Mi Ken, lo mantendré en mi pecho apretado.
Vuelvo a la realidad cruda, me patea en la pierna Jorge y veo que cada uno se sientan alrededor mío. No me han dejado solo en ningún momento, incluso, Fabian llegó y me abrazó. Pensaba que me insultaría, pero no fue así. Fabi solo ha estado pensativo y callado. Mi hermano Oscar me da una cerveza, me siento y la abro. Me han apoyado, pero más bien se aseguran que no salga corriendo tras de Tiara y tienen razón, estoy ansioso por verla.—Las cosas se solucionarán Ken, espero que sea rápido —comenta Jorge y palmea mi espalda. —Necesito hablar con ella, ver sus ojos y abrazarla —dije desesperado.Todos se quedan callados, nunca habían visto tan perdido al chico “Playboy”. No me importa ser un loco por amor, me siento taciturno. Duele, maldita sea, duele. —Su madre se pasó de la raya, Ken, es horroroso —dijo Pit0 y me tenso al recordar a la Leona.—No la menciones, estoy que la mato sino fuera mi sangre —murmuró Fabi y sus venas se brotan—. Fue lejos, esta vez, muy lejos —sus ojos maniac
—Habla lo más rápido posible con mamá —distraigo mi mente de pérdidas y pájaros—. No dejes que se entere por nadie más, solo de tus labios —aconsejé a mi padre.—Eso haré —estamos en la entrada de la casa y me dio un apretón reconfortante—. Intenta descansar un poco —sostuvo mis hombros—, antes de irte en su búsqueda.—No creo poder —admití y despeiné mi cabello más de lo que se encuentra—. Ve con mamá, abrázala y hazla sentir amada —dije lo que yo daría por hacer con Tiara.Mi padre asintió, nos despedimos al entrar a la casa y cada uno cogió por su lado. Con pasos de zombie me encamino hacia mi habitación y pisar dentro fue dirigir mis ojos a la foto nuestra. Estoy nublado, son tantas emociones resurgiendo y lágrimas se derraman por mi rostro. Arrastré mis pies hacia el baño, me quité la ropa y me lancé a la ducha. Maldita vida, no permitas que la pierda. La amo y espero que me perdone. Tal vez es mi castigo por tanta rebeldía, lo acepto, pero con otra cosa. No con Tiara, por favor,
Tiara Después de dos horas o tres estoy en el pueblo de Hatillo, en el parador “El Buen Café”. Es sencillo, nada de lujos, apartado de todos y lo mejor cerca de la playa “Punta Maracayo”. Antes de llegar aquí me detuve en una farmacia, compré cepillo de diente, pasta dental y picadera. Ya que salí como loca y sin lavarme la boca. Estoy tratando de pasar comida. Encargué un asopao de pollo, no tengo hambre, pero tengo que hacer un esfuerzo si no quiero caer en el hospital y doy un bocado. Pagué tres días y dos noches. El martes me iré sin rumbo, depende de mi ánimo y el celular está cargando. Kendrick me ha llamado tanto y lo enviaba al buzón. Cuando termine de comer escucharé su mensaje de voz. —Un poco más Tiara, dos cucharadas —me animo y parezco loca. Ya estoy hablando sola, pronto compraré una bola y le pondré rostro. Lo puedo llamar Kendrick y hablo con la bola, igualito que la película. Me termino a fuerzas el asopao, agarro el celular y suspiro. Aún no estoy preparada para e
—No quiero que imagines que traté de matarte al llevarte a la poza —mientras lloraba escuchar sus locuras me hace sonreír y mis hombros tiemblan—. Debo decirte que cuando sonríes es hermoso. —Eso me dicen —logré formular y pasé la mano por mis ojos.No puedo dejar de pensar en Kendrick. Todo me lleva a él, mi odioso, ama mi sonrisa y cierro los ojos. «Odioso, siempre estás presente, siempre», mi mente es un caos.—Pues créele —giré de golpe por sus palabras y él alzó sus manos en defensa—, no soy metiche, pero veo que tienes cosas por resolver y siempre es mejor hablar —Caleb tiene encanto para hablar—. Se ve que estás perdida por amor. Me siento tan débil y, por lo tanto, he explotado con un extraño. Aunque sea raro, terminé desahogándome con Caleb. Le conté todo, él me escuchó y me sentí con menos carga. Fue lindo poder hablar con alguien. No dudo de que Kendrick es mi amor, pero me dolió verlo con Celia. No puedo estar sin mi odioso y lo quiero en mi vida. Sin embargo, necesitaba
Kendrick Han pasado tres días sin ver a mi chica. Los más difíciles en mi corta vida y llenos de incertidumbre. Me encuentro en el despacho de mi papá y estoy un poco hastiado. En la pared de fondo me recosté con los brazos cruzados. El lamento del padre de Celia me tiene fastidiado. El señor ha traído las pertenencias de su hija como la cámara y laptop para que resolvamos sin proceder con la justicia. Mi amigo Zuriel está buscando y borrando evidencias. Realmente me da igual cancelar la demanda, el daño fue causado y al menos su juego le salió mal. Desde que publicó el vídeo, la prensa ha hablado pestes de ella y las críticas han sido a muerte. Al querer hundir a Tiara se hundió Celia. En todo el caos la victoriosa fue mi nena. A pesar de su dolor, ella simplemente es la víctima. —Mi hija está muy arrepentida y la está pasando muy mal. Les he proporcionado toda la evidencia —el hombre se ve con ojeras y desgarbado—. El vídeo solo lo envió a la periodista y me llevaré a Celia hoy m
Sin hablar sostuve la llave, Tiara continúa en la pataleta y suelta, palabras impropias hacia la recepcionista. —¡Inepta, si me pasa algo es su culpa! —gritó exagerada Tiara.Mi chica es de armas tomar cuando no debería serlo.—¡Oh, por favor! —chasqueé la lengua—. Si escuchas ruido, llama a la policía —dije sarcástico y le tiré una guiñada a la mujer.Ella se toca el pecho sonriendo y con la mirada atenta de la empleada le doy otro azote a Tiara en su maravilloso trasero por pintarme de asesino. No esperaré a que cambie de opinión la chica y me fui hacia los cuartos. Pasé las puertas hasta llegar al nuestro y abrí con mi incordia removiendo su cuerpo como gusano. La lancé a la cama, ella se aparta el cabello del rostro y su respiración está agitada. —Tranquilízate, ¿por qué tanto alboroto? —dije frustrado por su comportamiento—. Solo quiero hablar —la miré a esos ojos que amo y su desconfianza duele—. ¡Maldita sea, no me tortures más! —Me senté derrotado en la cama a su lado y puse
Nuestros corazones hacen música y sonreímos juntos. A regañadientes fui a firmar en la recepción y pagué solo una noche. Tiara aprovechó para buscar su bolso y una carpeta en el carro. Busqué la maleta de Tiara junto con mi mochila. Mañana nos iríamos, pero por una aventura juntos antes de volver a la realidad. Aún no le he dicho que quizás su hermano sea mi sangre. Solo quiero que sonría y luego nos ocupamos de los problemas. Me contó cómo conoció a Caleb y que trabaja en “Pizza Hut”. El muñequito vive cerca de la playa, pero jamás lo hizo para lastimarme. Él apareció para ayudarla, su dolor fue menos con la mente distraída y siempre pensó en mí. Entiendo su punto, aunque me hubiera gustado mejor una chica de amiga. Pero con su belleza es lógico que se pegara el muñequito. Al parecer él siempre fue comprensible y tiene novia. Tiara me pidió que cenáramos con Caleb y su novia, pero lo mejor es que comeremos pizza en la playa y con el mar de testigo. Me he calmado al saber que tiene no
Tiara No puedo creer que estemos en el pueblo de Arecibo, pero lo increíble es que estoy en “Xtreme Drivers”. El nombre no les dice nada, bueno, pues, nada más que tirarse en paracaídas. Estamos en un inmenso terreno, mis nervios a mil y me han puesto el equipo. Hay una persona que graba todo, nunca imaginé esta sorpresa y menos mal que no desayunamos. Kendrick me acerca a su cuerpo, nos están dando un breve curso instructivo antes de saltar. Mi mente no registra nada, al menos tengo un experto que saltará conmigo y eso me calma. Hablamos con ellos, son sociables y nos contaron el proceso. Antes de subir al avión, me detengo y Ken me evalúa. —Ken, por si muero quiero dejar grabado lo mucho que me retas a vivir y te amo por siempre. El chico de la cámara sonrió, mis mejillas lucen coloradas y agarré a Ken fuerte de la camisa. Le planté un beso lleno de adrenalina, siento petardos estallando por todo mi cuerpo y muerdo su labio superior. Él besa siempre el inferior, por lo tanto, qui