Leo se encontraba sentado en la barra del bar, ya había tomado algunos tragos, por lo que ahora se sentía mas calmado. Sin embargo, su rostro seguía reflejando su enojo e indignación. Cada vez que pensaba en cómo Nicole lo había engañado, su ira se encendía de nuevo.Leo levantó la vista y llamó al barman para que le sirviera otra bebida. Mientras esperaba, se frotó las sienes con los dedos, tratando de aliviar el dolor de cabeza que había surgido. Finalmente, la bebida llegó y Leo la tomó de un solo trago, sintiendo el ardor en su garganta.Tenia ya casi una hora desde que había llegado, por lo que estaría un rato mas y se dirigiría a la casa.-Amigo, sabes que Nicole es una mentirosa compulsiva, no me sorprende que se halla inventado esa historia solo para verte. -comentaba Rick a su lado.Leo asintió, sabía que Rick tenía razón, pero todavía estaba enojado por la forma en que Nicole lo había manipulado.-No puedo creer que me haya dejado llevar por sus mentiras. -dijo el rubio- Est
Sentía que la culpa la estaba consumiendo, hoy era el día en que se encontraría con Nicole. Había simulado estar enferma, con dolor de cabeza o sin ánimos de hacer nada. De esa manera evitaba que Leo le hiciera preguntas.Mylene había estado distante de Leo en los últimos días, algo que no era común en su relación. Había evitado pasar mucho tiempo con él, limitando sus interacciones a breves conversaciones en la casa. Pasando la mayor parte del tiempo encerrada en la habitación.Sabía que estaba lastimando al rubio, pero no podía evitarlo. Tenía miedo de lo que podría pasar cuando se encontrara con Nicole, de lo que podría decir o hacer. Todo esto había afectado su relación con Leo, y lo sabía.Había estado tratando de evitar hablar con él, y se había dado cuenta de que él también estaba siendo más reservado.A pesar de que Leo no decía nada, Mylene podía sentir su preocupación en cada gesto y mirada. Había momentos en los que él parecía querer hablar, pero se contenía debido a la si
Mylene se quedó mirando fijamente a Leo, sorprendida y aliviada al mismo tiempo. Observó detenidamente su expresión facial, y notó que su ceño estaba fruncido y sus ojos estaban llenos de ira contenida. Su mandíbula estaba tensa y su postura era rígida como si estuviera a punto de explotar en cualquier momento.Mylene notó la tensión en el aire, y su corazón latía con fuerza en su pecho mientras observaba cómo Leo mantenía la mirada en Nicole. La tensión parecía durar una eternidad, hasta que finalmente Leo habló.-¿Qué demonios está pasando aquí? -dijo Leo en voz baja y firme.Nicole estaba paralizada por la vergüenza y la sorpresa. Su boca se abrió en un pequeño "o" mientras miraba a Leo fijamente, como si estuviera buscando una manera de justificar lo que acababa de suceder. Pero no había forma de explicar lo inexplicable.Por un momento, todo el mundo parecía estar en silencio, como si el tiempo se hubiera detenido. Nicole era la única que se movía, temblando y mirando a Leo como
Mylene se sorprendió al escuchar esas palabras. Las lágrimas cesaron, y su corazón latió con fuerza en su pecho. Nunca antes había escuchado esas palabras de Leo. Una oleada de emociones la invadió. Se quedó inmóvil, mirando a Leo que se acercaba a ella. El agua seguía cayendo sobre ellos, pero en ese momento parecía que nada más importaba.Leo la abrazó con fuerza, protegiéndola del frío y la lluvia. Mylene se aferró a él, sintiendo su corazón latir con fuerza en su pecho.¿Cómo podía ser posible que Leo le dijera que la amaba?¿Sería cierto o solo una respuesta impulsiva a la situación en la que se encontraban?Leo se separó un poco de ella y la miró a los ojos, con una expresión de tristeza en su rostro.-Quiero que sepas que no quiero perderte. Me arrepiento de no haber aclarado mis sentimientos antes.Mylene seguía en silencio, todavía en shock por lo que acababa de escuchar. Leo acarició su mejilla con ternura, buscando su mirada.-Te amo, Mylene.Mylene lo miró a los ojos, conf
Habían pasado dos días desde que habían decidido dar el paso y comenzar una relación, y Mylene todavía se sentía en una nube. Despertó temprano en la mañana, emocionada por el nuevo día que se avecinaba.Se levantó de la cama y se dirigió al baño para ducharse y arreglarse para el día. Mientras se vestía, su mente se llenaba de pensamientos sobre su nuevo noviazgo con Leo.Pero hoy no era solo un día normal para Mylene. Hoy era el día en que comenzaría a trabajar en la empresa de Leo.Había estado emocionada por la oportunidad de ser parte del equipo y aprender de él. Pero ahora que el día había llegado, se sentía un poco nerviosa. No quería decepcionar a Leo, y quería hacer un buen trabajo en su nuevo papel.Mientras tanto, Leo parecía un poco preocupado. A pesar de que había ofrecido a Mylene un trabajo en su empresa, en realidad no estaba muy emocionado por la idea.Leo estaba intranquilo por la posibilidad de que Mylene pudiera sentirse abrumada en su nuevo trabajo. Sabía que la e
Había iniciado el nuevo día un poco menos feliz que antes, pero esperaba que en su segundo día le fuese mejor.Se encontraba sumergida en el trabajo administrativo de la empresa, pero a pesar de su gran esfuerzo, seguía teniendo problemas para adaptarse.Pese a sus esfuerzos por ser detallista y organizada, aun cometía errores en el papeleo y en la gestión de la información en la computadora.Además, en varias ocasiones tuvo que pedir ayuda a sus compañeros de trabajo para resolver problemas de software, lo que la hacía sentir insegura y un poco avergonzada. A pesar de que algunos de sus colegas eran amables y serviciales, otros la miraban con desprecio, como si fuera una carga para el equipo.Mylene estaba empezando a dudar de su capacidad para llevar a cabo el trabajo que le habían asignado. Trató de ser cuidadosa mientras llevaba la carpeta con los documentos al supervisor, pero sus dedos temblorosos la traicionaron y la carpeta se le resbaló de las manos. Las hojas volaron por to
Leo notó la confusión en el rostro de Mylene y decidió explicarse mejor.-Mylene, he estado equivocado todo este tiempo. Te he estado tratando como si fueras un ejecutivo más, pero en realidad no debes estar en esta área. Tienes talentos y habilidades que se ajustan mejor a otro tipo de trabajo. -dijo Leo con sinceridad.Mylene lo miró con sorpresa, sin saber cómo responder.-¿A qué te refieres, Leo? ¿Qué tipo de trabajo? -preguntó ella, curiosa.Leo se tomó unos segundos para pensar antes de responder.-Bueno, Mylene, los Anderson somos los encargados de proveer la materia prima de nuestro producto. En este caso, el chocolate -explicó Leo-. Yo estuve equivocado todo este tiempo al pensar que debias estar en la parte de logistica. Realmente, tu lugar está en el área de materia prima.Mylene se quedó perpleja, sin saber qué decir.-¿En serio crees que podría ser útil en esa área? -dudó con incertidumbre.-Claro que sí, Mylene. Piénsalo. ¿No te encanta probar diferentes sabores y textur
Mylene y el chico voltearon para ver quién hablaba, encontrándose con el supervisor de Mylene, el Sr. Rodríguez. Se sintió aliviada al ver a alguien que pudiera respaldar su identidad como empleada de la compañía.-¿Qué está pasando aquí? -preguntó de nuevo el Sr. Rodríguez, mirando al chico y a Mylene alternativamente.-Esta chica estaba merodeando por los cargamentos de naranjas -dijo el chico con tono acusatorio-. La vi tomando una de ellas sin permiso.Mylene sintió un nudo en la garganta al escuchar las palabras del chico, sabiendo que no contaba toda la verdad.-No es cierto -se defendió ella-. Estaba inspeccionando el cargamento para asegurarme de que las naranjas mostraran la calidad adecuada para la elaboración de nuestro producto.-¿Inspeccionando el cargamento? -dijo el Sr. Rodríguez, frunciendo el ceño-. ¿Por qué no le pediste permiso al encargado del almacén antes de hacerlo?Mylene se sintió en un callejón sin salida, sin saber qué decir. El chico sonrió triunfante, crey