Mylene abrió los ojos lentamente y bostezó, estirando sus brazos por encima de su cabeza. Pero al hacerlo, notó que no encontró el cuerpo cálido de Leo acostado a su lado.Pensando que quizás Leo se había levantado temprano para hacer algo, se levantó de la cama y buscó en la casa, pero no encontró rastro de él.Finalmente, Mylene escuchó el sonido de la puerta principal y, al acercarse a la ventana, vio a Leo llegar todo sudado, con ropa deportiva y con una expresión seria en su rostro.Se apresuró a abrir la puerta y se quedó mirando a Leo, quien parecía estar tan sumergido en sus pensamientos, que apenas notó la presencia de Mylene.-Mylene -dijo Leo, finalmente dándose cuenta de que ella estaba allí- Lo siento, no quería despertarte. Así que no te avise que saldría a hacer ejercicio.-¿Estás bien? -preguntó Mylene, notando la preocupación en los ojos de Leo-. ¿Qué sucedió?Leo suspiró y se pasó la mano por el cabello. Notó que Mylene seguía mirándolo con preocupación y se dio cuen
Mylene estaba en la cocina, tratando de despejar su mente y decidida a no pensar en la situación con Nicole y Leo. Mientras cocinaba algo para la cena, se distrajo con el sonido del viento y el mar afuera, tratando de encontrar la paz que necesita en ese momento.Sentía la brisa del mar que entraba por las ventanas y el sonido de las olas que golpeaban la playa. Quería disfrutar de un momento de tranquilidad y olvidarse de las tensiones del día.Un mensaje en el teléfono hizo que su atención se dirigiera al aparato. Era leo, quien le decía que no tenia que preocuparse ya por Nicole, que todo había sido una mentira. Pero que llegaría a casa en unas dos horas ya que estaría con Rick.Suspiró aliviada, estaba feliz de que todo se hubiera aclarado y que Leo estaba bien. Mylene aprovechó el tiempo mientras Leo estaba fuera para prepararle una sorpresa. Recordaba que Leo siempre había hablado de lo mucho que le gustaba la comida italiana, así que decidió prepararle una cena romántica en la
Leo se encontraba sentado en la barra del bar, ya había tomado algunos tragos, por lo que ahora se sentía mas calmado. Sin embargo, su rostro seguía reflejando su enojo e indignación. Cada vez que pensaba en cómo Nicole lo había engañado, su ira se encendía de nuevo.Leo levantó la vista y llamó al barman para que le sirviera otra bebida. Mientras esperaba, se frotó las sienes con los dedos, tratando de aliviar el dolor de cabeza que había surgido. Finalmente, la bebida llegó y Leo la tomó de un solo trago, sintiendo el ardor en su garganta.Tenia ya casi una hora desde que había llegado, por lo que estaría un rato mas y se dirigiría a la casa.-Amigo, sabes que Nicole es una mentirosa compulsiva, no me sorprende que se halla inventado esa historia solo para verte. -comentaba Rick a su lado.Leo asintió, sabía que Rick tenía razón, pero todavía estaba enojado por la forma en que Nicole lo había manipulado.-No puedo creer que me haya dejado llevar por sus mentiras. -dijo el rubio- Est
Sentía que la culpa la estaba consumiendo, hoy era el día en que se encontraría con Nicole. Había simulado estar enferma, con dolor de cabeza o sin ánimos de hacer nada. De esa manera evitaba que Leo le hiciera preguntas.Mylene había estado distante de Leo en los últimos días, algo que no era común en su relación. Había evitado pasar mucho tiempo con él, limitando sus interacciones a breves conversaciones en la casa. Pasando la mayor parte del tiempo encerrada en la habitación.Sabía que estaba lastimando al rubio, pero no podía evitarlo. Tenía miedo de lo que podría pasar cuando se encontrara con Nicole, de lo que podría decir o hacer. Todo esto había afectado su relación con Leo, y lo sabía.Había estado tratando de evitar hablar con él, y se había dado cuenta de que él también estaba siendo más reservado.A pesar de que Leo no decía nada, Mylene podía sentir su preocupación en cada gesto y mirada. Había momentos en los que él parecía querer hablar, pero se contenía debido a la si
Mylene se quedó mirando fijamente a Leo, sorprendida y aliviada al mismo tiempo. Observó detenidamente su expresión facial, y notó que su ceño estaba fruncido y sus ojos estaban llenos de ira contenida. Su mandíbula estaba tensa y su postura era rígida como si estuviera a punto de explotar en cualquier momento.Mylene notó la tensión en el aire, y su corazón latía con fuerza en su pecho mientras observaba cómo Leo mantenía la mirada en Nicole. La tensión parecía durar una eternidad, hasta que finalmente Leo habló.-¿Qué demonios está pasando aquí? -dijo Leo en voz baja y firme.Nicole estaba paralizada por la vergüenza y la sorpresa. Su boca se abrió en un pequeño "o" mientras miraba a Leo fijamente, como si estuviera buscando una manera de justificar lo que acababa de suceder. Pero no había forma de explicar lo inexplicable.Por un momento, todo el mundo parecía estar en silencio, como si el tiempo se hubiera detenido. Nicole era la única que se movía, temblando y mirando a Leo como
Mylene se sorprendió al escuchar esas palabras. Las lágrimas cesaron, y su corazón latió con fuerza en su pecho. Nunca antes había escuchado esas palabras de Leo. Una oleada de emociones la invadió. Se quedó inmóvil, mirando a Leo que se acercaba a ella. El agua seguía cayendo sobre ellos, pero en ese momento parecía que nada más importaba.Leo la abrazó con fuerza, protegiéndola del frío y la lluvia. Mylene se aferró a él, sintiendo su corazón latir con fuerza en su pecho.¿Cómo podía ser posible que Leo le dijera que la amaba?¿Sería cierto o solo una respuesta impulsiva a la situación en la que se encontraban?Leo se separó un poco de ella y la miró a los ojos, con una expresión de tristeza en su rostro.-Quiero que sepas que no quiero perderte. Me arrepiento de no haber aclarado mis sentimientos antes.Mylene seguía en silencio, todavía en shock por lo que acababa de escuchar. Leo acarició su mejilla con ternura, buscando su mirada.-Te amo, Mylene.Mylene lo miró a los ojos, conf
Habían pasado dos días desde que habían decidido dar el paso y comenzar una relación, y Mylene todavía se sentía en una nube. Despertó temprano en la mañana, emocionada por el nuevo día que se avecinaba.Se levantó de la cama y se dirigió al baño para ducharse y arreglarse para el día. Mientras se vestía, su mente se llenaba de pensamientos sobre su nuevo noviazgo con Leo.Pero hoy no era solo un día normal para Mylene. Hoy era el día en que comenzaría a trabajar en la empresa de Leo.Había estado emocionada por la oportunidad de ser parte del equipo y aprender de él. Pero ahora que el día había llegado, se sentía un poco nerviosa. No quería decepcionar a Leo, y quería hacer un buen trabajo en su nuevo papel.Mientras tanto, Leo parecía un poco preocupado. A pesar de que había ofrecido a Mylene un trabajo en su empresa, en realidad no estaba muy emocionado por la idea.Leo estaba intranquilo por la posibilidad de que Mylene pudiera sentirse abrumada en su nuevo trabajo. Sabía que la e
Había iniciado el nuevo día un poco menos feliz que antes, pero esperaba que en su segundo día le fuese mejor.Se encontraba sumergida en el trabajo administrativo de la empresa, pero a pesar de su gran esfuerzo, seguía teniendo problemas para adaptarse.Pese a sus esfuerzos por ser detallista y organizada, aun cometía errores en el papeleo y en la gestión de la información en la computadora.Además, en varias ocasiones tuvo que pedir ayuda a sus compañeros de trabajo para resolver problemas de software, lo que la hacía sentir insegura y un poco avergonzada. A pesar de que algunos de sus colegas eran amables y serviciales, otros la miraban con desprecio, como si fuera una carga para el equipo.Mylene estaba empezando a dudar de su capacidad para llevar a cabo el trabajo que le habían asignado. Trató de ser cuidadosa mientras llevaba la carpeta con los documentos al supervisor, pero sus dedos temblorosos la traicionaron y la carpeta se le resbaló de las manos. Las hojas volaron por to