Deliciosa lección.

CAPÍTULO 27.

NICOLE.

Su polla dura está en su mano y brilla con líquido pre seminal y mi saliva.

―¿Por qué…? ―es todo lo que puedo decir.

―Porque, por mucho que amo tu boquita, voy a venirme dentro de tu coño.

Me muerdo la lengua para evitar gemir. Su boca sucia es como un latigazo que eleva mi éxtasis al máximo nivel.

¿No dijo la abuela que era su primera vez? Para ser un novato igual que yo soy demasiado caliente.

―Date la vuelta. Rodillas y manos sobre el colchón ―ordena, y yo estoy más que satisfecha en obedecer.

Antes de que haga lo que me pide, me agarra y saca completamente mi camisón. Y en un segundo estoy desnuda frente a él y en una posición vulnerable. Se posiciona detrás de mí y puedo sentir su piel caliente, al igual que la dureza de su abdomen.

Y santo Dios, estoy ardiendo por este hombre.

Aiden es un hombre que sabe lo que quiere y no dudara en ir tras ello.

Y ahora lo que quiere es a mí.

Sin darme la vuelta, agarra un pezón con los dedos, juega con él, para luego volve
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