Sí, era mi cumpleaños y lo había olvidado. Oficialmente tengo veinte años. James me miró algo divertido olvidando por completo lo que me había contado hace segundos, y sin que yo lo haya notado sacó una cajita que tenía oculta atrás en su espalda.Intenté no sonreír pero me fue imposible, es decir, ¿A quién no le gustan los regalos?.- Espero que te guste -me la tendió-Con cuidado desaté el listón dorado y la abrí encontrándome con un collar de lo que parecía ser oro rosa, tenía un dije con la forma de la letra G con incrustaciones de lo que quería creer eran piedras baratas y no diamantes. Era fina, delicada, y me encantaba.- No lo esperaba -dije sincera-. Muchas gracias, James- ¿Te gustó? -sus ojos estaban llenos de ilusión y sonrió cuando asentí-. Ve a arreglarte, se hace tardeObedecí y me levanté, casi me da un infarto cuando noté que estaba en ropa interior.- ¿Enserio? -pregunté-. Siempre tienes que desnudarme cuando llego borrachaLanzó una carcajada y se acercó a mí.- Lo
Tenía que aceptar que si su intención era sorprenderme lo habían logrado, sentí mi cara ponerse roja, mierda, que buen espectáculo que le habíamos dado.Miré a mamá y papá quienes se me acercaron rápidamente y me envolvieron en un abrazo.— Hija, Feliz cumpleaños —los abracé de vuelta y le agradecí—.— Pero mamá, ¿qué hacen aquí en Francia?— Pues, queríamos pasar el día de tu cumpleaños contigo pero entendíamos que debías trabajar —hizo un puchero—. Pero James nos ayudó a conseguir los boletos y llegar hoy ¿no es genial?— Claro que sí, mamá —dije entre dientes—.No me malinterpreten, estaba muy feliz de que mis padres estuvieran aquí, pero maldito Clarke, ¿Por qué no me avisó? Así me hubiera evitado la vergüenza de que nos encuentren así.Cada uno se fue acercando poco a poco, mi hermano me abrazó muy fuerte hasta el punto que sentía que iba a explotar.— Relájate Nathan —pedí—.— Lo siento, estoy muy feliz de verte pero también estoy muy enojado porque permitiste que ese hombre met
Decir que miles de sensaciones explotaron en mi estómago fue poco.Después de quitarse su camisa volvió a tomar mis labios, tímidamente acerqué mi mano a su abdomen y lo acaricié. Sus labios empezaron a descender por mi cuello, solté un suspiro cuando su mano apretó mi seno sobre la blusa, segundos después esta desapareció de mi cuerpo. Cambiamos de posición y esta vez yo estaba arriba de él, sentí su erección presionando ahí donde lo deseaba.— James -gemí-— Te deseo tanto Grace -se incorporó y arremetió contra mis labios-La guerra estaba declarada, nuestros labios luchaban por obtener la rendición del otro.Pasé mis manos por sus hombros fuertes y enterré mis uñas en su espalda cuando apretó mi trasero, pegandome más a su erección como si eso fuera posible.Sentí el aire acariciando la punta de mis senos cuando me quitó el sujetador, pero después de unos segundos su lengua caliente jugueteaba con ellos. Mis dedos se apoderaron de su cabello, haciéndole saber que me gustaba como me
Suspiré al sentir el olor a mar que se impregnaba en el ambiente, el mar azul y la arena blanca frente a mí me recordó mi infancia, había pasado más tiempo en la playa que en casa.Sentí la mano de James en mi hombro.— ¿Lista?Habíamos venido a pasar la navidad en la casa de mi abuela, muy cerca de la de mis padres pero mucho más grande. Estaba un poco nerviosa porque toda mi familia estaría aquí y conocerían a James.— Debería preguntarte eso a ti, mi familia es algo especial —por no decir que estaban completamente locos—.— Lo estoy, si ya pude contigo, creo que podré con cualquiera.— ¿Poder conmigo? Nunca, cariño —le guiñé el ojo—.Seguí el camino de piedras hasta la entrada de la casa, la puerta estaba abierta así que simplemente ingresé con James tras de mí.— ¡Pero miren que nos trajo la marea!Me encontré con la mayoría de mi familia reunidos en la sala, mi tío abuelo Charles se acercó para abrazarme fuertemente.— ¡Grace estás enorme! Bueno, en lo que cabe la palabra porque
Todos estaban en la mesa conversando y sonriendo, amaba los momentos en familia.James había encajado tan bien incluso sin saber jugar el deporte favorito de todos nosotros, mis primos bromeaban con él y todos parecían especialmente emocionados con su presencia, era la primera vez que traía a un novio así que el momento era algo digno de guardar en los recuerdos de todos.La comida estaba servida, las copas estaban llenas de vino, y el chocolate en las tazas, los panes de pascua eran en centro de mesa y las risas no cesaban.Christina estaba a un lado de James y no dejaba de decirle cosas en voz baja, a veces él sonreía un poco incómodo y otras sonreía enserio, ella tomaba un mechón de cabello y lo envolvía en su dedo cada tanto. Una sensación agria se instaló en mi estómago, estaba coqueteando con mi novio.Con mi novio falso. Pero mi novio al fin y al caboDenver me codeó levemente.— Mi hermana es una zorra -dijo tomando de su copa, no pude evitar sorprenderme por como la llamó- as
Me acomodé en mi asiento de avión, los padres de James nos habían invitado a pasar el fin de año junto a ellos, aunque la invitación se debía un poco más a que se habían enterado del matrimonio y tenían curiosidad por la desconocida esposa de su hijo. Cerrando mis ojos intenté relajarme, me ponía nerviosa conocer a lo que supongo serían mis suegros. Sentí una mano tomando la mía.— ¿Estás bien? -preguntó-Asentí y como un impulso me acerqué a él depositando un beso en la comisura de sus labios, nuestra relación ficticia había mejorado mucho los últimos días.— ¿Y eso? -susurró sorprendido-— No sé— Bueno, puedes vivir ignorante toda tu vida y seguir haciéndoloDejé que una sonrisa escapara de mis labios. Me dió otro beso, siendo esta vez un poco más profundo.— Por fin solos, ¿lo has hecho en un avión?Rodé los ojos, se había vuelto un completo pervertido desde que lo hicimos por primera vez.— No— ¿Quieres probar? Es delicioso— ¿Tú lo has hecho?— No, pero contigo seguro todo es d
Los jardines de la mansión Clarke estaban muy bien cuidados, el verde prevalecía pero flores de distintos colores le brindaban un toque de color. Tomé un sorbo de café, habían pasado minutos desde que amaneció pero yo ya no pude dormir más, sin embargo, toda la casa se encontraba en silencio. Era domingo y el servicio ya no trabajaba.- CariñoMe tensé al sentir sus brazos sobre mi vientre, apoyando mi espalda en su pecho.- Clarke.- ¿Qué haces despierta tan temprano?- No podía dormir más -alcé los hombros-- ¿Mmh, enserio?Un suspiro salió de mis labios al sentir los suyos sobre mi cuello, ¿cómo podía hacer que mis hormonas se revolucionaran con un par de besos?- James, aquí no.- ¿Por qué? -susurró entre besos- Mis padres salieronMe separé y me giré a verlo.- ¿Cómo? Pero si recién amanece.- El último día del año van a visitar a mis abuelos fallecidos, son tres horas de viaje en carro, así que salen temprano, no regresarán hasta el medio día, así que -se acercó nuevamente a bes
- ¡Feliz año nuevo!Todos en la mansión Clarke portaban trajes bastante elegantes para la ocasión. Habían sido muy acogedores conmigo y estaba agradecida por ello.Las luces de colores empezaron a iluminar el cielo llamando la atención de los más pequeños de la casa quienes anteriormente estaban jugueteando por ahí. Me sobresalté al sentir una mano pasar por mi cintura.- Feliz año, cariño.Miré su cara iluminarse con los destellos de colores, este hombre era demasiado para mí. En respuesta deposité un beso en su mejilla.- Feliz año -le dije-.- Feliz año, cuñada. Es un gusto saber que no te has acabado el almacén de vino familiar.Ambos nos tensamos ante la voz venenosa que se encontraba detrás nuestro. Se suponía que él no iba a estar presente en esta reunión, sin embargo, aquí estaba, tan desafiante como siempre. Su llegada no me dió buena espina, tenía entendido que nunca asistía a las reuniones familiares así que algo debe tener entre manos para venir hasta aquí.- ¿Qué haces aq