Marcus intentó explicarse, pero entre más hablaba, más complicaba la situación. En su mente, maldecía a Lisandro y a toda su descendencia. Rocío, sospechando aún más, interrogó a Sofía.—¿Ustedes dos tienen algo que ocultar?Sofía, sorprendida y enfurecida por la acusación, perdió la compostura. Mar
—Señorita Yates, te olvidas de las quemaduras de cigarros y de los dientes arrancados.Dijo Gabriela, mientras lentamente subía la manga de su blusa, revelando un brazo lleno de cicatrices de quemaduras. Al ver eso, Ximena inhaló bruscamente, sorprendida, y miró a Rocío con shock. No podía creer que
Lisandro miró sorprendido a Sofía, sin comprender la razón detrás de tal pregunta. ¿Cómo podría Felicia ser su hija?—Sofía, parece que tienes demasiado tiempo libre. Deberías pensar en cómo enriquecer tu vida, en vez de andar sin rumbo.—¡Hermano! Estoy hablando de ti, ¿por qué me das lecciones? —S
—Princesa, ¿sabes cómo se llama esta suculenta?Preguntó Carlos. Sofía observó con alegría la planta, cuyas hojas formaban un corazón.—¿Cómo se llama?—Se llama «Echeveria Perle von Nürnberg».—Es un nombre hermoso, —respondió Sofía.—¿Sabes cuál es el significado detrás de la «Echeveria Perle von
—¡Felicia también me contó que su mamá confundió el bicarbonato de sodio con la maicena al hacer una sopa! Era una sopa tan desagradable que hizo que Felicia la vomitara.» ¡Y hablar de cuando intentó calentar un bollo en el microondas y terminó siendo duro como una roca, o cuando intentó cocinar un
—¿Cómo es que están aquí?—¿No nos esperabas?Las expresión de Lisandro era fría, casi ofendida, como si le debieran dinero. Ximena no le regaló una sonrisa a Lisandro, pero dirigiéndose a Mateo con dulzura le dijo.—A Mateo sí lo esperaba.El niño se preocupaba un poco pensando que, dada la relació
Sin prestarle atención al desagrado evidente en el rostro de Ximena, Lisandro se metió bajo las sábanas, tomó la almohada y se recostó. Ella, apretando los dientes, le dio una patada.—¡Bájate!Pero Lisandro simplemente se dio vuelta, dándole la espalda. Durante los últimos días, él había tenido pro
—Ojalá tu mamá fuera la mía. Desearía tener una mamá que te amara tanto como la tuya te ama a ti.Felicia, sosteniendo un muñeco de peluche de chimpancé, dijo con una expresión inocente.—¡Podrías ser el hijo de mi mamá! Si consideras a mi mamá como tu madrina, ¡entonces ella será tu mamá! —Mateo mi