Ximena se acercó suavemente a Lisandro y le susurró:—Déjame intentarlo.En este tiempo, Ximena había estado en constante contacto con Sofía. Ella sentía que Sofía no había ido a la playa para buscar la muerte, sino simplemente para estar sola en sus pensamientos.—Ximena, por favor, convence a Sofí
Sofía regresó a Villa Acacia y se encerró en su habitación, sin querer ver a nadie. Lisandro, que ya había ordenado sellar todas las ventanas de su habitación y dejar guardias en la puerta, no permitía que Sofía volviera a desaparecer.Mariana quiso ir a ver a Sofía, pero al ver a los guardias en la
—¡Ahora mismo me estás molestando! —Ximena, devolviendo el gesto, le pellizcó la oreja.Después de un rato jugando, el ánimo de Lisandro mejoró notablemente. Abrazando a Ximena en sus brazos, tomó el control remoto para abrir las cortinas, mirando las estrellas en el cielo.—Ximena, ¿recuerdas cuand
Con un agudo grito de dolor, Ximena se retorcía de dolor, sosteniendo su codo, incapaz de levantarse por un momento. Dax, que había seguido a Ximena al funeral, se encontraba fuera, junto a los demás guardaespaldas, cerca del auto. Al percatarse del desorden, corrió hacia el lugar, pero la multitud
—Si yo no hubiera respondido, todos pensarían que está bien que la esposa legítima castigue a la amante. Sería humillada y ridiculizada, obligada a irme en vergüenza.—¿Y si respondo? Entonces dirán que soy prepotente por atreverme a golpear a la esposa legítima de Lisandro en público. Mi reputación
—¿La familia Ponce te ha invitado a su velorio? —preguntó Inés, notando la incomodidad de Ximena.Ximena asintió con la cabeza.—Yo también debería haber visitado a la familia Ponce, para ver a la pareja Ponce. ¡Estrella y yo éramos compañeras de clase y nos llevábamos bastante bien! Pero hoy todo h
Soraya, cada vez más enfadada, se llevó la mano al corazón, respirando con dificultad. Todos los presentes corrieron hacia ella. Soraya fue llevada al hospital y la celebración terminó abruptamente.Vicente se quedó para despedir a los invitados y no acompañó a su madre al hospital. Al despedir a Xi
—Me opuse con todas mis fuerzas, ¡tengo a alguien a quien amo! Aunque es unos años menor que yo y todavía está en la universidad, realmente lo amo mucho. Pero mi oposición fue inútil, mi padre me encerró en casa, prohibiéndome salir. Hasta el día de la boda, vistiéndome con el vestido de novia y sub