Winter suspiró con fuerza al ver la gran tormenta de arena que se había desatado en la ciudad. Por un momento se llevó ambas manos a la cabeza y suspiró antes de soltar un pequeño sollozo.

 —Al menos lo intentamos—comentó antes de voltear a ver a Vania.—¿Te pido mucho si pido que me lleves a la empresa de Ethan?—preguntó antes de acomodarse su bolso.— tengo mucho trabajo que hacer—comentó.

—¿En verdad quieres ir a la empresa?—preguntó Roxi, tomando la frazada de ositos para terminar envolviéndola en el cuello de Winter.—úsala para cubrirte del polvo al salir.

—¿Tienes alguna clase de oficina para ti misma?—preguntó Vania.

—No, solo un escritorio.—respondió Winter antes de acomodarse un poco la frazada.  

—Es una lástima, iba a proponer una cena en tu oficina.—susurró Vania. Acercándose a ella para acomodarle la frazada de ositos que le habían enrollado en el cuello para que ella pudiera protegerse de la tormenta al salir de la estación de tren