Mi respiración se aceleró, el corazón lo sentía a mil por hora. Jamás pensé que sospecharía tan rápido de mi estado. ¿Qué debía hacer?
-Respóndeme, ¿estás embarazada?- se recargo en el escritorio de mi papá.Me miré las manos nerviosa, si por mi hubiera sido ya no estuviera en esta habitación.-Si, estoy embarazada.- dejo escapar una sonrisa de sus labios y por poco me derrito.-Y por supuesto que ese hijo que esperas es mío, ¿no?- se estaba acercando a mi y mirándome fijamente.No se que debía hacer. Iba a responderle, pero una voz lo hizo antes que yo.-Por supuesto que no, ese hijo es mío.-miré al dueño de esa voz y le fruncí el ceño. Estaba realmente confundida, no esperaba que el dijera eso. Él solo me guiñó el ojo.La respiración de mi marido se empezó a acelerar y cerro las manos en puños.-¿Es cierto eso?-Narra Christian: Ese dia que Jess se había ido de aquella casa en la playa, me sentí como el peor hombre del mundo. Nunca quiso dejarme que le explicará y se había ido sin mas, dejándome con las palabras en la boca. Aquella mujer que ella llamaba como amiga, me había amenazado si no la dejaba, por eso había aceptado todo esto. Por eso la había cambiado y lo peor es que no podía decirle que era lo que pasaba.Había dolido como los mil demonios ver la expresión de mi esposa en ese momento que Lucia me estaba besando a la fuerza, al momento que yo iba a separarme, fue cuando ya era demasiado tarde para actuar. Lo peor era que Jessica se había ido pensando lo peor de mi persona. Con esa mujer tenía que estar en todo momento, no me dejaba ni respirar un segundo a solas, eso me agobiaba demasiado.Mi consciencia no estaría tranquila, no hasta saber
Un dolor en mi vientre se estaba apoderando de mi, no lo soportaba. Cuando mi padre me tomó en sus brazos, perdí la conciencia, lo único que logré ver, fue a un Christian preocupado.Abrí los ojos lentamente, pero enseguida la luz hizo que los volviera a cerrar. Asi me estuve durante unos minutos, tratando de procesar que era lo que pasaba. Se escuchó como una puerta se abría.-Buenos días, señorita.- una enfermera se colocó en mi campo de visión.-Hola.- logré contestar, tenía la garganta demasiado seca.-¿Cómo se encuentra?- me preguntó, mientras checaba algo en unos papeles.-Bien, creo yo.-volví a cerrar los ojos y me encogí de hombros.-Perfecto, en unos segundos vendrá el doctor para revisar que todo este bien.-asentí sin tantas ganas de hablar.No entendía bien que era lo que me había pasado, el miedo corrió por mis venas temiendo a ver perdido a mi bebé. No, no quería ni podía pensar en
-No me interesa escucharte. Me has dejado muy en claro que no puedo contar con una persona como tú.- le respondí sin interés. -Pero, es necesario. Escúchame. No quise arruinar un matrimonio.- me miraba suplicante, esperando a que yo la escuchará. Lo pensé durante unos segundos, nada perdía escuchar su versión. Si me convencía y la veía sincera, iba a escucharla. Si desde un principio la notaba nerviosa y poniendo palabras que no. Terminaría la plática. -Esta bien.- me rendí ante sus palabras y esperé de pie a que hablará. -Por donde empezar.-movió sus manos nerviosa y empezó a contar la maravillosa historia.-Mi padre me había dicho que si no conseguía novio o me casaba, iba a quitarme todos mis bienes. No iba a aparecer en su testamento si no llegaba con alguien de buen ver.- fruncí el ceño ante su declaración.-Mis padres los vieron a ustedes cuando Chris te pidió matrimonio en
Lo miraba y miraba.Simplemente no podía creer que después de tanto tiempo el estuviera enfrente mío. En ese instante me dieron ganas de abrazarlo, pero me contuve. No quería que se diera cuenta que de verdad lo extrañe. Me levante un poco rápido.-¿Qué haces aquí?- fui la primera en romper el silencio, mientras me sacudía el vestido. Sonrió de lado y se metió las manos en los bolsillos del pantalón. Mi boca estaba seca.-Esa pregunta la debería hacer yo.-rio un poco. Ni siquiera notaba que mi barriga ya estaba mas grande.-Lo sé, tu madre siempre me ha querido mucho, pero de todos modos ya me iba. Estoy cansada.- me encogí de hombros y pase por su lado. -Espera.-dijo un poco mas alto de lo normal y me tomó del brazo.-¿Que quieres ahora, Christian?-lo miré a los ojos y un escalofrío recorrió mi cuerpo.-Necesitamos habl
Muchas emociones se mezclaron en mi al ver el contenido de la revista.Estaba atónita, en grande, brillante y claramente sobresalientes; estábamosChristian y yo. Con imágenes pequeñas alrededor. Una dónde la noche de ayer, él me tomaba de la cintura, otra donde estábamos a punto de besarnos y la última, agachado hablándole a mi hijo. Hice una exclamación, sorprendida. Mientras que mi marido que estaba detrás mío, las admiraba igual que yo.Me pareció interesante seguir ojeando la revista, hasta que una imagen me impacto mas que la anterior. -¿Qué es esto?- susurre tan bajo que pudieron escucharlo. Me cubrí la boca. -¿Que cosa, Jess?- él todavía no se daba cuenta de lo que yo estaba mirando.Comencé a sentir mis mejillas hirviendo. Me puse de pie.-Esto.-respondí, estampándole la revista en la cara. Abri&
Todo a mi alrededor se paralizo al escuchar las palabras que mi casi, ex marido había dicho. No podía creer que el seguía empeñado en un matrimonio que ya no iba a funcionar.-¿Qué? ¿Escuché bien?- pregunté mirando al abogado. -No me voy a divorciar y creo que no se puede hacer nada si las dos partes no están de acuerdo.- me toque la frente cansada ya de todo esto. Un mareo repentino llego a nublar mi vista.Ya estaba sentenciando como si nada. -¿Porqué? ¿Para que quieres que sigamos casados si lo nuestro no funciona?- miré a mis padres y en mi cara no había mas frustración que en estos momentos. -No quiero alejarme de ti.- se cruzo de brazos y me penetró con la mirada. Le entregó el papel y el bolígrafo al abogado. No podía seguir aquí.-Me parece absurdo lo que estas diciendo.- exclamé.- Es ilógico que
Ese hombre hacía algunos años que no lo veía. Él era mucho mayor que yo.Tenía la misma edad que Daniel, pero sin duda seguía igual de atractivo a como lo recordaba. -Hace tanto que no se de ti y no te veía.-me miraba con sorpresa, sin poderlo creer. Camino hacia mi. -Oh Marck, que alegría.- le contesté y abracé ya cuando había llegado hasta donde yo.-¿De dónde se conocen ustedes?- una confundida Beatriz, pregunto. -Esta pequeña-revolvió mi cabello con cariño y yo solo sonreía, mirándolo.-fuimos novios en la primaria hasta lo que alcanzamos de secundaria. Siempre me gustaron sus ojos.En el se podía reflejar el mar.- todo lo que había dicho me tenia maravillada. Me miraba triste. -Nunca me lo contaste, Jess.- mi prima me miraba con cara de "me tienes que contar" -Nos volvimos a reencontrar y era algo que nunca pensé
Desperté desorientada, no sabía lo que me había pasado. No recordaba más allá de la pelea con Christian, mi mente se queda en blanco si trato de esforzarme, haciendo que me duela a horrores la cabeza y no se hable de mi barriga. Rápidamente bajé la vista, no estaba, no lo sentía, era como si jamás hubiera estado embarazada. Mis ojos se llenaron de lágrimas y empecé a gritar, no podía ser, ¿Dónde estaba? Me toqueteé, lo palpaba y no lo sentía. -Mi bebé, ¿Dónde está mi bebé? -grité desesperada, me levanté de la cama, pero hasta el caminar me dolía. Sin poder evitarlo, caí de rodillas en el frío y duro suelo, soltándome a