tomarla a lo cavernícola y arrastrarla a su habitación y disfrutar de su cuerpo, como desea, beber de ella, hundirse en ella, llenarla de él. «Estos pensamientos no me ayudan» Y es que la erección levanta la parte frontal de su pantalón de manera evidente, aunque acaba de disfrutar de una mujer, estaba insatisfecho, no era la que él deseaba. Maddison dio la vuelta y regresó, los ojos de Logan no pueden dejar de verla. —Se me olvidó el agua… —Sé lo que haces y no te funcionará —espetó Logan de mala gana. Maddison se sintió ridícula, ya sabía ella que Logan no la quería, dejarse llevar por su suegra y Daniel y por su propia melancolía era algo absurdo. Logan la odiaba demasiado. «Y de paso es un imbécil» — ¿Y de qué soy culpable ahora? —Preguntó Maddison con falsa inocencia. —Te dije que pasearte medio desnuda no me hará desearte. Maddison mor