La felicidad brillaba en el rostro de los dos. Kaia no quería pensar que se tenían que levantar de la cama, aunque fuera para comer algo, desde ayer que no comían nada.– ¿Ya nos podemos venir a vivir acá?–Por el momento no, tenemos que cuadrar algunas cosas, no les he dicho a mis padres que dejaremos la mansión familiar.–Siempre hay una primera vez para todo, los polluelos deben dejar el nido. Por lo menos ya deberíamos tener todo acomodado y quedarnos con lo esencial.Vincenzo notaba la urgencia en su esposa, pero las cosas se habían calmado un poco en esos dos últimos días, no tenían que salir corriendo como si se les quemara algo.–Dado que somos marido y mujer, debes saber adaptarte a algunas cuestiones que pasan en el interior de la mansión.–Puedo adaptarme a cualquier cosa, solo que ya no me es posible seguir viendo a Aitana, ella no me va a dejar en paz nunca.–Pensé que las cosas se habían calmado.–Están calmadas, porque no le he vuelto a poner una mano encima, que es lo
Kaia había averiguado el día anterior quienes eran algunos de los familiares de Vincenzo, pues no se quería volver a encontrar en la situación de la compra del auto. También se enteró que uno de los primos de su esposo, que siempre estaba compitiendo con él. Tanto en los estudios como en cuestiones del amor. Eso último lo averiguó de forma confidencial. Así que estaba segura que ese había sido el que había embarazado a Raissa.–Kaia, te presento a mis tíos, Giorgia y Mauro Leonardi. Y mi primo Ángelo y su esposa Beatrice Leonardi.A Vincenzo le extrañó no ver a su otro primo. –Mucho gusto, Kaia, hasta que por fin se nos hizo conocerte.La señora Giorgia, saludo a Kaia con un beso en cada mejilla, era una mujer muy descomplicada, ni siquiera parecía la madre de esos dos. Ángelo y Dasha se comportan como si nadie los mereciera. Mientras que Beatrice, pareciera que no existiera.–El gusto es mío, señora Giorgia, señor Mauro, Ángelo y Beatrice.Todos se habían sorprendido con la elecció
Entraron al comedor con los brazos entrelazados, Dafne y Maximus no pudieron disimular una gran sonrisa, ellos pensaron que si su hijo y su esposa ya habían intimado dentro de poco les darían la noticia de que venía un bebé en camino. Sirvieron la comida y todos tomaron lo que iban a comer.–Querida Kaia, puedes comer un poco más, si puedes eso te servirá para el futuro, consume muchas vitaminas.Kaia se ruborizó, pues entendía perfectamente que era lo que quería decir su suegra y por supuesto que las demás mujeres también lo entendieron.– ¿Ya están buscando el primer bebé?A pesar de no tener todavía una certeza, el corazón de Kaia empezó a palpitar con emoción, no estaba enamorada de su esposo, pero sí le gustaba demasiado, así que la idea de tener hijos con él no le desagradaba.Vincenzo tomó la mano de Kaia y le dio un beso en el dorso, un gesto tan dulce e íntimo, no pasó desapercibido para nadie. Con eso afirmaba que ya lo estaban intentando. Nadie debía dudar a qué se refería.
Kaia dejó a Ángelo y se dirigió a la habitación, había pensado en enviarle un mensaje a Vincenzo, pues no sabía que tanto lo había demorado. Entró a la habitación y algunos de los ayudantes estaban acomodando la mesa y las sillas en el balcón.–Todavía no es hora de ingresar, señorita – Una chica muy amable se acercó para decirle eso.Estaba siguiendo las instrucciones de Vincenzo, su esposa no podía entrar hasta que terminaran de arreglar el balcón.–Solo vine a buscar a mi esposo.La curiosidad le había ganado y quiso ver que era lo que tanto tenían listo en el balcón, pero ni siquiera había dado tres pasos cuando le llamó la atención un hermoso arreglo floral.–Las flores son hermosas – Por alguna razón a Kaia se le aceleró el corazón.Ella no conocía el lado romántico de su esposo, pensaba que seguiría siendo tan frío como siempre. No se imaginaba a Vincenzo comprendo flores. Mucho menos, escogiéndolas, era un arreglo hermoso.–Las acaba de traer el joven Vincenzo.– ¿De verdad la
Los días fueron pasando y llegó el momento de que regresara el sobrino de Vincenzo a la mansión. Kell estaba regresando de unas vacaciones bastante largas. Tanto así que se había perdido la boda de su tío.Kaia se había mantenido en la mansión, ya que su esposo le había pedido que esperan a que llegara su sobrino, por lo menos su madre no iba a sentir mucho la partida de los dos.–Muy bien, lo voy a hacer porque mi suegra me ha tratado muy bien, pero no quiero que tengamos más atrasos.–No vamos a demorarnos mucho tiempo aquí, ya he hablado con mi padre y siente que en la situación en la que están las cosas, no tenemos ningún problema.Bajaron al comedor y Vincenzo parecía que la vida lo había cambiado, hasta había dejado de usar ese producto que mantenía su cabello todo liso hacia atrás.–Buenos días.–Buenos días.Todos estaban pendiente de la llegada de Kell, en cuanto Aitana escuchó que un auto se detenía afuera de la mansión, se levantó de su silla.–Mi hijo ha llegado.Aitana sa
Aitana estaba disfrutando todo en primera fila, como su sobrino se estaba revelando en contra de su tío, no le había gustado que mantuviera a Kaia en la mansión estando en edad de estudiar.–Y escuchaste a mi esposa, Enzo, solo ella puede tomar esa decisión.–Te conozco y sé que tú has podido influenciarla en que tome esa decisión.Todos en la mesa estaban en shock. Miraban entre Vincenzo y el pequeño granuja, cómo se atrevía a hablarle así a su mayor.Se notaba que Enzo estaba de parte de Kaia, aunque ella ya había dado su opinión al respecto. Ella se iba a esperar hasta no saber que estaba embarazada.–Te recuerdo que yo tengo voz propia, y nadie me va a obligar a hacer lo que yo no quiera.–Pero…–Pero nada – Exclamó Kaia por la actitud de su amigo.Después de haber dicho eso, los recién casados se miraron, ella le estaba dando su apoyo a su esposo, si ella hubiera dicho que quería estudiar, entonces después lo iban a discutir.Los demás no se iban a enterar a qué conclusiones lleg
Como parte de la bienvenida hacia los chicos, Vincenzo decidió quedarse ese día en la mansión, por lo que se encontraba en el despacho trabajando al igual que su hermano Keelan.Kaia como todos los días, para evitar cualquier enfrentamiento con Aitana, se encontraba en la biblioteca y ahí la encontró Enzo, tenía que pedirle perdón por la imprudencia en el desayuno. No había sido su intención que el desayuno fuera tan tenso.– ¿Puedo pasar? – Enzo estaba un poco tímido.Creía que su amiga no iba a querer hablar con él después de lo sucedido en el desayuno. Había sido muy insistente.–Desde luego es la biblioteca de tus abuelos.–En realidad no son mis abuelos, les llamo así porque conozco a Kell desde pequeños.–Bueno, ellos te tratan como si tú fueras su nieto, no me interesa si no los une la sangre – Enfatizó Kaia.Ella le estaba diciendo eso por si en verdad él tenía algún sentimiento hacia ella. No quería ningún malentendido desde ahora. Era una mujer casada y nunca había sentido n
Muy pronto llegó el fin de semana y estaban todos reunidos en el patio trasero, las cosas entre Vincenzo y su sobrino Enzo, estaban bien. Enzo había aceptado que no tenía cabida en el corazón de Kaia. Aunque ese sentimiento que él sentía no iba a ser fácil de borrar.–Me alegra que los chicos se lleven tan bien.El día lo habían pasado en la piscina, sacaron una pelota y jugaron hasta el atardecer, ya cansados regresaron a donde estaban los demás, la cara de Kia estaba sonrojada, a Vincenzo le encantaba verla así, lástima que no todos podían ver la hermosa belleza que tenían ante sus ojos. Esperaba que siempre lo tuviera reservado para él.–Me encanta estar de regreso en la mansión, Kaia es tan divertida – Dijo Kell, para el disgusto de su madre.–Ella siempre ha sido divertida.– Tío, Enzo y yo vamos a una reunión a casa de unos amigos, queremos que la tía Kaia vaya con nosotros – Dijo Kell nervioso esperando la respuesta de su tío.– ¿Y por qué me lo dicen a mí? Ella es la que tiene