Saludos, sigan disfrutando la historia!!
—Se fue echando chispas, quiero que sepas —susurró en mi oído—. Su ego quedó por el suelo. Hermano, la dejaste con la lacra de tu amigo —soltó con su sarcasmo presente y nos empezamos a reír.Mis ojos siguen las caderas de Tiara, me percaté que la pandilla completa está bailando y aplaudiendo alrededor de nosotros. Somos una familia, siempre juntos en todo. Mi Sirena se acerca sensual y mis ojos siguen sus movimientos. Tiara se agarra de mi cuello con su sonrisa radiante y cantamos.Lleva, llévame en tu bicicleta Óyeme, Carlos, llévame en tu bicicleta Que si a Piqué algún día le muestras el Tayrona Después no querrá irse pa' Barcelona Lleva, llévame en tu bicicleta Nos quedamos bailando canción tras canción y hemos bailado todos juntos. Sin problema alguno las chicas han bailado y he visto lo bien que se llevan ambas. Me gusta verla feliz con una amiga, ella merece todo. Luego nos sentamos a comer, estamos todos en la mesa y mi padre hace un brindis. —¡Brindemos por mi hijo —alz
Tiara Estamos en el almacén o cuarto de detergentes, todo sudados. Este espacio es reducido. Además del ejercicio que realizamos juntos, nos dejó sofocados y con una sonrisa. Estoy de espalda, Ken me sube la cremallera y me echa el pelo hacia el lado depositando un casto beso en mi cuello. Estamos pegajosos, pero me besa igual y me siento liviana. Siento que el aire huele a sexo, liberé el estrés del día y simplemente me permití volar. Agarré el celular, pongo la cámara frontal y me limpié el rostro. Se separa de mí, saca un pañuelo marrón y me limpia el sudor. Es tierno mi Ken, me lo como y beso su mandíbula. Él sonríe, beso su sonrisa y su nariz. —Nena, si sigues te desnudo y beso tu cuerpecito seductor.Me detengo luciendo una sonrisa de oreja a oreja. Ken sigue limpiando el sudor de mi cuerpo y frota el pañuelo en mi clavícula. Tiene la corbata desordenada y la acomodé. Su camisa está estrujada, paso mi mano, pero es un intento en vano. —Nos vemos estrujados —le ajusté su chale
Me quedo estancada, ella sabe que no me iré y Marjorie sacó su celular. No pienso huir, quiero ver que es capaz de hacer mi madre y me suelto del agarre de Marjorie. Escuché que me llama alterada, pero no le hago caso y voy hacia el centro. En la pantalla empiezan a salir imágenes de Kendrick y Celia. Mi boca se ha abierto, mi corazón late desbocado y no siento mis extremidades. Son fotos de ellos juntos en la intimidad, besándose y mi ritmo del pulso se ha disparado. Pasan muchas imágenes, entonces como si no fuera poco sale un vídeo y veo sus manos en ella. Es una daga visualizar sus manos tocando a Celia, esas que hace poco me tocaban a mí. Celia le dice: ¡Te amo! Él asiente, al menos no le corresponde y mis lágrimas bajan. Los ojos de mi madre sonríen a gusto con mi dolor. Para terminar de romper mi órgano aparece Celia con su vestido manchado y va hacia mi madre. Las observé riéndose de mí. Mi madre me demuestra su odio en compañía de esa malévola. Siento que Marjorie pone su braz
Me quité todas las prendas, las echo a la basura y no puedo desprenderme de las bragas. Me meto a la ducha con agua fría, me estrujé el rostro y la piel. El agua cae y ni siquiera me afecta sentirla helada, estoy adormecida. Lo único que hago es llorar y llorar. Salgo envuelta en la toalla, arrojé el panti en la cesta de mi cuarto y veo a Marjorie en mi cama. Me señala la taza de café en sus manos y niego, pero ella insiste. —Ven, siéntate —palmeó el colchón—, tómate este café y deja que te apoye. Me siento, sujeto la taza y miré hacia el escritorio. Mi celular está sonando y quisiera poder explotarlo con mis ojos.—No ha parado de llamar, está loco por ti —dijo Marjorie afligida.Me bajan más lágrimas, sostengo fuerte la taza y me incorporé de la cama. Voy hacia el celular, lo apago y vuelvo a la cama como si nada. No tengo hambre, no quiero café, pero para que no se sienta mal doy un sorbo. Marjorie empieza a buscar en las gavetas. Veo que saca un camisón grande, un panti y viene
Kendrick Son las agonizantes cuatro de la madrugada, me encuentro desesperado porque salga el sol y poder visitar a mi nena. Estoy tirado en la grama al frente del bohío dónde fue mi primer beso con Tiara. La angustia me tiene demente, por primera vez tengo miedo y necesito que me vuelva a mirar. Anhelo sus ojos oscuros unidos con los míos, quiero que me sonría y poder perderme en ella. Mi mente vuelve a ese instante que pasaron las imágenes y su dolor me devastó. M*****a sea, duele ser el culpable de su llanto. *** Al cerrarse la puerta del ascensor mi corazón se va con ella y Oscar pone su brazo en mi hombro. Siento la mirada de todos, flash encima y hablando m****a de mí. Me entra una rabia desmedida, quiero romper sus cámaras y golpear a cada uno. A mis costados mantengo los puños cerrados. Todo ha pasado por Celia, es una m*****a, me grabó y me voy corriendo en su búsqueda. La gente me mira, los evado y escaneé por todo el salón. La divisé discutiendo con sus padres. Voy echan
Vuelvo a la realidad cruda, me patea en la pierna Jorge y veo que cada uno se sientan alrededor mío. No me han dejado solo en ningún momento, incluso, Fabian llegó y me abrazó. Pensaba que me insultaría, pero no fue así. Fabi solo ha estado pensativo y callado. Mi hermano Oscar me da una cerveza, me siento y la abro. Me han apoyado, pero más bien se aseguran que no salga corriendo tras de Tiara y tienen razón, estoy ansioso por verla.—Las cosas se solucionarán Ken, espero que sea rápido —comenta Jorge y palmea mi espalda. —Necesito hablar con ella, ver sus ojos y abrazarla —dije desesperado.Todos se quedan callados, nunca habían visto tan perdido al chico “Playboy”. No me importa ser un loco por amor, me siento taciturno. Duele, maldita sea, duele. —Su madre se pasó de la raya, Ken, es horroroso —dijo Pit0 y me tenso al recordar a la Leona.—No la menciones, estoy que la mato sino fuera mi sangre —murmuró Fabi y sus venas se brotan—. Fue lejos, esta vez, muy lejos —sus ojos maniac
—Habla lo más rápido posible con mamá —distraigo mi mente de pérdidas y pájaros—. No dejes que se entere por nadie más, solo de tus labios —aconsejé a mi padre.—Eso haré —estamos en la entrada de la casa y me dio un apretón reconfortante—. Intenta descansar un poco —sostuvo mis hombros—, antes de irte en su búsqueda.—No creo poder —admití y despeiné mi cabello más de lo que se encuentra—. Ve con mamá, abrázala y hazla sentir amada —dije lo que yo daría por hacer con Tiara.Mi padre asintió, nos despedimos al entrar a la casa y cada uno cogió por su lado. Con pasos de zombie me encamino hacia mi habitación y pisar dentro fue dirigir mis ojos a la foto nuestra. Estoy nublado, son tantas emociones resurgiendo y lágrimas se derraman por mi rostro. Arrastré mis pies hacia el baño, me quité la ropa y me lancé a la ducha. Maldita vida, no permitas que la pierda. La amo y espero que me perdone. Tal vez es mi castigo por tanta rebeldía, lo acepto, pero con otra cosa. No con Tiara, por favor,
Tiara Después de dos horas o tres estoy en el pueblo de Hatillo, en el parador “El Buen Café”. Es sencillo, nada de lujos, apartado de todos y lo mejor cerca de la playa “Punta Maracayo”. Antes de llegar aquí me detuve en una farmacia, compré cepillo de diente, pasta dental y picadera. Ya que salí como loca y sin lavarme la boca. Estoy tratando de pasar comida. Encargué un asopao de pollo, no tengo hambre, pero tengo que hacer un esfuerzo si no quiero caer en el hospital y doy un bocado. Pagué tres días y dos noches. El martes me iré sin rumbo, depende de mi ánimo y el celular está cargando. Kendrick me ha llamado tanto y lo enviaba al buzón. Cuando termine de comer escucharé su mensaje de voz. —Un poco más Tiara, dos cucharadas —me animo y parezco loca. Ya estoy hablando sola, pronto compraré una bola y le pondré rostro. Lo puedo llamar Kendrick y hablo con la bola, igualito que la película. Me termino a fuerzas el asopao, agarro el celular y suspiro. Aún no estoy preparada para e