Ambos reyes regresaron al castillo de Drácula, ingresaron al despacho, allí adentro Erick anunció—Alexander, creo que voy a regresar a New York, tengo que administrar mis empresas, no puedo dejarlas por mucho tiempo en manos de tercerosEl rey vampiro musitó—Erick, ¿qué te parece si antes de irte, vamos a esquiar con mi familia?De repente tocaron a la puerta preguntando—Hijo, ¿puedo entrar?Alexander le respondió—Pasa, papáEl rey antiguo Vlad ingresó, saludó a Erick para después pronunciar—Hola, Erick, hijo, debo decirte que voy a quedarme en el castillo de tu hermana, ella va a salir de vacaciones, se siente muy estresadaAlexander le respondió de inmediato—Bien, papá, invité a Erick para irnos a esquiar con mi familiaEl padre del rey vampiro recalcó—¡Que bien!, es mejor que se relaje y disfrute para que regrese a casa con un mejor ánimo, yo desafortunadamente no podré acompañarlos, pero creo que mi hija si lo haráRecordó las palabras de su hija y mencionó—Oh, Alexander,
Esta vez ya estaban todos listos, Alexander pidió darse las manos para transportarse todos juntos a la montaña, Martha como siempre al lado de su esposo y los niños, cada uno agarrado de la mano de cada uno de sus padres con sus hermosas sonrisas infantiles, Laila tomo la mano de uno de sus sobrinos, sin embargo, no tomo la mano de Erick, este se quedó extrañado de que le demostrara tan de frente su disgusto, desprecio y molestia.El rey vampiro se percató de esto y entonces, pidió a su amigo que le tocara el hombro y así viajarían mucho más rápido hasta la casa de invierno que tienen en la montaña, Erick tocó el hombro con su palma y todos desaparecieron ante las miradas de los sirvientes y soldados.Llegaron en pocos minutos a ese frío sitio, la cabaña era hermosa, amplia, el equipaje fue materializándose en cada cuarto, Erick jamás había viajado de esa manera, observaba maravillado de toda la contextura y adornos de esa cabaña, hasta que un cuadro le llamo la atención, se encaminó
En el lapso de tiempo en que los dos reyes estuvieron en el reino de los elfos, Laila, Martha y los niños ya habían descendido algunas veces con los esquís la enorme montaña nevada, estaban listos para de nuevo bajar cuando comenzaron a deslizarse, una sombra se puso frente a Martha haciendo que se desestabilizara y casi cayera siendo agarrada por su esposo que se reía de haberla asustado.Lilia y los niños regresaron de nuevo a su sitio valiéndose de sus poderes vampíricos, cuando la pareja retornaba de nuevo al mismo lugar en donde iban a bajar, Erick se situó al lado de Laia, esta le envió una ola de desprecio a lo cual lo hizo sentir mal, sin embargo, se aguantó, cuando Drácula inquirió.—¡Bajemos ya!, el viento está favorableTodos comenzaron a deslizarse hacia abajo, los niños bajaban a gran velocidad sonrientes, Martha y Alexander muy juntos, Erick se adelantó un poco a Laila, esta lo miró enojada y por su mente se dijo «¿qué se cree este lobito?, yo esquío mejor que ese idiota
Erick reaccionó en ese instante al sentirse insultado, agredido, lo estaba llamando perro, la miró con sus ojos entrecerrados y le reclamo.—¡No soy ningún perro!, soy el rey de los licántropos, no soy ninguno de sus súbditos que tiene que soportar ese mal genio aberrante, yo la he respetado desde que me la presentaron como hermana del rey, me he portado muy caballeroso, además yo no le he hecho nada para que me trate de esa maneraLaila sin dejar de lado su tono despectivo ni sus gestos de fastidio, simplemente le comento—Yo lo dije porque me llego el aroma a perro, si usted se siente aludido, por algo debe de ser, además perro que ladra, no muerdeAlexander habló con su tono autoritario ya, para tratar de detener quizá una batalla que estaba comenzando, porque conocía muy bien a su hermana.—¡Basta Laila!, lo dijiste con toda la intención de ofender a ErickLa baronesa observó a su hermano que estaba con sus ojos rojos al reclamarle, se percató de que ya estaba enojado y no quiso p
Solo se escuchaban patas golpeando la nieve que se acercaban a gran velocidad, una enorme sombra blanca salto sobre uno de los lobos lanzándolo unos metros hacia atrás y se denotó un lobo blanco de pelaje brillante que se perdía con la nieve, se mimetizaba con ella, aprovechándose de eso ataco a otro más, mordiendo y destrozando huesos que tronaban al romperse, un gruñido muy fuerte se oía allí.Solo quedo el líder de esos lobos solitarios que estaba en posición de ataque mirando con odio y salvajismo al lobo blanco que estaba frente a frente, las fauces de ese lobo eran muy filosos y muchos más grandes, tuvieron un encuentro fenomenal, el crujir de huesos, los mordiscos, pronto la nieve se tiño de rojo carmesí, la lucha era encarnizada entre ambos.Hasta que al fin la lucha termino con un aullido lastimero que termino con la muerte del líder de los rogues, algunos que estuvieron observando la pelea no intentaron ayudar a su jefe, sino que estuvieron escondidos temblando de miedo ante
En otro lugar muy lejos de allí, en el castillo de Vaslac, detrás del espejo mágico, Artis, el antiguo rey licántropo, estaba por salir de cacería con sus súbditos leales a Él, cuando la voz ansiosa y gutural de su amigo y protector vampiro se escuchó allí dentro.—¡Espera Artis!, debo decirte algoArtis se quedó sin moverse allí parado, Vaslac se acercó para decir en su oído—Tu hijo está con Drácula y su familia esquiando, sin embargo, mi informante me dice que parece que tiene problemas con la hija de Vlad, jajajaja, lo trata como si fuese un perro, le dice "pulgoso", jajajajaEl rey licántropo antiguo Artis, al terminar de oírlo, lanzo lo que tenía en sus manos contra el suelo con mucha fuerza al sentirse ofendido y reclamo.—¡Esa maldita vampira!, a mí también me trató de esa manera, nos menosprecia, ¡se burla de nosotros!Vaslac recordó lo que su gran amigo había pasado con la hija de Vlad y se lo menciono—Ah, ya me acuerdo, Artis, es ella la que te venció aquella vez, ¿ah?, la
El Alfa Dylan estaba enfurecido, destilaba odio en sus ojos rojos ya, la loba inquieta y asustada se retraía cada vez más, un fuerte golpe en la mesa la destruyo completamente, respiraba muy agitado, por dentro de su ser se sentía traicionado, sin embargo, las palabras de la loba le recordaban que su amada esposa fue engañada, ni siquiera sabe nada, es una inocente víctima y ella no merece su repudio, solo ese engendro que lleva en su vientre, pero no puede hacerle daño porque la perdería a ella, a la mujer que ama, su luna.Se sentó en un sofá observando a la loba que estaba en posición fetal mirándolo sumisa y asustada, le hizo una seña con la mano llamándola y ella a toda prisa se levantó para ponerse al lado del Alfa y acostarse a sus pies recibiendo las caricias en su blanco pelaje mientras el Alfa Dylan balbuceaba.—Lika, por favor, regresa con ella, no le digas nada de lo que acabas de confesarme, yo... yo voy a tratar de disimular y convencerla de que todo fue un sueño, ayúdam
Laila la Baronesa oscura desde hace un tiempo atrás tiene de amiga a una loba desterrada que conoció cuando viajaba, la encontró rodeada de otros lobos que estaban a punto de matarla, para ella fue muy fácil deshacerse de los lobos acechadores, entonces por agradecimiento la mujer Annia dijo que le serviría, la llevo al castillo, con el tiempo fue haciéndose más amiga y a veces intervenía en algunas decisiones de la baronesa, solo en cosas pequeñas lo hacía, pues debía ganarse su confianza.Después de unos meses salió con el pretexto de pasear por los alrededores, para Laila eso era lo más natural, porque creyó que estaba aburrida solo encerrada en el castillo, por eso nadie la vigilaba, en el bosque la esperaba Dylan para enterarse de los pasos de la vampira, a veces renegaba de que no había cómo dañarla por lo poderosa que ella es, además fue testigo de la lucha entre ella y el rey antiguo Artis.Él sabía que al rey Drácula le era imposible dañarlo, por eso no se ocupaba para nada e