Al salir del salón no pude evitar sentirme muy conforme con mi trabajo, aún así no estaba segura de que me escogieran, habían diseños geniales.— Felicidades Grace —se acercó uno de los arquitectos, Marc—. Tu presentación estuvo increíble, creo que podrías ganar esta vez.— ¿Tú crees?— Sí, fue muy innovador, original y actual, a todos les gustó mucho, hasta el señor Clarke sonrió y él nunca lo hace.¿Por qué tenía que estar siempre en cualquier conversación?— Espero que el señor Ellis opine lo mismo, él tiene la ultima decisión.— Tienes razón.Sonreí y seguimos conversando un rato más hasta que todos salieron, Logan me sonrió triste, supongo que no lo había conseguido. Se acercó y me abrazó.— Aún así, para mí fuiste la mejor.Cerré los ojos, ya lo había dicho todo. Cuando los abrí James nos estaba mirando fijamente, en su rostro se notaba el enojo a metros, Rose también lo había notado y me estaba fulminando con la mirada.— Gracias Logan —besé su mejilla—.— Espero que el próximo
Me hundí en mi abrigo cuando el viento me golpeó fuertemente, James me había convencido de subir a la torre Eiffel. Mi cuerpo temblaba tanto por el frío como por el miedo.- Vamos, Davis, acércate al borde- Mmm, mejor me quedo aquí -mi mirada estaba fija en el cielo intentando ignorar lo alto que nos encontrabamos-- Eres tan miedosa -rodó los ojos- ya subiste hasta aquí, sólo disfruta estoMe tomó de la mano y me jaló hacia el borde, me rehusé haciéndome hacia atrás pero definitivamente era más fuerte que yo, cerré los ojos cuando me presionó contra el balcón de metal, dejando mi espalda apoyada en su pecho y sus brazos simulando una cárcel.- Vamos, cariño, abre los ojos -susurró en mi oído-Negué pero terminé haciéndolo, pudiendo ver la hermosa ciudad de París, observé todo muy impresionada, realmente era magnífico, el cielo estaba pasando de azul a naranja dejando a su paso el mejor paisaje que había visto en mi vida.- No sé qué es más hermoso, si la vista, tú, o la combinación
Suspiré pesadamente, de todas las personas tenía que haber sido él.- Creo que debería llevarte con tu esposo- ¡No!Me arrepentí a penas había dejado que eso salga de mi boca. Alzó una ceja y me miró malicioso.- ¿Por qué? ¿Se pelearon?- Sí -mentí a medias-- ¿Puedo saber por qué?- Es sólo algo que no te incumbeAunque intenté no sonar grosera, no pude evitarlo. Me abracé intentando tomar calor, la noche era demasiado fría. Mi teléfono sonó una vez más y esta vez decidí apagarlo, era demasiado.- Bueno, si no quieres regresar, podría invitarte un café -caminó a un auto-- No creo que- Pues, no tienes nada que hacer ¿O sí? A parte te ayudará a quitarte el efecto del alcoholSin más asentí y me atreví a subir a su auto, tal vez no era una buena idea pero ya estaba aquí. Cinco minutos después paramos en una cafetería de esas que estaban abiertas las veinticuatro horas, miré mi reloj, casi eran las doce de la noche.Nos sentamos en una mesa mientras esperábamos el café.- ¿Por qué odi
Sí, era mi cumpleaños y lo había olvidado. Oficialmente tengo veinte años. James me miró algo divertido olvidando por completo lo que me había contado hace segundos, y sin que yo lo haya notado sacó una cajita que tenía oculta atrás en su espalda.Intenté no sonreír pero me fue imposible, es decir, ¿A quién no le gustan los regalos?.- Espero que te guste -me la tendió-Con cuidado desaté el listón dorado y la abrí encontrándome con un collar de lo que parecía ser oro rosa, tenía un dije con la forma de la letra G con incrustaciones de lo que quería creer eran piedras baratas y no diamantes. Era fina, delicada, y me encantaba.- No lo esperaba -dije sincera-. Muchas gracias, James- ¿Te gustó? -sus ojos estaban llenos de ilusión y sonrió cuando asentí-. Ve a arreglarte, se hace tardeObedecí y me levanté, casi me da un infarto cuando noté que estaba en ropa interior.- ¿Enserio? -pregunté-. Siempre tienes que desnudarme cuando llego borrachaLanzó una carcajada y se acercó a mí.- Lo
Tenía que aceptar que si su intención era sorprenderme lo habían logrado, sentí mi cara ponerse roja, mierda, que buen espectáculo que le habíamos dado.Miré a mamá y papá quienes se me acercaron rápidamente y me envolvieron en un abrazo.— Hija, Feliz cumpleaños —los abracé de vuelta y le agradecí—.— Pero mamá, ¿qué hacen aquí en Francia?— Pues, queríamos pasar el día de tu cumpleaños contigo pero entendíamos que debías trabajar —hizo un puchero—. Pero James nos ayudó a conseguir los boletos y llegar hoy ¿no es genial?— Claro que sí, mamá —dije entre dientes—.No me malinterpreten, estaba muy feliz de que mis padres estuvieran aquí, pero maldito Clarke, ¿Por qué no me avisó? Así me hubiera evitado la vergüenza de que nos encuentren así.Cada uno se fue acercando poco a poco, mi hermano me abrazó muy fuerte hasta el punto que sentía que iba a explotar.— Relájate Nathan —pedí—.— Lo siento, estoy muy feliz de verte pero también estoy muy enojado porque permitiste que ese hombre met
Decir que miles de sensaciones explotaron en mi estómago fue poco.Después de quitarse su camisa volvió a tomar mis labios, tímidamente acerqué mi mano a su abdomen y lo acaricié. Sus labios empezaron a descender por mi cuello, solté un suspiro cuando su mano apretó mi seno sobre la blusa, segundos después esta desapareció de mi cuerpo. Cambiamos de posición y esta vez yo estaba arriba de él, sentí su erección presionando ahí donde lo deseaba.— James -gemí-— Te deseo tanto Grace -se incorporó y arremetió contra mis labios-La guerra estaba declarada, nuestros labios luchaban por obtener la rendición del otro.Pasé mis manos por sus hombros fuertes y enterré mis uñas en su espalda cuando apretó mi trasero, pegandome más a su erección como si eso fuera posible.Sentí el aire acariciando la punta de mis senos cuando me quitó el sujetador, pero después de unos segundos su lengua caliente jugueteaba con ellos. Mis dedos se apoderaron de su cabello, haciéndole saber que me gustaba como me
Suspiré al sentir el olor a mar que se impregnaba en el ambiente, el mar azul y la arena blanca frente a mí me recordó mi infancia, había pasado más tiempo en la playa que en casa.Sentí la mano de James en mi hombro.— ¿Lista?Habíamos venido a pasar la navidad en la casa de mi abuela, muy cerca de la de mis padres pero mucho más grande. Estaba un poco nerviosa porque toda mi familia estaría aquí y conocerían a James.— Debería preguntarte eso a ti, mi familia es algo especial —por no decir que estaban completamente locos—.— Lo estoy, si ya pude contigo, creo que podré con cualquiera.— ¿Poder conmigo? Nunca, cariño —le guiñé el ojo—.Seguí el camino de piedras hasta la entrada de la casa, la puerta estaba abierta así que simplemente ingresé con James tras de mí.— ¡Pero miren que nos trajo la marea!Me encontré con la mayoría de mi familia reunidos en la sala, mi tío abuelo Charles se acercó para abrazarme fuertemente.— ¡Grace estás enorme! Bueno, en lo que cabe la palabra porque
Todos estaban en la mesa conversando y sonriendo, amaba los momentos en familia.James había encajado tan bien incluso sin saber jugar el deporte favorito de todos nosotros, mis primos bromeaban con él y todos parecían especialmente emocionados con su presencia, era la primera vez que traía a un novio así que el momento era algo digno de guardar en los recuerdos de todos.La comida estaba servida, las copas estaban llenas de vino, y el chocolate en las tazas, los panes de pascua eran en centro de mesa y las risas no cesaban.Christina estaba a un lado de James y no dejaba de decirle cosas en voz baja, a veces él sonreía un poco incómodo y otras sonreía enserio, ella tomaba un mechón de cabello y lo envolvía en su dedo cada tanto. Una sensación agria se instaló en mi estómago, estaba coqueteando con mi novio.Con mi novio falso. Pero mi novio al fin y al caboDenver me codeó levemente.— Mi hermana es una zorra -dijo tomando de su copa, no pude evitar sorprenderme por como la llamó- as