CAPÍTULO 97.La cena benéfica se llevó a cabo en el hotel “MANDARÍN ORIENTAL”Cuando llegaron, ya era casi la hora de la apertura, Aiden había llegado a casa e inusualmente no hablo mucho durante el camino. Nicole no le pregunto que le sucedía, ella también estaba sumida en sus propios pensamientos.Esa noche eligió llevar un vestido estilo sirena azul rey de tela metalizada, la prenda realzaba completamente su figura de reloj de arena, su espalda estaba expuesta dejando a la vista su delicada piel, en sus pies un par de sandalias plateadas y su cabello estaba recogido en una coleta.Aiden, aunque estaba molesto, no pudo evitar sentirse orgullo y mirarla con dulzura. Le haya mentido o no, amaba a esta mujer.Tomados de la mano, caminaron hacia el salón lleno de gente, tan pronto como aparecieron, atrajeron la atención de todos los presentes, especialmente la de Aspen.Sus ojos llenos de maldad no dejaban de mirarlos, no importaba que pareciera una desquiciada, los miraba implacablemen
CAPÍTULO 98.En la suite del hotel, Nicole abrió los ojos y sentía que su cabeza estallaría. Estaba desorientada, abrió y cerro los ojos y también sintió seca la garganta. Cuando pudo enfocar los ojos, se dio cuenta de que estaba en una habitación.«¿Ya estoy en casa? Pero, hace un momento, estaba en la cena…»Recordó que caminaba de vuelta hacia Aiden y de repente todo se oscureció. La habitación estaba un poco oscura, solo la luz plateada de la luna se colaba por la ventana, se inclinó tratando de encender la lámpara a su lado. Cuando lo hizo la sabana se deslizó y dejando sus senos totalmente expuestos.―¡¿Qué demonios?! ―miro hacia abajo y se dio cuenta de dos cosas, una estaba desnuda y dos, no era su habitación.Asustada, miro lentamente a su lado, solo para ver a un Daniel con los ojos cerrados y sin camisa. Presa del pánico, se levantó y envolvió su cuerpo con la sabana. Sus ojos se abrieron como platos cuando vio que también estaba desnudo.―¡Daniel! ―grito y, comenzó a mirar
CAPÍTULO 99.Aiden cerro la puerta con fuerza, se detuvo y cerro los ojos intentando calmarse. En estos momentos había un huracán de preguntas desarrollándose en su interior.Lo mejor era dejar pasar la noche, mañana abordaría el tema con cabeza fría. Solo que a la mañana siguiente, cuando Nicole bajo al comedor, Aiden ya se había ido.―Roberta, ¿a qué hora salió mi marido?―Se fue bastante temprano ―respondió la mujer mientras le daba de comer al pequeño. Nicole se acercó para saludar a su hijo, pero sus pensamientos estaban todos en Aiden.Después de desayunar y pensárselo mucho decidió llamarlo. El teléfono repicó varias veces, pero nunca se conectó. Así que decidió llamar a su asistente, lo más probable era que estuviera en alguna junta o con un cliente.―¿Señora?―Robert, puedes decirle a Aiden que conteste el teléfono.El hombre miró a su jefe que tenía una expresión fría y lo miraba como si fuera a desaparecerlo. No le quedo más remedio que inventar una excusa.―Señora, el jefe
CAPÍTULO 100.―¡¿Cómo que no se dieron cuenta?! ¡¿Para qué carajos les pago?!―Señor, se escabullo dentro de la camioneta del mantenimiento de jardinería.―¡Son un par de idiotas!Aiden seguía marcando su número, pero siempre lo enviaba al buzón de voz.Daniel, quien se había metido a su auto, de repente tuvo una idea.―¿Y si está con Lola?El marco de inmediato el número de Lola, pero también fue enviado al buzón. Después llamaron a la agencia y les informaron que ella había renunciado recientemente y que dijo que tomaría un descanso en Italia.Aiden maldijo para sus adentros.―¿Dónde más puede estar? No tiene a otra persona a quien recurrir.De repente el teléfono de Aiden sonó y contesto a toda prisa.―¿Nicole?―Disculpe, ¿es usted Aiden?―Sí, ¿Quién habla? ¿Por qué tiene el teléfono de mi esposa?―Encontré este teléfono al costado de la calle, quise devolverlo y marqué el último número de llamadas salientes.Todo el cuerpo de Aiden se tensó.―¿Cómo qué tirado? ¿En dónde?―Calle Lo
CAPÍTULO 101.Cuando salieron del área abandona, Nicole fue llevada al hospital para una revisión, a pesar de que se negó y le dijo a Aiden que quería volver a casa, este se negó rotundamente y condujo al hospital.Por otro lado, Elena fue trasladada a la oficina de interrogatorios. Los primeros veinte minutos no paraba de llorar y decir que no había hecho nada, sin embargo, Robert se encargó de proporcionar las pruebas en su contra. Como que ella fue la que proporciono el Halcion para sedar a Daniel y Nicole.No le quedo más remedio que confesar. Todos en la sala de interrogatorios quedaron sin palabras cuando escucharon los planes de Aspen.Planeaba asesinar a Nicole y luego quemar su cuerpo, pero antes iba a cambiar sus pertenencias. Quería matarla para luego ocupar su lugar.Cuando Robert le informo sobre esto a Aiden, dio gracias a Dios poder haber llegado a tiempo, no quería imaginar que hubiera hecho si perdiera a Nicole.―Señor, Elena va a ser procesada. Hable con el juez Piar
EPÍLOGO. UN AÑO ANTES, OFICINA DEL GRUPO CONTINENTAL. ―Jefe, el señor Kingston, está aquí. Aiden dejo los documentos sobre el escritorio y se puso de pie. ―Hazlo pasar y que no nos interrumpan. Cinco minutos después, un hombre alto de complexión atlética y cabello castaño entro a la oficina. Vestido con un traje Tom Ford, miro con sus ojos verdes a su amigo. ―Aiden King, veo que la vida de casado te sienta bien. ―cuando sonreía un par de hoyuelos se formaban en sus mejillas. ―Elliot Kingston, mi viejo amigo ―se acercó en dos pasos y palmeo su espalda en un abrazo. ―No creí que llegarías tan pronto. Lo guio hasta el sofá y luego sirvió un poco de whisky. ―¿Sigues tomándolo igual? ―Sí. Aiden sirvió dos vasos y le entrego uno antes de sentarse. Elliot tomo un sorbo y dejo que los sabores se deslizaran por su paladar. ―¿Y bien, explícame que eso que quieres que haga por ti? ―Al menos dime cómo estás antes de hablar de negocios ―bromeo Aiden y cruzo las piernas en erlang. ―En
CAPÍTULO 1. Nicole Leblanc entro el departamento de su novio profundamente emocionada, llevaba un regalo en la mano, hoy estaba dispuesta a sorprenderlo. Tan pronto como se acercó, los jadeos y gemidos en la habitación detuvieron sus pasos. Ella se acercó despacio y escuchó a través de la puerta. ―Daniel… ¿Cuándo le dirás a mi hermana sobre nosotros? La voz de la mujer resultó muy familiar para Nicole, y al conocer a la dueña de esa voz, quedó petrificada. Con lentitud empujo suavemente la puerta y, con incredulidad, miro a dos personas acostadas en la cama. Una de ellas… es su hermana gemela, Aspen. Su corazón se contrajo y por un momento le fue difícil respirar. Estas dos personas, una es su hermana de sangre y la otra, es su novio de toda la vida. ―Daniel, sabes que te amo, ¿verdad? ―Lo sé. El hombre sonrió a la chica y bajo su cabeza para tomar sus labios nuevamente. Las dos personas siguieron disfrutando del placer, sin saber que estaban siendo observados por otra perso
CAPÍTULO 2.Lo más extraño es que cuando salían del club, tenía la sensación de que alguien la vigila. Lola se dio cuenta de que había olvidado su bolso en el salón VIP, le dijo a Nicole que esperara y volvió adentro.En un abrir y cerrar de ojos, vio a Elena, que venía en dirección a ella. Llevaba un vestido rojo y tacones altos, y se paró delante de ella como lo que era, una bruja.Elena Leblanc, es la amante y ahora esposa de su padre. Si Elena no se hubiera metido en el matrimonio de sus padres, si no hubiera estado embarazada, su madre no se hubiera deprimido. Y lo más escalofriante era que solamente tres meses después de la muerte de su madre, su padre trajo a su amante a casa y la dejó ocupar el lugar de señora de la casa. Cuando se fue de la casa de su padre, Elena Jones, todavía estaba embarazada. Ahora el pequeño debe tener casi siete años, y es su hermanastro.―¡Nicole, ven conmigo! ― los labios rojos de Elena se movieron con arrogancia.Ella pensó instintivamente que la p