—Si yo no hubiera respondido, todos pensarían que está bien que la esposa legítima castigue a la amante. Sería humillada y ridiculizada, obligada a irme en vergüenza.—¿Y si respondo? Entonces dirán que soy prepotente por atreverme a golpear a la esposa legítima de Lisandro en público. Mi reputación
—¿La familia Ponce te ha invitado a su velorio? —preguntó Inés, notando la incomodidad de Ximena.Ximena asintió con la cabeza.—Yo también debería haber visitado a la familia Ponce, para ver a la pareja Ponce. ¡Estrella y yo éramos compañeras de clase y nos llevábamos bastante bien! Pero hoy todo h
Soraya, cada vez más enfadada, se llevó la mano al corazón, respirando con dificultad. Todos los presentes corrieron hacia ella. Soraya fue llevada al hospital y la celebración terminó abruptamente.Vicente se quedó para despedir a los invitados y no acompañó a su madre al hospital. Al despedir a Xi
—Me opuse con todas mis fuerzas, ¡tengo a alguien a quien amo! Aunque es unos años menor que yo y todavía está en la universidad, realmente lo amo mucho. Pero mi oposición fue inútil, mi padre me encerró en casa, prohibiéndome salir. Hasta el día de la boda, vistiéndome con el vestido de novia y sub
—Inés... —Ximena apretó más fuerte su mano—. ¡Debes dejar a ese hombre! ¿Quieres que te torture hasta la muerte?—¿Qué puedo hacer? Después de la muerte de Estrella, ¡me golpeaba aún más fuerte! Sollozo... sollozo... —Inés bajó la cabeza, las lágrimas cayendo una a una por su nariz—. Ya no me atrevo
Viendo la reacción de Inés, Ximena sonrió ligeramente, ya con una respuesta en mente. Pero al hablar de los rumores, su ánimo decayó un poco. Se recostó en la silla y acomodó un mechón de cabello detrás de su oreja.—Decir que no me importa sería mentir. Pero tampoco es que me importe mucho. La gent
Ximena no quería seguir con ese tema. Como mujer casada, no deseaba atraer problemas innecesarios. Tocó su teléfono.—Inés, unas cuantas fotos no son suficiente evidencia. Sería mejor si tuvieras registros médicos anteriores, recetas, y si tuvieras videos sería aún mejor.—¿Cómo sabes tanto de esto?
Ximena llevó personalmente a Inés a casa. Enrique esperaba en la puerta y, al ver a Inés bajar del coche, rápidamente pidió a los sirvientes que la ayudaran. Inés había bebido demasiado y apenas podía mantenerse en pie con la ayuda de dos sirvientes. Enrique se acercó a la ventanilla del coche para