Scarlett no podía creer que frente a ella y tratándola como a una hija estaba ni más ni menos que el mismísimo presidente. No podía salir de su asombro ni tampoco de su vergüenza al apreciar el lujo de aquel sitio, así como también al saber que la pareja que estaba junto a ellos era tan distinguida. Eran las personas más importantes del país y ella estaba en fachas. Miraba a su esposo sin poder creer que él era el hijo del presidente. Sabía que él tenía un apellido importante, pero no imaginaba cuánto. Tampoco podía entender por qué él había ocultado todo, aún cuando lo trató como un simple vagabundo o tal vez hasta menos.Todo encajaba en su lugar y cobraba sentido, la ropa de marcas caras, el apartamento en tan buena zona de la ciudad y también el por qué sus padres encantados habían aceptado aquella boda. -¿Pudiste conocer a Vincent querida?- Aquella distinguida dama le guiñó un ojo sabiendo que tal vez sus consejos habían rendido frutos en su reconciliación-¿Tu lo sabías?- Marc
Muchas cosas habían cambiado con Scarlett y Marcus. Dónde antes había orden y limpieza, solo había caos, polvo, desorden pero los dos estaban felices con eso. -Quisiera mudarme, no puedo creer que te niegues a contratar a alguien- Se quejó viendo como su esposo tenía hasta el cabello blanco debido al polvo -Puedo hacerlo yo, ¿No ves lo lindo que me está quedando?- El miró orgulloso todo lo que había hecho y su esposa sentía ganas hasta de darle un martillazo para ver si así se le acomodaban sus sentidos-¿Lindo? ¿Dónde está lo lindo?- Aquello no se parecía a todo lo que habían planeado, no era ni remotamente parecido Marcus trabajó en construcción antes de su matrimonio, por lo que sabía que tenía un arduo trabajo por delante, pero eventualmente los resultados se verían después. -Tienes que tener paciencia. El cuarto de nuestro hijo será hermoso- El se veía convencido, mientras que ella creía que su pequeño tendría una cuna en su cuarto porque su padre solo destrozaría el lugar H
Scarlett estaba por dar a luz. Finalmente después de tantos problemas y cambios, el cuarto de su hijo había quedado precioso y terminado. Tenía tantas cosas hermosas y también almacenadas para cuando creciera que se llenaba de dicha al imaginar a su bebé en medio de todas esas bellezas. Imaginaba tener una niña a quien comprarle lindos vestidos y muñecas, pero también un niño que tuviera una vida sencilla sin la presión de la moda en él. Marcus estaba ansioso y trabajaba desde casa todo el tiempo que podía. Cada vez que él tenía importantes reuniones con alguien que lo había contratado dejaba a su esposa al cuidado de alguien. -Me tratas igual que a Rocky, no es justo- Aquel comentario le arrancó una gran risa y también se llenó de desconcierto-¿Estás comparándote con el perro?- La miró sin disimular la risa y ella le arrojó con el almohadón -A él siempre lo dejas al cuidado de alguien y a mí también. ¿Me consideras un perro?- Él volvió sobre sus pasos y se sentó junto a ella-No
Scarlett veía lo contrariado que estaba su cuñado y no sabía cómo animarlo. Varias veces le habían dicho que no tenía que dejarse guiar por los chismes, pero ya era tarde para volver atrás. Él en verdad había convertido a Ángela en una mujer pública nuevamente y eso no era para nada bueno. Aún las razones por las que lo había hecho solo se volvían peores. Ellos se habían odiado por una estupidez, algo sin importancia debido a una serie de eventos desafortunados. No hubo nada más, su orgullo había hecho lo demás. -¿Qué harás?- Vincent lo tenía claro, aunque no le satisfacía eso por completo -Ya hice lo que debía que fue disculparme cuando comprendí que me equivoqué en algunas cosas. Solo debo acabar la historia y seguir mi vida- Aunque mostraba seguridad en su lenguaje corporal sus ojos y tono de voz marcaban todo lo opuesto -¿Crees que vivirás tranquilamente después de eso? No quiero ser mala contigo ni tampoco que creas que busco desanimarte, pero en realidad no creo que evitarse
Scarlett estaba sufriendo y su esposo no sabía que hacer, mucho menos su cuñado quien parecía sufrir más que ella misma. -No soporto más, no puedo- Se quejó sintiendo la enorme necesidad de pujarLa operadora de emergencias le dió a los hermanos las instrucciones de lo que debían hacer y Vincent comenzó a correr buscando las cosas. Scarlett no quería que Marcus se alejara y su cuñado no tenía idea donde guardaban cada cosa. Cuando todo lo que necesitaban estuvo dispuesto fue que Scarlett pujó con todas sus fuerzas haciendo que la cabeza de su bebé saliera por completo. Gritó con fuerza al ser atravesada por ese dolor tan intenso que amenazaba con partir su cuerpo en dos. Vincent estaba ayudando a su cuñada a incorporarse un poco para poder pujar y cuando se inclinó y miró la cabeza de su sobrino casi se desmaya de la impresión. Marcus siguió la indicación y finalmente pudo recibir a su hijo. Haber visto sufrir a su esposa de ese modo y además tener que ayudarla no fue fácil. Él no
La madrastra de Marcus se sintió un poco incómoda. La intensa mirada de Vincent la hacía sentir nerviosa. Tampoco podía entender por qué ellos después de tantos años tenían sus reservas en cuanto a su trato. -Vincent no creo que este sea el momento para hacer algunos comentarios- Su padre intervino queriendo alivianar la tensión, pero su esposa decidió acabar con aquello de una buena vez -Vincent a ti y a Marcus los quiero como si fueran mis hijos. Jamás tuve malas intenciones con ustedes. Admito que intenté ponerles disciplina y también que quise modificar sus estilos cuando eran menores, pero en realidad lo único que deseaba era que cuando aceptaran su identidad los medios no los atacaran- Explicó con calma alternando las miradas entre sus hijastros -Nosotros creímos que éramos muy corrientes para ti y que nos odiabas- Marcus dijo directamente -Nunca hice eso. Luego comprendí sus planes y los respeto por eso. Todo fue un malentendido y somos una familia, ¿Podemos intentar que hay
Ángela solo pensaba en arrojarle con todo lo que tuviera a su alcance a Vincent. Le molestaba profundamente su actitud. Era un hombre insoportable y lo odiaba por eso, prejuicioso, irritante, malhumorado. El teléfono de Vincent comenzó a sonar dejando a Ángela con la palabra en la boca. Iba a insultarlo, decirle hasta de que iba a morirse si era preciso. -Si, llegué bien. Que lindo, ¿Él está bien?- Comenzó a responder olvidando hasta quién estaba mirándolo-Es igual a mi, lo extraño tanto. Debió llamarse como yo, en cuanto termine aquí iré y no volveré a alejarme- Vincent continuaba hablando y bromeando con Marcus Al no haber avisado que había llegado, Marcus decidió llamarlo y estaban hablando sobre el pequeño Nathaniel. Vincent tenía con que molestar a su hermano. Ser tío era estupendo, aunque fue una sorpresa que jamás esperó habiéndose casado su hermano en las condiciones que lo hizo. La llamada acabó y Ángela la había malinterpretado. Al escucharlo tan cariñoso y verlo tan so
Mauro se encontraba caminando de un lado a otro en la sala de espera del sanatorio donde su prometida había llegado realmente mal. Los minutos pasaban y nadie le informaba su estado de salud y comenzaba a impacientarse. -Familiares de la señorita Lynch- El médico finalmente llegó a brindar información-Soy su prometido, ¿Cómo está ella?- Se acercó rápidamente sintiendo aún más impaciencia y preocupación -Ella se encuentra estable, pero su embarazo corre peligro. Ella llegó justo a tiempo y pudimos detener la hemorragia- Aquello lo sintió como un balde de agua helada y el peso de la culpa se cernió sobre sus hombros -¿Puedo pasar a verla?- Preguntó sintiendo la necesidad de disculparse-No es conveniente. Ella dijo repetidamente que no quiere verlo. También me pidió que le diera esto- Entregó el anillo de compromiso y supo que todo estaba perdido Ella no podría sentir más dolor y mientras su embarazo continuara, así la posibilidad fuera mínima, se esforzaría por salir adelante sin t