CAPÍTULO 62: PENSANDO EN ÉLRegreso a casa sintiéndome realmente mal. No puedo creer que dudé de mi padre como una tonta. Entro arrastrando los pies con una mirada cabizbaja. —Señora Isabella, buenas noches, ¿le sirvo la cena? —me pregunta Julia.—No, no tengo hambre. ¿Sabes dónde está Rebecca?—Ella salió, pero, creo que volvió hace como quince minutos. Envío un mensaje y en cuestión de minutos, ella ya está en la sala. —Amiga, ¿qué pasó? Sonaba urgente tu mensaje.—Lo es, hoy fui con mi padre al médico par ver lo de su enfermedad, y es todo cierto. Nunca debí dudar de él.Rebecca suspira y se sienta a mi lado en el sillón.—Lamento mucho lo de tu padre. No era mi intención hacerte dudar de él. —No, no es tu culpa, él no es un santo como quiero creer a veces. ¿Sabes por qué tuve que casarme con Leonardo en primer lugar? Mi padre nos llevó a la bancarrota después de que mi madre murió. —Sí, pero él no iba a mentir con algo así, no debí sembrarte la duda.—Está bien, no es tu culp
CAPÍTULO 63: ÉL LO SABENunca había entrado tanto en pánico desde que casi me atrapan en la casa de Leonardo. Sin pensarlo mucho, recojo las sábanas sucias del cuarto de Ricardo y bajo corriendo hacia la lavandería. Echo las sábanas en la lavadora justo cuando Tamara entra. —Señora Isabella, ¿qué está haciendo? —Ah, es que… tengo que lavar esto.Ella se asoma y nota las sábanas de Ricardo. —Por favor, no le vayas a decir. Es que, por accidente derramé mi café cuando fui a su cuarto y si se entera de que me quedé ahí…—No se preocupe señora Isabella, yo las lavaré y quedarán como nuevas.—Gracias —le digo suspirando aliviada. Regreso a mi habitación para darme un baño y dejar todo eso atrás, pero antes de poder entrar vuelvo a recibir una llamada de Ricardo. —¿Aló?—Buenos días, Bella, ¿dormiste bien? —pregunta con una voz rasposa. Casi puedo imaginarme su sonrisa fanfarrona. Me parece extraño que me llame para preguntarme algo tan trivial.—Ah… sí, ¿sucede algo? —No, nada, solo
CAPÍTULO 64: NO FUE UN ACCIDENTE—¡Becca! —exclamo, agachándome a su lado.Ella está en el suelo, claramente aturdida y dolorida, pero afortunadamente parece estar bien. Cristhian se arrodilla junto a ella, su rostro lleno de preocupación.—¿Estás bien? —le pregunta con urgencia, sus manos la examinan con cuidado para asegurarse de que no haya sufrido ninguna lesión grave.Becca no responde, todavía está un poco desorientada por la caída.—¡Auch! No, mi tobillo —Su voz es débil, y puedo ver lágrimas formándose en sus ojos. Cristhian le carga en sus brazos con suavidad.—Lo siento mucho —dice, claramente afectado por lo que acaba de suceder—. No sé cómo pudo pasar esto. Vamos a llevarte al hospital ahora mismo. Me parece muy extraño esto. Mientras él la lleva a un banco para ayudarla a sentarse y llama al 911, yo observo la silla del caballo. Está cortada, esto no se desamarró por accidente. Alguien cortó deliberadamente la correa. Miro a todos lados, pero no veo nada sospechoso. Me
CAPÍTULO 65: SEGUNDA REUNIÓN Y UNA SORPRESALos miembros de la junta, incluyendo a Leonardo y Camila, se sientan en sus respectivos lugares. Él aparta la mano, tan rápido como la puso ahí. No tiene idea de lo que acaba de hacer. Mi excitaci0n solo aumenta. Cruzo mis piernas intentando concentrarme.Mientras tanto, el ambiente se siente tenso. Aunque todos parecen concentrados en los documentos frente a ellos. Me esfuerzo por mantener una expresión neutral, sabiendo que esta reunión es crucial para el futuro del proyecto y, de alguna manera, también para mi posición en la empresa.Ricardo inicia la reunión con una breve introducción, repasando los puntos más importantes del proyecto de expansión hacia Japón. Comenta los avances que logró en su viaje reciente y que si firman ahora, el proyecto podría empezar en poco menos de dos meses. A medida que habla, noto que su tono es seguro y persuasivo.Cuando termina de exponer, los miembros de la junta asienten, algunos con expresiones de apr
CAPÍTULO 66: LA GALANo puedo evitar sonreír. Eso significa que él me dará el sobre con los datos de mi hijo. Mi corazón se acelera y la esperanza vuelve a mí. —¿De verdad? —pregunto sin poder ocultar mi emoción.—Sí. Necesito que te arregles, debes verte espectacular esta noche. Tenemos una gala por parte de uno de los empresarios más importantes de la región. Es nuestra competencia, así que debes estar a la altura.—Ah… claro, por supuesto.—Te espero esta noche en el rancho. Me iré ya mismo a ver qué podemos conseguir de aquí —dice señalando el USB, ni siquiera él puede ocultar su entusiasmo. Mientras lo veo salir de la oficina, mi corazón late desbocado. La puerta se cierra detrás de él, dejándome sola con un montón de emociones difíciles de descifrar. El hecho de que pueda estar tan cerca de obtener respuestas sobre mi hijo me llena de esperanza, pero al mismo tiempo, eso significa que nuestro trato está llegando a su fin. Miro el reloj. Tengo algunas horas antes de la gala, t
CAPÍTULO 67: UNA NOCHE INTENSAEsta vez Ricardo ni siquiera se molesta en asegurarse de que no haya nadie. Me empuja con fuerza a uno de los cubículos del baño y nos encierra a los dos. Mi pecho sube y baja acelerado, le miro, pero lo desconozco, es como si no fuese él.—Ricardo, ¿qué estás…? —No dice nada. La intensidad fiera en su mirada me deja perpleja y sin palabras. Podría cortar la tensión s3xual que crece entre nosotros con un cuchillo.Sin dilatarlo más, Ricardo se lanza a mis labios, me besa con una pasión desenfrenada que no puede controlar. Me levanta en peso y hace que mis piernas rodeen su cintura mientras apega mi espalda a la pared. El espacio es reducido, pero eso no impide que sus manos recorran mi cuerpo entero. Su boca salvaje y cálida desciende por mi cuello, él baja la parte de arriba de mi vestido y libera mis pechos desnudos. Siento su er3cción presionar contra la tela de mi braga húmeda. Ricardo es brusco, tosco y salvaje. Se desabrocha apenas el pantalón y l
CAPÍTULO 68: QUE NO SE TERMINELa noche se hace eterna y corta al mismo tiempo. Ricardo parece insaciable y me lleva a pasar las mejores horas de plac3r de mi vida. Después de la tercera vez que me hace acabar mis piernas no paran de temblar como gelatina. La cama se ha empapado de mis fluidos y lo mejor de todo es que él me ha tratado diferente. Sigue siendo rudo y posesivo, pero siento en sus caricias algo nuevo y diferente. Incluso he olvidado por qué estaba molesta con él en primer lugar. Si esta es su forma de desfogar la frustración, entonces estoy dispuesta a entregarle mi cuerpo todas las noches. Cierro los ojos y sin darme cuenta me quedo dormida con la sábana cubriendo algunas partes de mi cuerpo. El agotamiento de lo que hemos hecho me deja exhausta, pero aun así, tengo un sueño muy ligero. De pronto siento que algo ha cambiado. El peso de su presencia se levanta de la cama. Abro los ojos y veo a Ricardo de espaldas a mí. Se acomoda su pantalón, pero se queda así, sin ca
CAPÍTULO 69: ME DEFIENDEAcabamos de bañarnos y salimos a su habitación. Estoy tan feliz que no quiero arruinarlo preguntando alguna tontería. Aunque todavía quiero saber cómo se enteró de mí… auto complacimiento en su cuarto.—Ricardo, yo… —comienzo a decir después de haberme puesto ropa—… necesito saber por qué me dijiste eso anoche.—¿Qué cosa, potrilla? —Cuando preguntaste por… por, ya sabes… eso —le digo sonrojada. Ni siquiera puedo decir la palabra.Él se ajusta la correa y avanza hasta mí, me toma de la cintura y sonríe con picardía.—Si no eres específica, no puedo saber de qué hablas.—¿Cómo… cómo supiste que yo… lo que yo hice…?—No sientas pudor conmigo Bella, dilo —ordena acariciando el borde de mi labio inferior.—Que me masturbé aquí —admito, pero cierro los ojos, incapaz de verlo a los ojos. Ricardo acaricia mi mejilla y me hace abrir los ojos.—¿Cuándo vas a entender que yo lo sé todo? —responde. —Por favor, dímelo.—Está bien, pero no te gustará. Hay una cámara en