Los días pasaban y Dante no se había aparecido en la empresa. Me resultaba extraño y en un punto llegué a preocuparme porque ni Eric sabía dónde se encontraba.¿Y si optó por dejarlo todo atrás y cometer el horrible acto de quitarse la vida?No... Él no haría eso, mucho menos teniendo a Rebeca como su único apoyo. Estaba de camino a la oficina de Eric porque me había llegado una llamada importante que le iba a subir los ánimos de golpe ya que el CEO número uno buscaba concretar una reunión con él.Tenía entendido que si recibía hasta la más mínima ayuda o simplemente la prensa se enteraba de que Jax Brown estuvo con Eric, eso ayudaría muchísimo a Rosa Blanca en cuanto escalar en el mundo de los negocios.No podía creer que hablé con el mismísimo Jax, hombre que solía ver en televisión o en cada sitio de Internet. Hasta su boda llegó a las noticias, en donde su esposa quedó gravemente herida, ese evento ocurrió hace como cinco años.Subí el ascensor, y cuando estuvo a punto de cerrarse
Seguía en la oficina con Eric y ambos nos estábamos mirando con ternura. Era como si vernos ya nos llenaba el vacío que teníamos en nuestro corazón.Hasta que tocaron la puerta, interrumpiendo nuestro momento.—¡Pasa! —exclamó él, justo como hizo antes conmigo—. Seguro es Jeanniel, lo mandé al último piso para que supervisara a los nuevos —añadió, sin darle importancia.—Con razón Olivia lo estaba buscando y no lo encontraba —recordé, con la mano en el mentón.—¿Ya te llevas bien con Olivia? —cuestionó.Asentí, y la puerta se abrió. Giré mi cuerpo a la derecha para poder comprobar de quién se trataba y rodé los ojos en cuanto vi a Dante entrando como si nada hubiera pasado entre nosotros.Tenía una expresión seria en su rostro, llevaba ambas manos en sus bolsillos y una ropa casual, en resumen, no tenía su uniforme.Devolví mi cuerpo a la normalidad para poder cruzarme de brazos e ignorar al hombre que acababa de entrar porque estaba enojada con él. No pensaba hablarle a menos que fue
El viernes había llegado a una velocidad impactante que me tenía con los nervios a flor de piel. Me encontraba en casa con mis padres, los tres estábamos sentados en el sofá de la sala ya que les comenté que esa noche estaría con Eric.Y que no me esperaran porque no tenía planes de volver hasta el día siguiente... Cosa que alertó a mamá y la dejó toda emocionada porque entendió al instante lo que sucedía.Papá estaba calmado, leyendo el periódico mientras bebía una taza de café.—Me alegra tanto que nuestra hija le esté dando una oportunidad a Eric —comentó mamá—. ¿No crees, Emilio?—Por supuesto. Tal vez estoy viejo, pero siempre he tenido la capacidad de deducir si una persona es buena o mala —Pasó la página, con la voz profunda—. ¿O acaso me equivoqué con Dante?—Papá, ya te he dicho que es mejor no volver a mencionar a ese hombre... —pedí, exhalando.—¿Y cuándo será la boda? —preguntó mamá.Y pensar que al principio no estaba del todo de acuerdo con el inesperado compromiso con E
Llegamos al hotel, en donde había un enorme cartel que decía "Rosa Blanca". Era de esperarse, cuando estuvimos en la recepción solo había una mujer que nos atendió y nos dio la llave de la habitación que pidió Eric.Estaba lamentablemente vacío el lugar, por más que fuera de noche, pensé que podía haber residentes en la planta baja. Supuse que era verdad lo que decía Eric en que no les estaba yendo muy bien a los hoteles.Me sentí un poco decaída con eso. Subimos por el ascensor y sin mucha tardanza logramos llegar a la habitación número 10.—Espero que te guste lo que preparé, es algo pequeño, pero lo hice pensando en ti —avisó, antes de abrir la puerta.Giró la perilla, dejando que yo entrara primero y explorara el lugar por mi cuenta. Era un espacio pequeño y acogedor que haría sentir bien a cualquiera.Había una cama matrimonial posicionada en medio, en ambos lados de la misma habían dos mesitas de noche con velas aromáticas que hacían el ambiente más agradable.Inhalé hondo, cami
Yo estaba en ropa interior y Eric continuó quitándose el traje que tanto le molestaba, no pasó mucho tiempo para que estuviera solo en bóxer y con tremendo bulto queriendo salirse de la tela.Apreté los labios y tragué saliva. No me daba miedo un miembro masculino, pero ver a Eric de ese modo me hacía sentir extraña y excitada al mismo tiempo. Ansiosa por que llegue el momento de tenerlo dentro y experimentar de todo un poco.Me fijé más en su trabajado torso, el cual poseía un poco de vello en el pecho y por la parte de su abdomen, haciéndolo ver masculino y sexy desde mi punto de vista. Me mordí el labio en cuanto ese ser se inclinó para acomodarse encima de mí de nuevo.—Estoy nerviosa, emocionada, y ansiosa —expresé.—Pues haré que te sientas amada —me besó la frente.Mi cuerpo estaba tenso por lo que estaba pasando, pero el tacto de Eric en mi piel me obligaba a aflojar cada musculo. Su boca fue dejando cálidos besos desde mi frente hasta llegar a mi boca, luego cuello y se detuv
Los días habían pasado con normalidad y llegó el más esperado por la empresa. Jax Brown aparecería en cualquier momento cruzando la bendita puerta que yo no dejaba de ver, nerviosa y repasando en mi mente lo que le diría.Inhalé hondo, buscando calmarme. Eric y yo habíamos tenido buenos momentos y me di cuenta que nos convertimos en una pareja seria, nada de un falso compromiso como lo era al principio.Me emocionaba casarme con él...—¡Ximena! —exclamó la voz de Jeanniel.El hombre venía corriendo desde quién sabe donde y con una carpeta en las manos, supuse que era un contenido referente a la reunión de ambos CEOS.—¿Qué sucede? Primero calma tu respiración, te ves alterado —comenté, un poco preocupada porque le faltaba el aire.Se apoyó del mostrador con pesadez y respirando con dificultad, los jadeos no se iban y tuve que esperar unos segundos para que me pudiera responder.—Pensé que no llegaría a tiempo. ¿Todavía Jax no ha llegado? —cuestionó, con una mano en su pecho.—No, pero
—¿Por qué todavía no te has ido? —bufé, refiriéndome a Jeanniel.Había pasado aproximadamente una hora desde que dejé a Jax en la oficina de Eric y Jeanniel se quedó conmigo en la recepción. No me molestaba su presencia, pero estaba concentrado en su celular.—Porque estoy seguro de que Eric vendrá a acompañar a Jax hasta la puerta para despedirse, en ese momento quiero estar presente para ver si todo salió bien —respondió, con obviedad y sin verme.—Pero puedes enterarte de lo sucedido luego —resoplé, apoyando mi codo en el mesón.—¿Me estás echando, Ximena? —Llevó una mano a su pecho con drama—. Sé lo aburrido que suele ser estar solo en la recepción, también te estoy haciendo compañía —agregó.—Lo agradezco, pero me preocupa que Eric te regañe al verte lejos de tus responsabilidades —expresé, mirándolo.—Eric me conoce desde hace mucho, no te preocupes —Sacudió su mano y guardó el celular—. Por otro lado, ¿no me vas a contar cómo va su relación? Porque se nota que avanzó de golpe —
Habían pasado dos días desde la visita que tuvimos de Jax Brown. Todavía seguía en la recepción mientras Eric encontraba a una nueva recepcionista. Supuse que debía de ser un trabajo difícil pues había recibido un montón de curriculums de mujeres que querían optar por el cargo, algunas con mucha experiencia, otras no tanto. Habíamos concluido nuestra jornada laboral y fuimos a su casa. Sería mi primera vez en ese lugar, le avisé antes a mis padres que me quedaría con Eric. Así me iba acostumbrando para cuando tocara mudarme con él. —Bienvenida a mi humilde casa —bromeó, abriendo la puerta. Entré y por supuesto que no tenía nada de humilde. Habían cosas de vidrio por aquí y por allá, las lámparas también parecían ser costosas y ni hablar de los sillones que estaban en la sala de estar. Noté que Rocky estaba acostado en una cama para mascotas de su tamaño, lo único que hacía era mover la colita, pero no se levantó al ver a su dueño. Parecía cansado. —Rocky... —Comprimí una sonrisa.