Lo observo por un instante, con aberración, es que no encuentro otra forma de plasmar mi mirada en él. Cuando lo veo a los ojos, es retroceder el tiempo a los días mas espantosos de mi vida, días que fueron los mejores hasta que el los destruyó.
—¿De verdad piensas que voy a dejar que vengas a decir mentiras sobre Patrick?— Espeto mientras sacudo mi cabeza.
Es que es insólito el hecho de que piense que, después de todo lo que ha ocurrido -antes y ahora - voy a creer una de sus palabras.
—La cuestión es esa, Camila— Dice con una serenidad qué encrispa mi piel —No son mentiras y por eso debes saberlo.
—Lars ¿qué demonios?— Suelto mientras lo fulmina con la mirada, alucino al escuchar su voz y el tono con el que se está dirigiendo a mí —¿Te estás escuchando?— Suelto, aunque inmediatamente a
Intento no ser tan paranoica. Es un viaje de ida y vuelta, le contaré a Patrick lo que pasó y nada más.«No, Camila. Sabes muy bien que no es sólo eso» me grita una voz dentro de mi cabeza.No voy a dejar que Lars juegue conmigo. Me dijo puras mentiras y yo no le he creído ninguna.«Entonces ¿por qué estás aquí?». Dejo escapar un grito contra la almohada que sostengo entre mis manos, sobre mi regazo, sólo así puedo hacerle frente a mi paranoia.Tomo una bocanada de aire, hago mi mejor intento por concentrarme en la televisión. Llamé a Patrick hace casi tres horas, le dije que iba a saliendo a Santorini, que quería hablar con él. Lo tomé por sorpresa, como es evidente ya que acordamos que yo estaría en el mismo lugar que estaríaLars. Me preguntó que si ocurría algo malo,
Lo odio, odio con todas mis fuerzasporlo que me ha hecho, los secretos que me ocultó, las mentiras qué me dijo. Y odio que a pesar de todo eso, a pesar de esta rabia que me presiona el pecho aún lo sigo amando. Eso también me resulta doloroso: la traición. Yo fui honesta con él, bajé mi defensa y me mostré tal cual, vulnerable. Le conté lo que había estado ocultando durante años. Y el me pagó con más mentiras.Corro literalmente hasta el elevador, espero que se abran las puertas y me meto en esa enorme caja metálica, presionoel botón haciendo que se detenga y proceso a tirarme en el suelo. A llorar. Serán solo cinco minutos, cinco minutos en la soledad donde me puedo permitir ser yo, ser esta versión que dio todo lo que tenía y recibió un puñado de mentiras a cambio."Sólo verdades a partir de aho
No tengo motivos para sentir remordimiento por dejar a Lisa aquí. Ella llegó con nosotros pero ahora está Jon con ella y, tal como ella misma nos dijo, "parece una segunda luna de miel", así que está feliz de estar aquí y da igual si mi hija y yo partimos hoy mismo. Por otra parte, quien no se lo está tomando muy bien es precisamente Mia. La idea de irnos tan pronto, de una forma tan abrupta, la tomo por sorpresa y no parece ser de su agrado.Desde que despertó esta mañana y le dije que tomará una ducha rápida para desayunar porque nos íbamos -tenemos que estar en dos horas en el aeropuerto no le ha hecho mucha gracia.Me ha dado cuenta que a Miale cuesta adaptarse a los cambios imprevistos. Llegamos aquí porque el plan era quedarnos todo diciembre, así que descubrir que nos vamos a la semana de haber llegado, la sacado de su zona de confort.—&
Me siento tan extraña al retornar a Depravity. La primera vez que recorrí las inmensas instalaciones de este estudio fue hace un par de meses, yo no era más que la asistente de Patrick y su novia -y prometida. Aquello fue hace sólo unos meses pero yo siento que fue hace muchos años. Para aquel entonces empezaba a notar indicios de quesentía algo más por él «¿a quién engañas, Camila?» No eran indicios, simplemente yo me empeñaba en ver a otro lado. Me daba temor admitir que me gustaba para acabar con el corazón roto. Pues tenía miedo de aceptar lo que sentía, porque aquí estoy con la moral y el corazón hecho pedazos.Pero como diría mi padre "No hay mal que dure mil años" y este proyecto ha llegado a mí en el momento preciso. Lo que me ha hecho Patrick me ha servido para aprender a no bajar la guardia ni
—¡¿Cuánto tiempo falta?!— Me pregunta Mia, pasando ambas manos por su rostro, dejando las caer desde la frente hasta su barbilla, completamente exagerada.—Según el horario qué tengo, quince minutos— Respondocon calma, intentando no reír ante su exasperación.—¿¡Quince minutos!?— Repite como si le acabase de decir que debemos esperar tres horas más.Mía ha estado muy expectante con el tema de conocer a sus abuelos pero las últimas veinticuatro horas han sido más... Intensas.—¿Crees que me van a querer?— Me preguntó al menos tres veces en el transcurso de la mañana.—Mia, te van a amar. Es más, ya lo hacen— Le respondí la última vez que me lo preguntó y ella intentó refutarme.—¿Cómo me van a querer ya si no me con
«Estás haciendo esto porque estás celosa» me recrimina una vocecita qué se hace escuchar con fuerza.No, la verdad es que no estoy haciendo esto por celos. Porque celos es un sentimiento y he decidido no sentir absolutamente nada por Patrick. Sí, cuando vi la noticia de él, divirtiéndose de lo lindo con Lars y un montón de mujeres griegas, guapísimas todas, sentí no celos, sino rabia. Rabia por haber creído en él, en su supuesto amor, en su supuesto intento de ser mejor persona. Ese mismo día decidí que Patrick Connelly había dejado de existir para mí.Ahora Glenn me ha invitado a salir, no es una cita porque él sabe que estoy casaday es un auténtico caballero, simplemente se trata de una cena. Juntos. Y sí, no tengo dudas de que Glenn es un caballero. En la película nos ha tocado rodar una "escena ín
—Dime una cosa— Exclama Josie mientras me ayuda a colgar la última de las cadenas de luces que van a decorar el patio de la cosa.—¿Qué?— Exclamoun poco irritada, no por su interrogatorio sino porque llevo media hora con los brazos extendidos, sosteniendo cables y cables de luces mientras estoy de pie en una silla de madera, caliente bajo el sol.—¿Patrick va a venir a la fiesta de Mia?— Dice como si nada mientras está de pie, a un par de metros de mí, sosteniendo la cadena de luces para que no toque el suelo.—No lo sé— Me esfuerzo por sonar casual mientras coloco la instalación en la última viga «Listo». Sacudo mis manos como si estuviese quitándome polvo de ellas y me bajo de la silla.—¿No lo sabes o lo sabes pero no quieres decirme nada porque las noticias que han salido en la prensa son ciertas
Las sonrisas en los rostros de todos los presentes se han congelado, hay un silencio incómodo durante el cual Karen aprovecha de dar un vistazo a su alrededor y suelta:—Oh, cielos ¡he metido la pata! ¿A qué sí?— La pobre ha perdido todo el color de su rostro, parece estar pasándolo fatal.Yo entre abro mis labios para decirle algo amable, para que no se sienta tan terrible. Pero Patrick se me adelanta.—Tranquila, Karen. No has dicho nada malo, de verdad— Le concede una sonrisa mientras ella asiente, aunque aún parece estar apenada —Si soy honesto, nunca había pensado en tener hijos y ahora que estoy con la mujer indicada— Toma mi mano entre la suya y entrelazadas nuestros dedos—, tampoco he pensado en ello porque tengo conmigo justamente lo que necesito. Mía es para mí como una hija.Patrick se gira para verme, yo lo contemplo y sonrío t