—Digamos que somos todo lo contrario —comienzo a decir—. Lo más seguro es que seas de los que ve una película romántica y piensa que la trama es cliché puesto que siempre es el mismo final. O tienes tu propia opinión respecto a cómo debió ser el climax de la película. Te parece mediocre la trama ya que los protagonistas no encajan y terminas adelantando la película buscando algo que llame tu atención pero al no encontrar nada acabas odiándola.
Me sorprendo de no haber tartamudeado, elevo la mirada hacia Jackson que se encuentra sorprendido, dime embargo, su expresión es remplazada por su típica sonrisa ladeada.—Lamento decirte que tienes un concepto equivocado de mí —alzo una ceja.—¿Ah sí? —indago curiosa.—Ajá —agarra el control remoto seleccionado orgullo y prejuicio, le dedico una mirada de, ¿Es en serio? ¿Esa película?—. Primero, soy amante de lo cliché. Quizás te parecerá extraño pero amo los finales felices aunque piense que es ilógico quLa alarma suena, e inmediatamente me despierto llendo al baño a tomar una ducha rápida. Luego de vestirme, bajo a la cocina por mi desayuno. Papá se ha marchado esta mañana, escuché que tenía una reunión importante en la editorial. Lo más seguro es que nos haya dejado algún dinero para tomar el bus, aunque quizás a Annie la lleve su novio Ian. Creo que han regresado nuevamente, la verdad es que no entiendo su relación, pero prefiero no opinar al respecto. Agarro uno tostada y salgo de casa, mi rodilla ha mejorado, ya no duele tanto y puedo flexionarla sin ningún problema. El ungüento que me dio Jackson es milagroso, solo lo apliqué dos días, pero fue suficiente para curar la lesión. Le daré las gracias nuevamente.Camino rumbo a la parada, a los pocos minutos llega y subo pagándole al chófer. Este arranca de golpe haciendo que casi me vaya de bruces contra el piso, menos mal tengo los reflejos activos y reaccioné rápido, si no me hubiera llevado un buen golpe. Sos
Baja la mirada a mi pierna cubierta con un pantalón holgado.—Mejor. Tenías razón, el ungüento alivió el dolor rápidamente. Muchas gracias —digo sonriéndole tímida.—Tranquila, no es nada. Que bueno que te sirvió de ayuda —emite llevándose una fresa a la boca. Al cabo de un rato cada uno se dirige a la clase que le corresponde, esta vez no me toca compartir la misma asignatura que Sam, pues ella tiene geografía, mientras que yo tengo física. Ingreso al aula y me siento en mi puesto, saco los cuadernos dejándolos encima de la mesa. Veo a Shannon entrar junto a Becca, como es de esperarse no pasan por desapercibido que me encuentre a tres pupitres de dónde se sientan. Me lanzan miradas y cuchichean entre ellas, de repente observo a la castaña acercarse hacia mí. Finjo que estoy escribiendo, pero una mano cierra de golpe mi cuaderno haciendo que mis dedos queden atrapados dentro.¡¿Pero qué...?!—Me estás lastimando —le digo sin
Mientras espero a que responda, me cambio la ropa por un pantalón ancho de tiro alto, suéter de lana color amarillo y mis clásicas Converse blancas. Peino mi cabello que cae sobre mis hombros, decido quitarme las gafas y atreverme a usar las lentillas que papá tuvo que comprarme por tirar a la basura las que tenía. Sí, me imaginé que eso sucedería, es un maniático con votar las cosas que encuentra abandonadas en algún rincón de la casa. Al menos no tiró mi colección de caracoles que tengo guardado desde hace tiempo, los traje del último viaje que hicimos en familia. Suspiro melancólica.Mi celular suena anunciando un nuevo mensaje, lo abro y veo que se trata de Mckellen.Jackson: Pasaré por ti. Ava: De acuerdo.Bajo al living no sin antes agarrar una mochila pequeña para guardar mis cosas, la libreta y un lápiz. Anoté varias preguntas que le haré a Jackson, creo que así no me quedaré trabada a la hora de entablar una conversación con el pelinegro
El silencio es incómodo, sin embargo, tomo una bocanada de aire y decido continuar hablando.—Me cuesta acercarme a las personas y no sentir que me estén juzgando o que se burlarán de mi —confieso jugando con las manos, nerviosa.La verdad es que contarle algo tan personal a alguien, me parece lo más difícil cuando tienes esta fobia. Es como si te sintieras expuesto ante ella y vulnerable, y lo último que quieres es que los demás te miren con lástima o compasión solo por tener un miedo a socializar, u otra cosa que nos hace diferente al resto. —Entiendo —dice luego de unos breves minutos.Frunzo el ceño.—¿Entiendes? —suelto una risita seca, haciendo que me mire confundido—. ¿Qué vas a saber tú de eso, si no padeces lo mismo? Abre la boca para hablar pero me adelanto.—No puedes comprender lo que siente la otra persona si nunca has pasado por algo parecido. Quizás intentas colocarte en su lugar, sin embargo, no es igua
¿Qué fue todo eso? Jamás me había sentido así, no desde...Donnan.Tan solo la mención de aquel chico que destrozó mi corazón, me revuelve el estómago. Y no, no se trata de mariposas, es de miedo, miedo a volver a enamorarme y que vuelvan a lastimarme. Los recuerdos inundan mi mente haciendo que algunas lágrimas surcan por mis mejillas, sin embargo, las limpio rápido al escuchar la voz de papá.—¿Cómo te fue? —inquiere interesado.Aclaro mi garganta.—Bien, fuimos a Central Park e hicimos un picnic —comento quitándome el abrigo y colgándolo en el perchero.—Oh, que bueno cariño —besa mi frente —¿Quieres un vaso de leche?—No, estoy un poco llena —hago una mueca—. Subiré a mi habitación, buenas noches papá.Al llegar al dormitorio, me despojo de la ropa y cambio por una pijama cómoda, saco las lentillas de mis ojos dejándola en la mesita de noche. Luego de lavar mis dientes me tumbo en la cama boca arriba. Pienso
La semana transcurrió rápida, entre exámenes y encargarme de la librería, al fin había logrado tomar un descanso. Aunque todavía me quedaba un trabajo pendiente; el proyecto de sociología. Menos mal que ya nos faltaba el último paso que era, comprender. Trato de pensar en que acabará todo esto, sabiendo que el propósito de la profesora es el compañerismo dentro de la preparatoria. Cosa que aún no sé si vaya a ser posible. Pero quizás gracias a este proyecto surja amistades, puede que al final de todo, no sea tan malo como pensaba.Espero.Estoy recostada en la cama leyendo un libro, luego de haber llegado de acompañar a papá al súper mercado, ya que en la alacena no había otra cosas más que cereal y galletas de canela. Así que nos vimos obligados a salir literalmente corriendo al mercado por comida. Eso sucedía cuando estábamos cansados de encargar comida rápida, ya que ninguno de los tres quería cocinar. De hecho, a papá se le daba mejor que a Annie y a
El timbre resuena en el aula, todos se levantan de prisa y salen del salón apresurados. Yo en cambio, espero a que se vayan la mayoría y me acerco a la profesora dispuesta a entregarle el informe que como siempre, suelo adelantar par salir de ello.—¿Ya lo terminaste? —asiento con la cabeza.—Mckellen no podrá asistir hoy a su clase, me dijo que le avisara a usted para que estuviera al tanto —informo entregándole la carpeta azul de Jackson.—Oh, entiendo, gracias Ava.Sonrío y me despido de ella.Estando en los pasillos, diviso a Sam guardados sus cosas en el casillero, así que me encamino hacia donde está. —Hola —voltea a mi dirección y sonríe.—¡Ava! —me envuelve en un abrazo.—¿Por qué no habías asistido a clases? Pregunto al separarme de ella.—Oh, si supieras —arrugo el entrecejo—. Tuve que quedarme a cuidar a mis hermanos, y le pedí permiso al director. Aceptó porque prometí hacerle el
Es hora de pasar la página y seguir adelante. Pero, ¿Valdrá la pena arriesgarse?—Te luce muy bien ese color —su voz me saca de mis pensamientos.Bajo la mirada al vestido que llevo puesto, e instintivamente acaricio la tela con mis dedos. —G-gracias —titubeo nerviosa—. Tu también te ves bien.Sonríe.—Gracias. Pero, no tienes que darme un cumplido, eso ya lo sé.Agacho la cabeza hacia mi regazo un tanto incómodo, sin embargo, de repente lo escucho soltar una estruendosa carcajada que invade el auto. Volteo a mirarlo confundida.—Tenías que ver tu cara, fue... —continúa riendo hasta que finalmente sus carcajadas cesan—. Es una broma, en serio. Solo quiero que te relajes Ava, te siento tensa y nerviosa cuando me tienes cerca. ¿Acaso te doy miedo? Chasqueo la lengua.—No, no es eso. Sabes que me cuesta ser expresiva, hay cosas que no puedes cambiar de la noche a la mañana —frunce el ceño, por lo que vue