Mientras en el castillo de Drácula, su esposa Martha recorría el pasillo de la parte superior hasta llegar a la habitación de sus hijos, tocó la puerta y recibió un.—PaseIngresó atisbando a sus hijos acostados en la alfombra mirando la pantalla de la televisión lo que parecía una película, ellos se levantaron de inmediato para abrazar a su madre, entonces Alex que se quedó con la curiosidad de lo que alcanzó a escuchar en la parte baja del castillo indagó.—Mamá, ¿de quién hablaban cuando dijeron que mató a nuestra abuela?Martha lo observó a los ojos, Alex la miraba con deseos de saber y Dominic también la miraba ansioso por escuchar la respuesta, entonces ella contestó.—Dejen que los adultos traten sobre esas cosas, ustedes son solo niños, deben estar exentos de venganzas y… creo que su padre no me permitiría informarles nada, por favor, dejen las cosas como estánLos chiquillos en ese momento se miraron entre sí y ya no preguntaron nada más, eso calmó a Martha que se quedó con e
Alexander regresó junto con Erick al castillo, el primero en salir del auto todo furioso fue el rey licántropo, sus ojos se tornaron de color dorado por su enojo y sus gruñidos muy sonoros asustaban a todos, se hacían a un lado para dejarlo pasar, los guardias se pusieron muy alertas por si cualquier cosa sucediera.El rey vampiro al salir del auto advirtió a todos que se tranquilizaran, que eso era muy natural en el rey licántropo, que no se preocuparan, ingresó al castillo siguiendo a su amigo, lo encontró en la sala caminando de un lado a otro, gruñía ya muy fuerte balbuceando entre dientes o mejor dicho entre colmillos.En cuanto vio a Alexander gritó—Ese viejo estúpido sabe algo, ¿te diste cuenta de cómo me miraba?, ¡se estaba burlando de mí!, ¡me estaba provocando!, si no fuera porque me advertiste, ya estuviese hecho pedazos ese maldito imbécil, quiero… ¡Quiero matarlo!, ¡quiero destrozarlo!, quiero verlo muerto, ¡quiero su maldita sangre!De repente se transformó en Lycan rug
El antiguo rey licántropo estaba arreglando sus pertenencias en un closet, cuando escuchó a sus espaldas la voz de su amigo vampiro Vaslac.—Artis, tenemos que hablarLe respondió con sonidos intermitentes, como si no le importara lo que su amigo y protector deseaba decirle, a lo que el anciano agarró una silla y se sentó, cruzó sus largas y delgadas piernas para repetir su llamado.—Artis, te estoy hablandoEl licano tiró a un lado una camisa que tenía en sus manos con violencia, para replicar en forma hosca—Ahora, ¿qué mierda pasa?, ¿no ves que estaba ocupado guardando mis atuendos?Vaslac odiaba cuando le contestaba de esa mala manera, sin embargo, lo necesitaba para sus malvados fines, lo conocía esas reacciones de puro instinto animal licántropo y optó por simplemente decir mientras se tragaba su orgullo.—Vinieron a mi casa, tu hijo y DráculaArtis lo observó con enfado para decir airado—Otra vez están juntos, ¡mi maldito hijo, junto a ese chupasangre de mierda!Trató de aplac
Ambos reyes regresaron al castillo de Drácula, ingresaron al despacho, allí adentro Erick anunció—Alexander, creo que voy a regresar a New York, tengo que administrar mis empresas, no puedo dejarlas por mucho tiempo en manos de tercerosEl rey vampiro musitó—Erick, ¿qué te parece si antes de irte, vamos a esquiar con mi familia?De repente tocaron a la puerta preguntando—Hijo, ¿puedo entrar?Alexander le respondió—Pasa, papáEl rey antiguo Vlad ingresó, saludó a Erick para después pronunciar—Hola, Erick, hijo, debo decirte que voy a quedarme en el castillo de tu hermana, ella va a salir de vacaciones, se siente muy estresadaAlexander le respondió de inmediato—Bien, papá, invité a Erick para irnos a esquiar con mi familiaEl padre del rey vampiro recalcó—¡Que bien!, es mejor que se relaje y disfrute para que regrese a casa con un mejor ánimo, yo desafortunadamente no podré acompañarlos, pero creo que mi hija si lo haráRecordó las palabras de su hija y mencionó—Oh, Alexander,
Esta vez ya estaban todos listos, Alexander pidió darse las manos para transportarse todos juntos a la montaña, Martha como siempre al lado de su esposo y los niños, cada uno agarrado de la mano de cada uno de sus padres con sus hermosas sonrisas infantiles, Laila tomo la mano de uno de sus sobrinos, sin embargo, no tomo la mano de Erick, este se quedó extrañado de que le demostrara tan de frente su disgusto, desprecio y molestia.El rey vampiro se percató de esto y entonces, pidió a su amigo que le tocara el hombro y así viajarían mucho más rápido hasta la casa de invierno que tienen en la montaña, Erick tocó el hombro con su palma y todos desaparecieron ante las miradas de los sirvientes y soldados.Llegaron en pocos minutos a ese frío sitio, la cabaña era hermosa, amplia, el equipaje fue materializándose en cada cuarto, Erick jamás había viajado de esa manera, observaba maravillado de toda la contextura y adornos de esa cabaña, hasta que un cuadro le llamo la atención, se encaminó
En el lapso de tiempo en que los dos reyes estuvieron en el reino de los elfos, Laila, Martha y los niños ya habían descendido algunas veces con los esquís la enorme montaña nevada, estaban listos para de nuevo bajar cuando comenzaron a deslizarse, una sombra se puso frente a Martha haciendo que se desestabilizara y casi cayera siendo agarrada por su esposo que se reía de haberla asustado.Lilia y los niños regresaron de nuevo a su sitio valiéndose de sus poderes vampíricos, cuando la pareja retornaba de nuevo al mismo lugar en donde iban a bajar, Erick se situó al lado de Laia, esta le envió una ola de desprecio a lo cual lo hizo sentir mal, sin embargo, se aguantó, cuando Drácula inquirió.—¡Bajemos ya!, el viento está favorableTodos comenzaron a deslizarse hacia abajo, los niños bajaban a gran velocidad sonrientes, Martha y Alexander muy juntos, Erick se adelantó un poco a Laila, esta lo miró enojada y por su mente se dijo «¿qué se cree este lobito?, yo esquío mejor que ese idiota
Erick reaccionó en ese instante al sentirse insultado, agredido, lo estaba llamando perro, la miró con sus ojos entrecerrados y le reclamo.—¡No soy ningún perro!, soy el rey de los licántropos, no soy ninguno de sus súbditos que tiene que soportar ese mal genio aberrante, yo la he respetado desde que me la presentaron como hermana del rey, me he portado muy caballeroso, además yo no le he hecho nada para que me trate de esa maneraLaila sin dejar de lado su tono despectivo ni sus gestos de fastidio, simplemente le comento—Yo lo dije porque me llego el aroma a perro, si usted se siente aludido, por algo debe de ser, además perro que ladra, no muerdeAlexander habló con su tono autoritario ya, para tratar de detener quizá una batalla que estaba comenzando, porque conocía muy bien a su hermana.—¡Basta Laila!, lo dijiste con toda la intención de ofender a ErickLa baronesa observó a su hermano que estaba con sus ojos rojos al reclamarle, se percató de que ya estaba enojado y no quiso p
Solo se escuchaban patas golpeando la nieve que se acercaban a gran velocidad, una enorme sombra blanca salto sobre uno de los lobos lanzándolo unos metros hacia atrás y se denotó un lobo blanco de pelaje brillante que se perdía con la nieve, se mimetizaba con ella, aprovechándose de eso ataco a otro más, mordiendo y destrozando huesos que tronaban al romperse, un gruñido muy fuerte se oía allí.Solo quedo el líder de esos lobos solitarios que estaba en posición de ataque mirando con odio y salvajismo al lobo blanco que estaba frente a frente, las fauces de ese lobo eran muy filosos y muchos más grandes, tuvieron un encuentro fenomenal, el crujir de huesos, los mordiscos, pronto la nieve se tiño de rojo carmesí, la lucha era encarnizada entre ambos.Hasta que al fin la lucha termino con un aullido lastimero que termino con la muerte del líder de los rogues, algunos que estuvieron observando la pelea no intentaron ayudar a su jefe, sino que estuvieron escondidos temblando de miedo ante