Tiara Estoy en la fila de la cafetería de la Universidad, hoy es jueves y tengo una clase a las 8:00 de la mañana. Tengo dos clases y salgo a las 10:00 am. Luego tengo que trabajar, al menos llegué a las 11:30 anoche y mi madre no se encontraba. Agradecí a todos los santos, estaba nerviosa y Ken no quería dejarme por la Leona. Por la mañana salí mucho antes, activé la alarma a las 5:00 am y en lo que me aliste salí de casa a las 6:00 am. No quería encontrarme con ella, sé que no podré huir siempre de ese encuentro, pero prefiero retrasar el momento. Me tomé la pastilla cuando desperté. El hambre que tengo es enorme y llegó mi turno para pedir desayuno. Ordené un sándwich con huevo y jugo de manzana. Extraño el desayuno de la panadería de Manolo y conversar con mi viejo. Espero por mi orden, sin embargo, siento que las chicas cuchichean y miran hacia mí. Al parecer son efectos colaterales de salir con un chico “Playboy”. Deben estar pensando qué vio en ella. Hasta el sol de hoy eso mi
—Tiara Figueroa, es muy temprano para que empieces —su tono de voz es fuerte—. No me hagas ir a la universidad, te besaré frente de todos y ahí verás tu belleza.—No puedes tienes compromiso. —Le saqué en cara.—Nena, por ti los rompo y llego tarde a la reunión. Además, con el tren llego a las millas a tu universidad —dijo con orgullo.Se refiere que con el “Tren Urbano” te simplificas la vida. Cero tapón y avanzas más. Dejas el carro en la estación de Bayamón, subes al tren y llegas a las millas. Mi universidad queda en la avenida Piñero y al bajar del tren estoy a unos pasos de ella. —Tranquilo Ken y eso que aún no sabes la respuesta que les di. —La risa solté y la comida olvidé por estar con este juego.—Estoy ansioso por saberla.—Olvídalo, es tarde y entro a las ocho —alejé el celular para verificar la hora.Me quedan unos diez minutos.—Tendré que ir por mi respuesta —su promesa la creí.—Les dije que no —me apresuré porque sé de lo que es capaz—. No era yo, era mi gemela.Se e
Trató de calmar su temperamento, en eso es una copia de madre.—Pasé toda la noche escuchando las quejas de mamá y tu descarada gozando —su voz es acusadora—. Cuando ese chico es un puto, te está usando y se mete a casa. Amenaza a nuestra madre y tú lo permites —soltó decepcionado.Mi madre despotricando en mi contra no perdió el tiempo. Claro, ella jugando su carta, dando un golpe fuerte con mi trabajo. Sabe que vengo aquí a despejar la mente. Le metió tantas mentiras que mis ojos se humedecen y siento lágrimas por mis mejillas. Al ver mi reacción, golpeó la mesa de trabajo y se me acercó envuelto en rabia.—¿Crees que tus lágrimas de cocodrilo me conmoverán? —su pregunta dolió—. No, Tiara, si quieres ser la mujerzuela de ese niño y quedar embarazada allá, tú —extendió sus brazos y se estiró el cuello—. ¿Eso quieres? —Su tono de voz es calmado, pero amenazador. Nunca gritó, pero sus palabras te atraviesan hasta el alma. Me quedo callada, envuelta en rabia contenida y cansada.—Conte
—Tu beso infinito, te amo —susurré con muchas emociones saliendo a flote.—Tati, ese beso siempre estará conmigo —la tía acarició su mejilla.Continúo dibujando, mi tía tejiendo y mientras hablamos. Le conté algunas cosas, tampoco quería traer problemas y fue agradable verla sonreír. Cuando terminé le mostré el dibujo y me abrazó. Quedó hermosa con su pañuelo, su mirada puesta en la tela y su sonrisa presente.—Es precioso, guárdalo tú. —Claro, será mi tesoro. Me tengo que ir, voy a casa de papá.—Todo se solucionará Tati, solo vive y sonríe. Nos abrazamos, en eso llega la enfermera con comida.—Hora de comer, ¿deseas comida, linda?—dice la enfermera y coloca la bandeja en la falda de mi tía. —¡Gracias! Pero ya me voy, pronto vendré y será maratón de películas.Me pongo las sandalias, me despido y las dejo en el cuarto. Voy con mi dibujo en la mano, al salir me topo de frente con una rubia. Ella se queda pasmada al verme, es un poco más alta que yo, flaca, pero con cintura. La mira
Fabian Estoy encerrado en mi habitación, golpeando mi saco de boxeo. Dando ganchos uno tras de otro. Suelto la frustración, golpe, dolor, golpe, miedo. Al no tener fuerzas me tiré al suelo y muerdo mi puño para ahogar el grito. Nunca le he escondido nada a Tati, somos uno y quería ocultar mis sentimientos. Todo fue de repente, tantos problemas con mi tía y ella apareció de cantazo. No fue mi intención que se enterara de esa forma, tampoco que se sintiera fuera de sitio y oírla mal me lastima. Soy un imbécil, no la retuve, escondí mis ojos y no la protegí. Siempre he cuidado de ella, pero le fallé y Dorian apareció de sopetón. Mi mente vuelve a ese día en que la conocí. *** Hoy es un mal día para mamá, se ha pasado vomitando, todo le cae mal y verla así me mata lentamente. Ella sonríe acuesta de su dolor, pero mis risas son forzadas y me duele no poder remediar su sufrimiento. Tengo que aguantar, ser fuerte y al salir a la sala escuché un llanto. Es desgarrador ver a mi padre en el
Su casa es en Lomas Verdes, su tío el pastor queda a dos calles más abajo de la mía. Curiosamente, no le agrado a su tío, una vez la busqué en la iglesia y al verme quería exorcizarme. Luego me enteré por Dorian, le mencionó que mis ojos tan negros son malignos y que cuidado conmigo. Mi mamá siempre ha amado mis ojos, me ha enseñado a mirar a todos de frente sin ocultarlos. Mi madre dice que los ojos son la ventana del alma y si miras fijamente encontrarás las respuestas. Por eso Tati y yo siempre nos miramos. Mamá nos enseñó a ambos a ser así, leer a la gente y hoy le fallé. Golpeé el volante fuerte, agarré un tremendo cráter y maldigo las calles jodidas de Puerto Rico. Ella vive con sus padres, una hermana pequeña de cuatro años y todos son rubios. Sus padres son americanos y sus hijas boricuas. Al menos sus padres no me observan como si tuviera siete cabezas y tres ojos. Nunca he hablado con ellos, pero me han visto y me sonríen de lejos. Lo curioso es que el día que la conocí su t
Kendrick Estoy sentado para cenar en la mesa redonda del padre de Tiara. Su nombre es Tomás y su parecido es grande. Sus facciones son las mismas, pero a diferencia él no es tímido, es alto y tiene aretes en las dos orejas. Lleva su cabello en una trenza, lo tiene por el hombro y se ve protector. Desde que llegamos ha estado observando cada movimiento mío, si me acerco a Tiara disimuladamente la llama y se interpone entre ambos. Quiere intimidarme, ver si me meo en los pantalones y no sabe que esto para mí es un guiso. Toda mi vida me han vigilado, regañado y me resbala todo. Esto no me alejará de mi Sirena, al menos deseo que un padre esté de acuerdo con la relación. No por mí, por Tiara. Ella necesita apoyo y quiero que sea feliz. Estaba en casa esperando su mensaje de la dirección, la llamé y nada. De pronto me llamó desesperado Fabi y sus palabras se trabaron. No explicó, solo que buscara a Tiara y sin protestar me aparecí en su casa. Estaba llorando, pero no quería hablar de Fab
TiaraSuena el despertador, lo escucho a lo lejos y con los ojos aún cerrados busco debajo de mi almohada. Al conseguirlo abro los ojos, los siento tan pesados y apagué la alarma. Apenas hemos dormido, nos quedamos hasta las 3:00 de la madrugada, supuestamente viendo películas y fue lo menos que hicimos. La película nos vio a nosotros, me desahogué, le conté cada detalle a mi padre y me escuchó. Fue liberador tener de mi lado a mi padre, se molestó cuando se enteró del trato que me da mi madre. Ahora quiere hablar con ella, trate de hacerle entender que sería peor y me cansé de intentar. Dejo todo en las manos de Dios, si la bomba va a explotar lo hará tarde o temprano. Me pongo a mirar la pequeña habitación, es tan reducida. Este es el estudio de mi papá, tiene una cama de una plaza, la computadora en una esquina y libros en el estante. La casa es dúplex, arriba están los dos cuartos y me levanto de la cama. Estoy sin ánimos, pero la pastilla es obligatoria y me estiré. Agarré del es