Hermes salía con su esposa de a clínica de fertilización, ya sabían que la del problema era Chantal, así que habían iniciado con un nuevo tratamiento. Y las últimas pruebas que le habían hecho eran favorecedoras. Las sospechas que habían tenido, solo quedaron en eso, en sospechas.— Estoy muy feliz mi amor, dentro de poco ya estaré embarazada.Después de una falsa sospecha, ahora si estaban seguros que, tanto esfuerzo iba a dar resultados, ella ahora pensaba que sería tomada en cuanta, ya que llevaría en el vientre al próximo heredero de la familia Leonardi.— Yo también estoy feliz, así ya estaré un paso delante de Vincenzo.Casi podía brincar de la felicidad, ahora sería el más poderoso de su familia, había esperado demasiado para verse triunfador. Ese bebé era un as bajo la manga.— El abuelo Alessandro tendría que haberte puesto a ti en la presidencia o a mi suegro.— Ahora que le digamos al abuelo del bebé, lo voy a empezar a presionar, no es justo que Vincenzo sea el presidente
Cuando Chantal se había despertado esa mañana, había amanecido con muchas náuseas y mareo, espero unos momentos para estabilizarse, estaba feliz, pues eso era un indicio de que estaba embarazada, se hizo una prueba de embarazo, ya que había ido a una farmacia por varias para poder comprobarlo, y cuando obtuvo el resultado, llamó a su esposo.— Hermes, amor, tenemos que ir a la clínica, me acabo de hacer una prueba de embarazo y ha salido positiva. Esta es una gran noticia, quiero que regreses lo antes posible a casa.Debían estar plenamente seguros, desde luego que en la clínica les tenían que dar el diagnóstico en una notificación, lo que le llevarían al abuelo Alessandro. Esa noticia tenía a Hermes por las nubes, iba a ser padre mucho antes que Vincenzo. Ese era su as bajo la manga, ese era su boleto al triunfo.— Muy bien, en un momento estaré en casa, tranquilízate y prepárate, por favor.Hermes había llegado al conglomerado como lo iba haciendo esos días, mucho más que puntual, t
El abuelo estaba muy contento de saber que muy pronto iba a volver a tener entre sus brazos a uno más de sus descendientes. Por fin la familia empezaba de nuevo a crecer. Se sintió muy feliz por esa gran noticia, ese niño o niña sería uno de los herederos de la familia Leonardi.— Felicidades a los dos, qué gran noticia, siempre es emotivo recibir a un miembro más a la familia.Keelan estaba emocionado por su hermano, sabía lo buen padre que iba a ser, él que había cuidado de Kell desde que nació, como si fuera su propio hijo, ahora tenía la dicha de poder criar a su hijo. — Felicidades, tíos, me alegra mucho por ustedes. Tendré una hermanita.Desde luego que Aitana se iba a sentir mal. Pero no era culpa de su hijo si se expresaba de esa manera, él también veía a su tío Vincenzo como si fuera su padre. Ella no podía tapar el sol con un dedo, si también lo vivió así.— Felicidades. — Dijo una sorprendida Aitana.¿Cómo que está embarazada? Se preguntaba Aitana, primero su asombro por
Todos veían que al abuelo le había caído muy bien la esposa de Vincenzo, él que era un hombre muy poco impresionable, se veía encantado con Kaia y no habían dejado de hablar durante la comida.— Abuelo, me da tanto gusto que estés aquí.— Eres una niña muy hermosa, y no me refiero solo al aspecto físico, agradezco que estés al lado de mi nieto. No le temas por su carácter tan frío y desconfiado, él no era así. Era un chico muy sociable y hablaba con todo el mundo, y ese accidente lo dejó marcado para siempre.Las palabras del abuelo despertaron la curiosidad de Kaia, ahora quería saber qué había pasado en la vida de su esposo. Quería saber lo de ese accidente. Pero no quería parecer muy curiosa al preguntarle directamente al abuelo. Esperaba que algún día Vincenzo se lo contara.— Me imagino que sí, abuelo. Hay sucesos en nuestras vidas que lo dejan marcado, pero no nos deben atormentar para siempre, tenemos que saber dejarlos a un lado.— Creo que no te ha contado lo que le sucedió.
Después de haber terminado la comida, las emociones ya habían bajado un poco, por lo que los hombres se fueron a tomar una copa al despacho y las mujeres se quedaron en la sala a tomar una taza de té.Aitana no veía la hora en poderse ir a hacer esa llamada, le urgía, aunque ya no sintiera la misma emoción por la venganza, los tenía que informar. Le picaban las ansias, de tomar su teléfono y llamarlos. — Entonces es preferible que sigas tomando los suplementos, no los puedes dejar.Kaia se había sentido un poco mal con los suplementos que al comienzo le hacían mucho bien, la doctora se los tuvo que suspender y mandar a preparar otra fórmula.— No, mamá, es que mi estómago ya no los tolera, la doctora me los ha cambiado.— Recuerdo cuando a Aitana se los suspendieron también, pero mi suegro le trajo algo que él mismo preparó.— Así es suegra, mi estómago no los soportaba y el abuelo, fue el que buscó una fórmula y fue lo que me ayudó.Después de un rato de estar conversando y de ella
La llamada que Vincenzo había recibido de Alonzo, le estaba dando vueltas en la cabeza, su prima Dasha estaba tratando de confabular con Raissa, para que él cayera en una trampa. Esas mujeres no sabían con quién se estaban metiendo y a él no le importaba si era su prima, le iba a dar una lesión al igual que a Raissa.— Me imagino que piensan quedarse hoy en la mansión, todavía tenemos que servir la cena.Se habían divertido tanto, que las horas pasaron sin que se dieran cuenta, ya los padres de Kaia se retiraron de la mansión, pues tenían otro compromiso.— Desde luego que sí, madre, nos quedaremos a cenar y a dormir aquí también.Vincenzo había visto lo bien que se llevaba su esposa con el abuelo, y por lo menos tendrían un día o dos más para que conversaran un poco más. Le había hecho la propuesta para que se quedaran ese fin de semana en la mansión y ella aceptó muy gustosa.Pasaron el fin de semana en familia, y luego el lunes muy temprano en la mañana el mayordomo pasó por el abu
Ya todos se habían enterado de las buenas noticias, los dos primos estaban siendo felicitados porque muy pronto iban a ser padres. Hasta en las noticias había salido que se iban a sumar dos integrantes más a la familia Leonardi. Por esta vez parecía que Hermes estaba de acuerdo con algo, porque también le estaban dando protagonismo.— Hermano, es como si te hubieras ganado la lotería, te noto muy feliz.— Y lo estoy, por fin me están tomando en cuenta como es debido. El abuelo organizó lo de las revistas, pero lo que en realidad quiero es que me ayude a estar en un mejor puesto, no sé, a que sea vicepresidente del conglomerado.— Pero nunca ha habido un vicepresidente, en el conglomerado, Hermes, vas a meter al abuelo en dificultades.— Pues ya es tiempo de que alguien esté en ese lugar y yo me lo merezco. Deseo estar en los más grandes proyectos, ya no solo en la parte de lo que me ha tocado siempre.Dasha no quiso discutir con su hermano, el conglomerado siempre había sido manejado
Vincenzo la llevó a dar un recorrido por los demás lugares de la mansión, ya que había hecho algunos cambios y esperaba que a ella le gustaran, y no se había equivocado, estaba fascinada con una gran habitación que había convertido en una sala de cine.Luego la llevó a las otras tres habitaciones que iban a ser para los invitados, cada una era más bonita que la otra y por supuesto que Kaia ya estaba deseando poder habitar su casa. Bajaron y llegaron a la cocina, que ya estaba provista de todos los artículos necesarios.— ¿Nos podemos quedar el día de hoy?— Por supuesto, yo no me puedo quedar con las ganas de volver a estar contigo en nuestra cama nupcial.— Estaba pensando lo mismo, tenemos días que no hacemos el amor.Él se había contenido por muchos días, estaba temeroso de dañar a su esposa y a su bebé, aunque ella le aseguraba que no iba a haber ningún problema.— Quiero pasar el resto de nuestras vidas aquí haciendo momentos felices para nosotros y nuestros hijos.Él la miraba c