El Alfa Dylan estaba enfurecido, destilaba odio en sus ojos rojos ya, la loba inquieta y asustada se retraía cada vez más, un fuerte golpe en la mesa la destruyo completamente, respiraba muy agitado, por dentro de su ser se sentía traicionado, sin embargo, las palabras de la loba le recordaban que su amada esposa fue engañada, ni siquiera sabe nada, es una inocente víctima y ella no merece su repudio, solo ese engendro que lleva en su vientre, pero no puede hacerle daño porque la perdería a ella, a la mujer que ama, su luna.Se sentó en un sofá observando a la loba que estaba en posición fetal mirándolo sumisa y asustada, le hizo una seña con la mano llamándola y ella a toda prisa se levantó para ponerse al lado del Alfa y acostarse a sus pies recibiendo las caricias en su blanco pelaje mientras el Alfa Dylan balbuceaba.—Lika, por favor, regresa con ella, no le digas nada de lo que acabas de confesarme, yo... yo voy a tratar de disimular y convencerla de que todo fue un sueño, ayúdam
Laila la Baronesa oscura desde hace un tiempo atrás tiene de amiga a una loba desterrada que conoció cuando viajaba, la encontró rodeada de otros lobos que estaban a punto de matarla, para ella fue muy fácil deshacerse de los lobos acechadores, entonces por agradecimiento la mujer Annia dijo que le serviría, la llevo al castillo, con el tiempo fue haciéndose más amiga y a veces intervenía en algunas decisiones de la baronesa, solo en cosas pequeñas lo hacía, pues debía ganarse su confianza.Después de unos meses salió con el pretexto de pasear por los alrededores, para Laila eso era lo más natural, porque creyó que estaba aburrida solo encerrada en el castillo, por eso nadie la vigilaba, en el bosque la esperaba Dylan para enterarse de los pasos de la vampira, a veces renegaba de que no había cómo dañarla por lo poderosa que ella es, además fue testigo de la lucha entre ella y el rey antiguo Artis.Él sabía que al rey Drácula le era imposible dañarlo, por eso no se ocupaba para nada e
Dos gigantescos monstruos se observaban entre sí, ambos estaban en posición de ataque, solo gruñidos se escuchaban, se rodeaban entre sí, las alas de uno hacía ventiscas que levantaba la nieve y la visión se nublaba debido a ello, sin embargo, el licano inteligentemente saltaba a gran altura para no perder de vista al otro ser oscuro.Un par de ojos lobunos no perdían detalle de esa futura batalla, una sonrisa se vio en su rostro y su voz perdiéndose entre los gruñidos de las dos bestias.—¡Por fin se hará justicia!Sin embargo, no todo es lo que uno desea en esta vida, justo cuando ambos se lanzaron para atacarse, una inmensa ráfaga roja se cruzó entre ambos, separándolos con gran fuerza y haciéndolos rodar uno lejos del otro, un rugido ensordecedor se escuchó en ese inmenso sitio blanco lleno de nieve, como por arte de magia el testigo lobuno desapareció maldiciendo.—¡Maldito Drácula!Por la tremenda fuerza infringida por el rey vampiro, ambos contrincantes quedaron inconscientes,
Laila en sus sueños estaba en un edificio elegante caminando hacia un ascensor, alguien cruzo a su lado empujándola haciendo que casi pierda el equilibrio alcanzando a sostenerse de la pared a su lado y le gano entrando al ascensor en donde las puertas comenzaron a cerrarse, fue entonces que ella gritó.—¡Esperen! ¡Detengan el ascensor!Sin embargo, lo que escuchó fue una gran risotada de alguien, se quedó allí parada muy enojada, estuvo reflexionando unos momentos, fue entonces que reconoció esa carcajada y menciono.—¡No puede ser! ¡No lo creo posible!, debo de estar equivocadaPero recordó unos ojos dorados que alcanzo a divisar cuando se estaban cerrando las puertas del ascensor, eso hizo que contrajera el ceño, entonces su furia fue creciendo a velocidad y soltó un grito con toda su fuerza que hizo temblar todo a su alrededor.—¡Maldito pulgoso de mierda!En ese preciso momento se despertó, su grito que no solamente estuvo presente en su sueño, sino que lo había hecho de verdad y
El grito de susto lanzado por la omega se escuchó en toda la mansión, salió del agua cuál bólido sacudiéndose como un lobo y mojando por completo al recién llegado que no se movió ni un ápice, pero generando pánico en su beta que a toda prisa trato de ponerse en medio, sin embargo, ya fue tarde porque el rostro del Ceo estaba completamente mojado y sus cabellos destilaban agua que caían por sus párpados y mejillas.La omega balbuceó arrepentida y temblorosa—Oh, mierda, perdó… name Erick, yo… yo no creí que llegarías hoy yCuando de repente cambio su manera de hablar porque ahora fueron palabras de reclamo—¡Espérate un momento!, a ver, ¿a qué hora llegaste?, ¿Por qué no avisaste que venías?, debiste avisar, si hubiese sabido que llegarías hoy, hubiera limpiado la piscinaJhon, a pesar de ser el beta del Alfa no pudo contener su risa al escucharla, reclamarle como si fuera una chiquilla malcriada y más al ver la reacción de su Alfa, porque solo vio una gigantesca sombra que cayó en la
En la inmensa metrópoli financiera de New York, despertaba un descansado Ceo llamado Erick Volkov, había tenido un sueño húmedo, un sueño con su luna, sin embargo, no había podido ver su rostro, solo las sabanas húmedas de su semen corroboraban que disfrutó de hacer el amor con ella, pues estaba pegajosa, oliendo a su hombría, se quedó allí con los brazos cruzados detrás de su cabeza, cerrando sus ojos recordando sus gemidos, sus embestidas, como sentía ese calor de su coño húmedo y caliente.Pero por más que trataba de verla ese rostro estaba tapado por una especie de niebla, solo le quedo una duda porque le pareció ver unos colmillos dentro de su boca, pero no eran colmillos de Lycan, más parecían colmillos de vampiro, sabía que era hembra por lo que había saboreado sus pezones, su coño, abrió los ojos y justo en ese instante recibió una llamada la cual la contesto.HolaHola, mi AlfaLo llamaba para que despertaracon tiempo para ir a la empresaYa estaba despierto cuando llamaste
En la puerta de entrada de la mansión Collins estaba esperando a la baronesa, el ama de llaves, una vampira llamada Nora, ella adoraba y rendía una pleitesía única a los Collins, estaba eufórica al ver a su princesa caminar con esa elegancia aristocrática que despide Laila Collins, cuando llego a la puerta, Nora se inclinó bajando su cabeza con mucha sumisión y respeto diciendo—Bienvenida mi princesaLaila le respondió como era su costumbre en forma altiva—Hola, Nora y gracias, quiero hablar contigo un momento, ¿en dónde está el despacho de mi hermano?El ama de llaves muy solícita le indico el rumbo, mientras Laila iba adelante, Nora iba detrás de ella, observándola con orgullo, con admiración, con regocijo de servir a uno de los integrantes de la realeza, a la hermana del rey a quien ella ama en secreto, la puerta se abrió sola con la magia de la vampira, ingresaron ambas y la puerta se cerró tras de ellas. Laila fue hasta el escritorio y se sentó, señalo la silla frente a ella in
La secretaria de gerencia Cassandra toco la puerta de su jefe, recibiendo un “pase” de parte de Lucius, ella abrió la puerta muy despacio, pues temía al vampiro, hablo sin mirarlo a los ojos con su cabeza baja—Perdón, señor, aquí llego una chica recomendada del señor Vlad, trae una carpeta con todos sus documentosEl vampiro arrogante indago—¿Dónde está esa… chica?La secretaria le respondió con voz temblorosa—Está afuera esperando, le dije que esperara hasta que usted dé la orden de dejarla entrarEsa respuesta halagó al vampiro, entonces se levantó de su silla para ordenar—Sal y dile que debe esperar, que yo la llamaré y ehm… ¿Cómo se llama?Cassandra respondió rápidamente—Se llama Lidia CarterCon un gesto le mando a salir a su secretaria, ella salió cerrando la puerta tras de sí, le dijo a la chica que debía esperar a que el gerente la llamara, ella le asintió con la cabeza, espero unos minutos y nada que la llamaba, entonces vio que la secretaria se levantó para irse con uno