Capítulo 0209
El empleado miró a Ximena extrañado: —Señora Castillo, aunque el señor Mendoza no sea el padre biológico, como su esposo, tiene el derecho de solicitar la custodia.

—Si no es su hija, ¿cómo puede pedir la custodia? ¿Es esto una broma? No escuches sus tonterías. ¡Yo me quedo con la custodia de mi hija! No quiero ni su casa ni su coche —exclamó Ximena, frustrada, mientras sus ojos empezaban a enrojecerse.

El empleado observó detenidamente a Ximena de arriba abajo y recogió el acuerdo de divorcio
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