El sonido de la alarma despertó de inmediato a Drake, haciendo que se moviera rápidamente por la cama al no poder observar a Ethan que supuestamente había dormido a su lado. Ethan se encontraba parado frente a la ventana de la habitación de Winter, cruzado de brazos mientras observaba al exterior de aquel edificio antiguo. Estaba molesto y cada pequeño centímetro de su rostro lo demostraba por completo, mantenía el señor fruncido, los labios tensos y una mirada completamente tensa que se podía observar desde cualquier ángulo.
Drake ni siquiera tuvo el valor de preguntarle qué es lo que estaba haciendo ahí, simplemente se cubrió con las suaves cobijas que Winter mantenía sobre su cama y suspiró con fuerza, sabiendo perfectamente lo que estaba ocurriendo.
—Estoy casi completamente seguro que ella regresará en cualquier momento, posiblemente se queda a pasar la noche con alguna amiga. No tienes porque preocuparte demasiado Ethan.
—Winter no es
Cuándo el vuelo de Winter finalmente llegó a las tierras de México, ella se bajó sintiéndose completamente mareada. Asqueada por culpa de una mujer que se había sentado a tres asientos de ella y había decidido utilizar un asqueroso y potente perfume de rosas con fresas. Una empalagosa aroma que le había hecho vomitar dos veces en el avión.Cuándo finalmente pudo entrar al edificio del aeropuerto le resultó completamente extraña la manera en la que aquel aeropuerto de México se encontraba en completo silencio. Haciéndola sentir que algo en aquel aeropuerto no se encontraba completamente bien, los trabajadores encontraban caminando de un lado a otro con sus rostros serios y sus bocas completamente cerradas. El único sonido que se podía escuchar en aquel lugar eran los sonidos provenientes de los aviones que aterrizaban y despegaban el lugar. Winter inmediatamente se acercó a una de las recepcionistas del lugar, sintiéndose repentinamente nerviosa al saber que tendría que hablar
El hombre de traje negro soltó un pequeño suspiro al entrar a la habitación, caminando levemente hacia la camilla del área de enfermería del hospital. Mantenía sus brazos cruzados sobre su pecho mientras negaba y volteaba a ver a una de las enfermeras del lugar.—¿Cómo es que todo terminó de esta manera?— preguntó —¿En qué momento ella comenzó a confundirme con otra persona, está drogada?— preguntó el hombre de traje.—No creo que esté drogada— soltó la enfermera con una pequeña sonrisa burlona —tú siempre estás diciendo tonterías. ¿Acaso no puedes ver que está embarazada?—Que esté embarazada no significa que no pueda drogarse, la gente está loca, ya deberías de saberlo.—Bueno, supongo que estoy completamente loca por haber decidido casarme contigo.—¿Es una broma o estás tratando de molestarme?— preguntó él, acercándose hacia la linda enfermera que vestía un delicado traje blanco.— Simplemente fingiré que nunca escuché que dijiste eso, lo
Ethan se encontraba sentado sobre su cómodo asiento de color negro, frente a él y reposando sobre su escritorio había un pequeño sobre de color negro que le habían entregado hace unos cuantas horas. Algo dentro de él le pedía a gritos que no abriera que el sobre pero incluso sintiendo que aquel sobre era una amenaza, deseaba abrirlo. Drake le había pedido repetidas veces que no abriera aquí el sobre de color oscuro pero cuando sus manos tocaron el papel y rasgaron el sobre, y ya no había vuelto atrás. Después de tomar un largo suspiro y de sentir que algo realmente malo está apunto de suceder, finalmente sacó del sobre un segundo sobre más pequeño que era acompañado de una nota. Firmada por "Peter Wix", su mayo enemigo. Un imbécil que se había asegurado asimismo que era mejor que Ethan y que su empresa. Lo que había ocasionado que se crea llegar un absurdo cuento de enemistad. No puede ser "soltó"
Ethan se llevó ambas manos hacia el rostro, preguntándose una y otra vez por que toda la situación se estaba volviendo en su contra. Estaba completamente estresado, preocupado ante los pensamientos repentinos que pasaban por su mente, estaba seguro que algún maldito castigo divino estaba pagando porque sabía que era completamente extraña la manera en que todo se había ido al carajo.Lo único que le preocupaba en esos momentos era que aún no había podido encontrar a Winter, sabía casi por completo que estaba en México, no había otro lugar al que ella pudiera ir, ella se sentía cómoda en aquel lugar y en su maldito diario siempre había escrito que aquel país era su ruta de escape. Ethan no estaba completamente seguro si ella había escrito tal cosa en su diario para poder ser encontrada o para simplemente distraer a alguien como él que descub
Drake se detuvo frente a la puerta, tomando la perilla de esta antes de soltar un fuerte suspiro. Volteándose hacia Ethan antes de soltar un segundo suspiro, esta vez más pequeño que el primero.—Sabes perfectamente que esto no puede terminar así, algo dentro de ti sabe que soy tu mejor amigo y algo dentro de mí sabe que eres mi mejor amigo por lo que no podemos simplemente fingir que no nos importará si en un futuro nos hemos mandamos a la mierda.—Te equivocas—soltó Ethan, llenando a Drake con esperanzas que él por un momento estuviera percatándose del error que se encontraba cometiendo—no nos hemos mandado a la mierda, te he mandado a la mierda. Sal de mi oficina por favor.— terminó de hablar Ethan.Drake no dijo ni una sola palabra. Soltando una gran cantidad de aire por su boca, negando al mismo tiempo que se sentía como un completo idiota frente
Winter se pasó la lengua por los labios de una manera completamente nerviosa, se observó fijamente las metálicas esposas que rodeaban sus pequeñas y delgadas muñecas y suspiro, tratando de contener las lágrimas que le comenzaban a picar en los ojos. Por un momento pensó que su vida finalmente estaba acabada, realmente había confiado en aquella pareja que le había atendido durante todo el tiempo que ella había estado sintiéndose mal. Realmente no podía creer la manera en la qué aquella enfermera y aquel supuesto trabajador de aduana había conseguido que su vida se fuera el carajo.Por un momento, sólo por un momento pensó que no era tan mala la idea de llamarle a Ethan. Le habían dicho que únicamente tenía derecho una llamada y aún no lo hacía porque simplemente no sabía a quién llamarle, Vania no podría ir por ella, Rexi tan poco la podría ayudar y realmente en esos momentos la única opción realmente confiable era el hombre del cual había decidido huir.Nunca había imagi
Las manos de Winter no dejaron de temblar en ningún momento, incluso después de escuchar la firme voz de Ethan que le prometía no permitir que la llevaran a algún lugar donde ella no tuviera ningún motivo por estar en aquel lugar. Cada minuto que pasaba, observando el reloj que había frente a ella se preguntaba si en realidad habría una mínima posibilidad que en verdad Ethan pudiera sacarla aunque ya estuviera prácticamente ahogándose en aquel problema. Para ella era imposible que él pudiera ir por ella cuando se encontraba en otro país, le parecía una idea completamente absurda creer que en verdad podría ir a salvarla. Había perdido toda la fe y sabía que eso había sido uno de los peores errores que pudo haber cometido en esos momentos. Un agente de la policía la miró por un momento, observando como las manos de Winter temblaban con fuerza, percatándose de la manera en la que ella trataba de encontrar una manera de ocultar sus temblorosas manos de su vista. Por un
Ethan permanecen completo silencio mientras sostenía la mano de Winter y caminaba con ella durante unos cuantos minutos en aquel pasillo completamente largo y deprimente. Incluso podía sentir la manera en que ella se encontraba temblando, había preferido no decir nada ya que no quería abrumarla sentimentalmente. Sabía que ella se encontraba terriblemente asustada y no quería exigirle el motivo por el cual ella había decidido ir a México a pesar de qué ya sabía que el motivo. Se había prometido a si mismo que no volvería a abrumarla ya que Winter desde un inicio no se merecía eso, finalmente él se había dado cuenta que ella realmente no era la clase de persona que él había pensado que era y sabía percatado de ello durante su traslado a México. Durante todo el camino su cabeza ahí está dando vueltas una y otra vez a la situación en la que se encontraba y había llegado a la conclusión que era su culpa. Era su culpa porque había hecho todo mal desde un inicio, si él hubiera decidido ace