— Voy a abrir una sucursal en Francia y me gustaría que Clarke Corporation se haga cargoProbablemente si seguía apretando los dientes de esta manera estos se romperían, Grace estaba hablando animadamente con Ellis, al parecer le había agradado encontrarlo aquí. Apreté los puños sintiendo la furia invadirme.— ¿Señor Clarke?Miré al señor Henry, estaba tan absorto en mis pensamientos que apenas había podido entender sus palabras.— Le pido una disculpa señor Ellis, ¿podría repetir lo que dijo? —me miró sonriendo y asintió—.— En resumen, he conseguido poder poner mi sucursal en Francia y me gustaría que te hagas cargo de la construcción y diseño del edificio.Esbocé una sonrisa y asentí.— Claro, podemos hacer una cita, y usted me indicará todos los detalles.— Listo, excelente.— Buenas noches caballeros.Ambos tomamos la mano del señor Frederick. Maldición, nunca me soltaría de estos hombres y yo tenía que encontrar a Grace que se había ido con Logan a quién sabe dónde.Alrededor de
Algo duro estaba incrustado en mi trasero y me empezaba a fastidiar, gruñí sintiendo el dolor de cabeza y con mi mano palmée eso para quitarlo y seguir durmiendo.- Auch, cariño.Me sobresalté y me senté rápidamente en la cama. Maldición, mi cabeza.- ¿Qué mierda haces en mi cama? -grité-.- Me pediste que durmiera contigo -alzó la ceja-.- Sí claro.Lo fulminé con la mirada, él aprovecharía cualquier momento para tenerme en su cama, o en este caso meterse en la mía. Cubrí mi pecho con mis manos, al ver como él los veía como si fueran torta de chocolate.- ¿Por qué estoy desnuda? -alcé las sábanas para ver debajo de ellas, gracias a Dios aún tenía mis bragas y James su ropa interior-.Oh Así que eso era lo duro que sentí.- Pues si, si me frotas tu trasero, obviamente mi amigo reaccionará -lo miré confundida-. Sí, volviste a pensar en voz alta.Me dí una cachetada mentalmente.- Debería dejar de hacerlo -crucé los brazos sobre mi pecho-. ¿Qué haces en mi cama?- Pues, ayer me pediste
Miré desde la cocina como mi abuela hablaba animadamente con mi falso esposo, empecé a cocinar algo mientras Jane me ayudaba. De repente me tomó de la cara y me obligó a verla.— Mmm, no, no te has acostado con él —me analizó completamente—. Nop, ¿Por qué?— Bueno, tal vez porque alguien —resalté— Nos interrumpió.— Entonces si pensabas hacerlo —me miró pervertida—. Bueno, pero lo entiendo, cómo podrías resistirte a tremendo papasito —mordió su uña—. Sólo usa protección ¿De acuerdo?Asentí.— Grace te sacaste la lotería con este papasito —dijo la abuela—.Mordí mi tostada sintiendo como el color subía a mis mejillas, mi abuela era muy abierta, tal vez demasiado, incluso Clarke se quedó sorprendido con sus palabras.— Me pregunto qué tan grande es su— ¡Abuela! —grito interrumpiendola—.— Iba a decir corazón, ¿Qué tiene eso de malo? —me miró burlona—. ¿Cómo se conocieron? —cambió de tema—.— Oh, se casó con él en las Vegas porque estaba muy borracha —contestó Jane—.La miré fulminandol
— No participaré esta vez —dijo Jane—. Tengo que estudiar para los exámenes, francés se está volviendo mi némesis y no quiero reprobar.Hice una mueca, quería trabajar con ella para presentar un buen diseño, pero al parecer tendría que hacerlo sola.— Bueno, está bien —regresé mi vista al papel en blanco—.El señor Ellis quería un edificio de veinte pisos, con diseño innovador, y cristal, mucho cristal. Teníamos una semana para presentar nuestros trabajos.Miré a mi alrededor buscando algo de inspiración, mis ojos se posaron sobre la piscina, estábamos en el patio trasero de la mansión de Clarke.— Creo que el sol está increíble, así que me daré un chapuzón.Asentí y la vi saltar al agua.— Está deliciosa, G, deberías entrar. Tal vez te ayude a despejar tu mente y puedas dibujar algo que valga la pena.Pensé mis opciones y tenía razón, dejé la hoja en blanco en el asiento y empecé a quitarme el short y la blusa para quedar en traje de baño. De inmediato sentí como el sol emoezaba a c
— ¡Grace! ¡Grace!Me giré encontrándome con un Logan muy agitado corriendo hasta a mí, me preocupé, tal vez había pasado algo.— ¿Qué sucede?— Nada, ¿quieres que te lleve a casa?Dejé que el aire salga de mis pulmones y negué.— No, ahora voy al trabajo.Hoy iría sola porque Jane estaba enferma y no pudo venir a clases.— No importa, te llevo igual, vamos —me tomó del brazo y me arrastró hasta su carro—.Intenté seguirlo, casi cayendo en el camino.— Tranquilo Logan, sé caminar —dije sarcástica—.— ¿Sí? No parece, te llevas cayendo como cinco veces.— Muy gracioso —volteé los ojos—. Es por los zapatos altos.— Probablemente, ¿Por qué estás tan guapa? ¿Con quién saldrás?Abrió la puerta para mí, subí al carro. Cuando se instaló a mi lado seguí con la conversación.— Nada de eso, veré a tu padre hoy.— No sabía que el viejo le hacía a niñas como tú, serás mi nueva mami.— ¡No! —dije espantada—. Presentaré mi diseño para su nuevo edificio.— Lo sé, sólo bromeaba, ¿Por qué no me dijiste
Al salir del salón no pude evitar sentirme muy conforme con mi trabajo, aún así no estaba segura de que me escogieran, habían diseños geniales.— Felicidades Grace —se acercó uno de los arquitectos, Marc—. Tu presentación estuvo increíble, creo que podrías ganar esta vez.— ¿Tú crees?— Sí, fue muy innovador, original y actual, a todos les gustó mucho, hasta el señor Clarke sonrió y él nunca lo hace.¿Por qué tenía que estar siempre en cualquier conversación?— Espero que el señor Ellis opine lo mismo, él tiene la ultima decisión.— Tienes razón.Sonreí y seguimos conversando un rato más hasta que todos salieron, Logan me sonrió triste, supongo que no lo había conseguido. Se acercó y me abrazó.— Aún así, para mí fuiste la mejor.Cerré los ojos, ya lo había dicho todo. Cuando los abrí James nos estaba mirando fijamente, en su rostro se notaba el enojo a metros, Rose también lo había notado y me estaba fulminando con la mirada.— Gracias Logan —besé su mejilla—.— Espero que el próximo
Me hundí en mi abrigo cuando el viento me golpeó fuertemente, James me había convencido de subir a la torre Eiffel. Mi cuerpo temblaba tanto por el frío como por el miedo.- Vamos, Davis, acércate al borde- Mmm, mejor me quedo aquí -mi mirada estaba fija en el cielo intentando ignorar lo alto que nos encontrabamos-- Eres tan miedosa -rodó los ojos- ya subiste hasta aquí, sólo disfruta estoMe tomó de la mano y me jaló hacia el borde, me rehusé haciéndome hacia atrás pero definitivamente era más fuerte que yo, cerré los ojos cuando me presionó contra el balcón de metal, dejando mi espalda apoyada en su pecho y sus brazos simulando una cárcel.- Vamos, cariño, abre los ojos -susurró en mi oído-Negué pero terminé haciéndolo, pudiendo ver la hermosa ciudad de París, observé todo muy impresionada, realmente era magnífico, el cielo estaba pasando de azul a naranja dejando a su paso el mejor paisaje que había visto en mi vida.- No sé qué es más hermoso, si la vista, tú, o la combinación
Suspiré pesadamente, de todas las personas tenía que haber sido él.- Creo que debería llevarte con tu esposo- ¡No!Me arrepentí a penas había dejado que eso salga de mi boca. Alzó una ceja y me miró malicioso.- ¿Por qué? ¿Se pelearon?- Sí -mentí a medias-- ¿Puedo saber por qué?- Es sólo algo que no te incumbeAunque intenté no sonar grosera, no pude evitarlo. Me abracé intentando tomar calor, la noche era demasiado fría. Mi teléfono sonó una vez más y esta vez decidí apagarlo, era demasiado.- Bueno, si no quieres regresar, podría invitarte un café -caminó a un auto-- No creo que- Pues, no tienes nada que hacer ¿O sí? A parte te ayudará a quitarte el efecto del alcoholSin más asentí y me atreví a subir a su auto, tal vez no era una buena idea pero ya estaba aquí. Cinco minutos después paramos en una cafetería de esas que estaban abiertas las veinticuatro horas, miré mi reloj, casi eran las doce de la noche.Nos sentamos en una mesa mientras esperábamos el café.- ¿Por qué odi