—No olvides que casi matas a Diego. Pase lo que pase, tienes la culpa. Ten cuidado de que no revivan ese asunto. Aunque tengas un acuerdo de no demanda, meterte en problemas no es buena idea.—No te quedes en Aurensia, vuelve al set en unos días y no regreses por ahora.—Decirán que te fuiste a recu
Yazmin, al ver el interés de Luis, se acomodó sus lentes y se sentó de nuevo.—Luis, en la universidad ya eras una figura prominente, con excelentes calificaciones y numerosos premios. Mantenías una buena relación con profesores y compañeros. En toda la escuela, nadie tenía una mala palabra sobre ti
Luis también se levantó, caminando lentamente hacia ella Yazmin, su actitud seguía siendo de respeto hacia una maestra, pero sus palabras tenían un frío cortante.—Señora Soto, no haré nada que perjudique a otros y menos a mí mismo, y mucho menos algo que lastime a Ximena. Si la señora Soto me busca
Luis se volvió con una mirada de confusión, frunciendo el ceño.—Nunca he buscado obtener nada.Lo que él deseaba, lo que siempre había anhelado, era que si Ximena estuviera bien, para él sería un día soleado.Isabella observaba los rasgos distinguidos de Luis.Su mirada era clara y penetrante, libr
Sofía en realidad tampoco creía en el amor ni en el matrimonio, pero cada vez que veía a Lisandro y Ximena, volvía a creer y sentía envidia. Ella y Mariana continuaron discutiendo acaloradamente, cada una aferrada a su punto de vista.Ximena, concentrada en el tráfico, presionó el claxon, frustrada.
Víctor bajó la mirada y sonrió levemente.Una sonrisa pálida, mezcla de compasión y decepción.Era la desilusión que surge al romperse las expectativas excesivas hacia algo bello.—Qué hermosa persona, como una joya pura, lástima que no sea perfecta —suspiró Víctor, mirando por la ventana, perdido e
—Después de graduarme, entré en una editorial, vagando como un zombie. Luego escuché que ella había terminado con el señor Armando, que él se había comprometido con otra mujer.—Ella me escribió una carta en ese momento...Víctor de repente se angustió, sus ojos se humedecieron.—Debí haberle respon
Víctor soltó lentamente a Ximena y, con la cabeza gacha, dijo:—Tu abuelo nos prohibió hablar de esto con nadie. Solo llegué a entender lo sucedido a través de las confusas palabras de tus tíos, tu tía y tu abuelo cuando perdían la lucidez.—Tu madre quedó embarazada antes de casarse, lo que devastó