Yo estaba en ropa interior y Eric continuó quitándose el traje que tanto le molestaba, no pasó mucho tiempo para que estuviera solo en bóxer y con tremendo bulto queriendo salirse de la tela.Apreté los labios y tragué saliva. No me daba miedo un miembro masculino, pero ver a Eric de ese modo me hacía sentir extraña y excitada al mismo tiempo. Ansiosa por que llegue el momento de tenerlo dentro y experimentar de todo un poco.Me fijé más en su trabajado torso, el cual poseía un poco de vello en el pecho y por la parte de su abdomen, haciéndolo ver masculino y sexy desde mi punto de vista. Me mordí el labio en cuanto ese ser se inclinó para acomodarse encima de mí de nuevo.—Estoy nerviosa, emocionada, y ansiosa —expresé.—Pues haré que te sientas amada —me besó la frente.Mi cuerpo estaba tenso por lo que estaba pasando, pero el tacto de Eric en mi piel me obligaba a aflojar cada musculo. Su boca fue dejando cálidos besos desde mi frente hasta llegar a mi boca, luego cuello y se detuv
Los días habían pasado con normalidad y llegó el más esperado por la empresa. Jax Brown aparecería en cualquier momento cruzando la bendita puerta que yo no dejaba de ver, nerviosa y repasando en mi mente lo que le diría.Inhalé hondo, buscando calmarme. Eric y yo habíamos tenido buenos momentos y me di cuenta que nos convertimos en una pareja seria, nada de un falso compromiso como lo era al principio.Me emocionaba casarme con él...—¡Ximena! —exclamó la voz de Jeanniel.El hombre venía corriendo desde quién sabe donde y con una carpeta en las manos, supuse que era un contenido referente a la reunión de ambos CEOS.—¿Qué sucede? Primero calma tu respiración, te ves alterado —comenté, un poco preocupada porque le faltaba el aire.Se apoyó del mostrador con pesadez y respirando con dificultad, los jadeos no se iban y tuve que esperar unos segundos para que me pudiera responder.—Pensé que no llegaría a tiempo. ¿Todavía Jax no ha llegado? —cuestionó, con una mano en su pecho.—No, pero
—¿Por qué todavía no te has ido? —bufé, refiriéndome a Jeanniel.Había pasado aproximadamente una hora desde que dejé a Jax en la oficina de Eric y Jeanniel se quedó conmigo en la recepción. No me molestaba su presencia, pero estaba concentrado en su celular.—Porque estoy seguro de que Eric vendrá a acompañar a Jax hasta la puerta para despedirse, en ese momento quiero estar presente para ver si todo salió bien —respondió, con obviedad y sin verme.—Pero puedes enterarte de lo sucedido luego —resoplé, apoyando mi codo en el mesón.—¿Me estás echando, Ximena? —Llevó una mano a su pecho con drama—. Sé lo aburrido que suele ser estar solo en la recepción, también te estoy haciendo compañía —agregó.—Lo agradezco, pero me preocupa que Eric te regañe al verte lejos de tus responsabilidades —expresé, mirándolo.—Eric me conoce desde hace mucho, no te preocupes —Sacudió su mano y guardó el celular—. Por otro lado, ¿no me vas a contar cómo va su relación? Porque se nota que avanzó de golpe —
Habían pasado dos días desde la visita que tuvimos de Jax Brown. Todavía seguía en la recepción mientras Eric encontraba a una nueva recepcionista. Supuse que debía de ser un trabajo difícil pues había recibido un montón de curriculums de mujeres que querían optar por el cargo, algunas con mucha experiencia, otras no tanto. Habíamos concluido nuestra jornada laboral y fuimos a su casa. Sería mi primera vez en ese lugar, le avisé antes a mis padres que me quedaría con Eric. Así me iba acostumbrando para cuando tocara mudarme con él. —Bienvenida a mi humilde casa —bromeó, abriendo la puerta. Entré y por supuesto que no tenía nada de humilde. Habían cosas de vidrio por aquí y por allá, las lámparas también parecían ser costosas y ni hablar de los sillones que estaban en la sala de estar. Noté que Rocky estaba acostado en una cama para mascotas de su tamaño, lo único que hacía era mover la colita, pero no se levantó al ver a su dueño. Parecía cansado. —Rocky... —Comprimí una sonrisa.
—¡Salen en la portada! —exclamó Jeanniel, viniendo a toda prisa a la recepción.Habíamos llegado temprano ese día porque llamaron a una postulante al cargo de recepcionista y teníamos que recibirla, para luego llevarla a la oficina de Eric.—Lo sé, aunque me preocupa no agradarle a las personas... —respondí, mordiéndome una uña.—¿Estás demente? Deja de pensar ese tipo de cosas. Lo que debes hacer es disfrutar de esta tremenda oportunidad que te hará reconocida —comentó el moreno, acomodando sus lentes.—Ay, bueno. Toda mi vida fui bastante reservada, esto será nuevo para mí —resoplé, con pesadez.—Pero mírate, pareces una modelo con ese vestido —proclamó, entregándome la revista.Lo tomé con desconfianza, pero tenía razón. No parecía yo. Estaba al lado de Eric y ambos teníamos una sonrisa de felicidad, tal vez porque antes de ir a la sesión de fotos, pasamos un momento agradable en su casa. Me mordí el labio al recordarlo.El vestido que me compró era uno de novia, solo que algo senc
Era mi primer día como secretaria de Eric y ya iba a llegar tarde...Había salido de casa luego de vestirme con el nuevo uniforme que me compró mi... Novio... Prometido.¡Me arden las mejillas de solo decirle así!Y eso que no soy una adolescente.Mi padre no me pudo llevar en su auto porque tenía que salir más temprano, así que me fui por mi cuenta a la parada para conseguir un taxi que me llevara.Estaba casi trotando por la acera, mientras que los fuertes rayos del sol azotaban mi cara por ser la zona más descubierta. Coloqué la palma de mi mano sobre mi frente para cubrirme un poco.Por suerte, había un taxi estacionado y aproveché que no se veían más personas buscando uno. Así que me subí sin pensarlo dos veces.Tranquilicé mi respiración, llevando una mano a mi pecho. Estaba sentada en la parte de atrás del vehículo, pero no me había dado cuenta que a mi lado se encontraba una mujer que reconocí por su rubio y brillante cabello.—Lo que faltaba —soltó ella, cruzada de brazos.—M
Entré a la oficina de mi hombre con una enorme sonrisa sin importar lo que me había sucedido durante el inicio del día.La revelación de Rebeca y el incómodo encuentro con Agatha, aún así, planeaba llevarme bien con ella puesto a que la vería seguido.—¿Pero qué ven mis ojos? ¿Es un ángel o un avión? Oh, no, es la diosa que ilumina mi corazón —bromeó Eric, estaba de pie en medio de la sala.Reí porque fue un poco cursi de su parte haberse inventado tal frase para conquistarme, más de lo que ya estaba.—Buen intento, Romeo —me acerqué y le pinché la nariz con mi dedo—. ¿Así le dices a todas?Él me sostuvo entre sus brazos, mientras nos mirábamos con ternura. Lo había visto el día anterior y todavía no superaba el hecho de que me hiciera sentir tantas cosquillas cada vez que nos encontrábamos.—¿Celosa, Ximena? No conocía ese lado de ti —me besó la nariz con delicadeza.Amaba lo tierno que era Eric conmigo. Me trataba como siempre deseé que lo hicieran.—Puedo ser muy celosa, de hecho.
Estaba en el comedor con Jeanniel, esperábamos a Eric ya que nos comentó que se uniría a nosotros. Los días pasaban volando y la noticia de nuestro compromiso no desaparecía.Siempre encontraba algún anuncio en Internet que lo recalcaba, eso me hacía pensar que a Eric le iría de maravilla. Todos los días solía almorzar junto a Jeanniel y Olivia, normalmente Eric no lo hacía en el comedor del edificio porque se ocupaba en su oficina y prefería comer ahí mismo.—Agatha me cae bien, deberíamos invitarla a comer con nosotros. Está sola en aquella mesa y me siento fatal porque me recuerda a mi yo de la universidad —mencionó el moreno, señalando el lugar apartado donde se encontraba la susodicha.Me giré en su dirección y tenía razón. La mujer estaba sentada en una mesa, sin ningún tipo de compañía y removiendo la comida con un tenedor. No estaba lejos de nosotros.Apreté los labios.—A penas lleva tres días en la empresa —respondí, devolviendo mi mirada hacia él.—La he estado supervisando