TiaraEstoy emocionada porque al fin llegó el día, pero no estoy sola, me encuentro con Dorian. Acabamos de llegar al mismo hotel que está hospedado Kendrick, él no sabía que vendría y tengo a sus amigos de mi lado. Quería que disfrutara con su pandilla, además de darle su sorpresa y allá vamos. Estamos en la otro aula del hotel para ocultarnos y arreglé una fiesta para mi amor. Son las cinco de la tarde y estamos cortos de tiempo. Le envié un mensaje a Oscar y todo va bien. Solo un Kendrick malhumorado, hablé con él y su voz era monótona. Mi odioso está recogiendo sus cosas, casi no ha hablado con la pandilla y solo quiere pasar su cumpleaños conmigo. —¡La villa es preciosa! —dijo sobresaltada Dorian y su emoción es contagiosa—. ¡Es hora de ponernos bellas! —Aplaudió efusivamente.Sonreí sintiendo mis petardos explotar por el simple hecho de estar a poco de ver a mi amor.—Manos a la obra —afirmé con los ojos recorriendo la villa—. La fiesta la hemos dejado preparada y Ken haciendo
Su preocupación y cuidado por mí son tan lindos. Rodrigo me besó la frente y lo abracé devolviendo su cariño. Tenerlo a mi lado este día es maravilloso, no tengo a mi mamá y jamás la tendré, pero tengo mucho amor.—¿Estás borracho, hermano? —logré decir en sus brazos y él se carcajea. —Aún no, Tiara, pero pronto lo estaré —nos separamos y sostiene mi mano—. Pero quiero que sepas lo valiosa que eres y no te das el mérito. Has unido a la familia con tu corazón inmenso.—Me harás llorar más —Rodri negó y tomé aire—. Te amo, gracias por estar en este momento —dije con el corazón en mano y me abrazan por la espalda.Al ver por encima de mi hombro conecté con esos ojos oscuros como la noche. Mi adorado Fabian con su sonrisa puesta me hace saber que estaremos bien y me volteé para darle un buen apretón. Nos fundimos y nos apoyamos el uno al otro. A unos pasos detrás de él está Dorian y me tiró una guiñada. Mi sonrisa vence a las lágrimas y con mi dedo pulgar arriba le otorgué a mi amiga.—T
Se ve tan elegante con sus rizos casi llegando a sus hombros, su camisa de botones azul y unos pantalones de vestir gris. Su panza se ve menos, creo que ha bajado un poco de peso o será que mi alegría me hace verlo más delgado.—Vamos Sirena a terminar la noche para empezar la nuestra —me besó de piquito y entramos al salón. Rápido me suelta, me sostiene la mano y nos fuimos a bailar. No hay nada mejor que compartir con mi familia, a veces la verdadera familia no es la de sangre y es la escogida. Entre bailar, compartir con cada uno, veo a Oscar y Oliver apartados en una esquina platicando. Vislumbrar a Oliver es ver a su hermano, solo que su pelo castaño es en forma surfer y sin tatuajes. Me he sentido muy identificada con él en estos días y nos llevamos bien. Me he dado cuenta de que es muy reservado, tiene miedo aún, pero es muy fuerte. Es un niño al que le hace falta amor, lo comprendo a la perfección y es triste que nuestros mismos padres nos abandonen. Él siente que es débil al
Kendrick Estamos esperando la guagua que rentamos para estar todos juntos. Es miércoles el día que empezamos con la aventura, ayer fue día de dormir y en la noche todos nos quedamos en la villa de mis padres. Se encargó la comida y la pasamos estupendo. La primera aventura es para Manatí Park, es el mayor parque temático de Punta Cana. El transporte llegó y subimos. La música pegajosa de la bachata está puesta y algunos de la pandilla están cansados del ritmo. —Cuando llegue a Puerto Rico al dormir, aún escucharé la bachata y bailaré dormido —bromea Timoteo y todos se ríen. Es normal, estamos en su tierra. La bachata hasta de desayuno nos brindan. Tiara se recuesta en mi hombro. El camino fue tranquilo y sacamos fotos. Al llegar al parque, Tiara se adelanta con Oliver y Dorian. Ellos están bien unidos, Oliver la adora. Era de esperarse, mi Sirena se deja amar. Enseguida entiendo por qué la prisa por marcharse, Tiara lo hizo a propósito. Me dejó a solas con Rodrigo. Antes creía im
Me percaté de que Tiara se encuentra pálida y me preocupa. Desde que veníamos en el avión se tuvo que levantar dos veces para ir al baño y se ve muy mal. Ella piensa que le cayó mal el desayuno, pero se ve nerviosa y oculta algo. Se ve preocupada, la conozco, pero como hay muchos testigos no la interrogaré. Le daré su espacio por ahora y luego a solas la atacó a preguntas. Ha llegado la camioneta que alquiló mi papá. Apenas son las 1:00 de la tarde, el calor es fuerte y nos acomodamos. Llegaremos a mi casa, ahí están los carros y luego a su destino. Empiezan a hablar todos a la vez y parece una gallera. Al mirar a Tiara la vislumbré moviendo mucho sus manos en su regazo, pero disimulé mirando hacia la ventanilla. Mis ganas de averiguar me corroen, el tráfico no ayuda y agarré la mano nerviosa de Tiara. Ella alza su mirada, me da su media sonrisa y acaricié su mano. Al llegar, todos se bajan y empiezan a guardar sus cosas en sus carros. El primero en despedirse es Oliver, está adormila
Tiara Gracias a lo despistado que es mi tío, la puerta está sin seguro. No busqué la llave con estos nervios. Solo quería escapar de la mirada de confusión de Ken y con mis miedos a la superficie que no me ayudan a pensar con claridad. En la cocina está mi tío y al darme una mirada me regaló una sonrisa. —¡Hola, Tati, bienvenida! —su efusividad me descoloca—. Estoy cocinando algo rápido —tiene un cucharón en mano—. Fabian me llamó que vendrías antes, él dejará a Dorian y enseguida regresaría a comer. Me ha puesto al tanto de que te encuentras mal, pero deja que pruebes esto y te sanas. No soporto más este peso y me deslicé al suelo. Mi tío silenció, recuesto mi cabeza en la puerta y cerré los ojos. Las lágrimas se escapan a chorro, siento una mano en mi cabeza y al abrir los ojos me reciben los preocupados del tío. Se acuclilló y sus brazos me refugian. Me rindo en su calidez y me ahogo en llanto. —Ayúdame, vamos al sofá, Tati —me ayuda a levantar y me sentó en el mueble. Se f
Cuando mis nervios se apoderan solo hablo bobadas y me sonrojo. Él camina hacia mí, me sostiene las mejillas y sus ojos en los míos me anclan. —Un hijo no cambia nada, te amo y si estás esperando un bebé los amaré a ambos. Somos jóvenes y esperaba ser padre en buen tiempo —abrió sus ojos enormes—. Mis planes eran para cuando nos invadieran los alíen, tal vez, pero si viene uno lo cuidaremos —su seguridad me hace enternecerme—. Jamás me niegues este proceso, no tengas miedo en incluirme en las mejores y peores situaciones.—Te lo dije, Tati —escucho a mi odioso primo. —Lamento sumarme: Te lo dije —mi tío lo secunda y ahora falta Dorian. —No lo dije, pero lo pensé —giré a verla y le saqué la lengua—, también cuenta —alza sus manos Dorian y sonrió mi amiga.Me abraza Ken, me siento mejor con su apoyo incondicional. Es bueno saber que no saldrá corriendo.—Perdóname esa y muchas más —dije ignorando a mi odiosa familia.—Juntos siempre, somos un equipo. —No me suelta Ken, como si creyer
Kendrick Voy de camino con Tiara, hoy es un día muy especial. Por supuesto, cumplimos tres meses de novios y pronto será mi esposa. Ella no quería regalos, ni nada de sorpresas porque estoy gastando mucho en ella y se equivoca si piensa que me quedaría sin algo en mente. Por ella bajo las estrellas, ahora más que el fruto de nuestro amor está en su vientre y por ellos soy capaz de todo. Tiene dos meses y está con náuseas, pero aun así come como lechona. Me quedo bobo al ver su apetito, pero la acompaño a comer. Díganme si eso no es amor verdadero. Nos dirigimos hacia el nuevo trabajo de Fabian, lleva un mes tatuando y queda en la avenida 167 en Bayamón. Uno de los socios, se llama Ted, es un aficionado a los videojuegos y rápido se conectó con Fabian. Esa unión lo ayudó a conocer a los otros socios. Gracias al talento de Fabian está ahí y no solo por conexión. Tiara cree que lo vamos a buscar para almorzar juntos y celebrar. Mi Sirena se equivoca, me haré mi primer tatuaje en honor a