—Un anciano no puede hacer nada demasiado escandaloso. No deberías pensar siempre lo peor de las personas. ¡La naturaleza humana es básicamente buena!Ximena no estaba de acuerdo con que Lisandro siempre viera el lado negativo de las cosas. Quería que él enfrentara la vida con una actitud más positi
La luz del sol entraba por la ventana, haciendo que las cortinas de gasa ondearan ligeramente, levantando el largo cabello de la pequeña. Sus delicados flequillos resbalaban por su rostro puro y sus pestañas rizadas parecían alas. Lisandro miraba a Felicia con una mirada llena de cariño. «¡Qué hermo
Al ver el frío en los ojos de Ximena, Lisandro sintió un escalofrío. Temía que ella, al igual que en el pasado, decidiera cortar por lo sano a causa de sus mentiras. Aunque parecía tratarlo con dulzura, había entre ellos una distancia fría y distante que le impedía entender realmente lo que ella pen
Cuanto más observaba, más furiosa se sentía, y tomó una serie de nueve fotos rápidas de los dos. Regina subió al auto y lo primero que preguntó a Diego fue cuándo se divorciaría. Diego repitió su respuesta habitual, pidiendo más tiempo.—¿Cuánto tiempo más tengo que darte? ¿Esperar a que Mariana ten
Cuando Mariana irrumpió, Diego acababa de salir de la ducha, envuelto en una toalla y saliendo del baño. Estaba hablando con Regina, quien yacía desnuda en la cama, cubierta solo por una delgada manta.—¡Creo que debería volver a casa esta noche! Ella ha estado muy suspicaz últimamente.Diego pensó
—Tú ya tuviste una vez, dijiste que bebiste demasiado y por eso te duchaste. ¡Yo te creí! ¡No te desmentí! ¡Y ahora otra vez con la ducha! ¿Crees que si cierro un ojo soy una tonta? ¡Hombre y mujer solos en un hotel, desnudos en la ducha, y aún piensas que pueden mantener una relación pura?—Así es,
Regina nunca había sido golpeada en su vida. Levantó la mano para devolver el golpe, pero Diego, rápido y alerta, la detuvo.—¡Jefa, jefa, no se rebaje! ¡Hablemos esto con calma!—¡Ella me golpeó! ¿Qué derecho tiene de hacerlo? —La miraba furiosa a Ximena—. ¡Lo de un hombre y una mujer siempre es un
Regina sabía que Diego tenía razón, y tampoco quería exacerbar la situación.—Está bien, buscaré un momento para hablar seriamente con tu futura exmujer.Mariana había pasado toda la noche sentada en aquella habitación. Al amanecer, se levantó del suelo y, como enloquecida, destrozó la habitación de