Muy pronto llegó el fin de semana y estaban todos reunidos en el patio trasero, las cosas entre Vincenzo y su sobrino Enzo, estaban bien. Enzo había aceptado que no tenía cabida en el corazón de Kaia. Aunque ese sentimiento que él sentía no iba a ser fácil de borrar.–Me alegra que los chicos se lleven tan bien.El día lo habían pasado en la piscina, sacaron una pelota y jugaron hasta el atardecer, ya cansados regresaron a donde estaban los demás, la cara de Kia estaba sonrojada, a Vincenzo le encantaba verla así, lástima que no todos podían ver la hermosa belleza que tenían ante sus ojos. Esperaba que siempre lo tuviera reservado para él.–Me encanta estar de regreso en la mansión, Kaia es tan divertida – Dijo Kell, para el disgusto de su madre.–Ella siempre ha sido divertida.– Tío, Enzo y yo vamos a una reunión a casa de unos amigos, queremos que la tía Kaia vaya con nosotros – Dijo Kell nervioso esperando la respuesta de su tío.– ¿Y por qué me lo dicen a mí? Ella es la que tiene
Los chicos habían llegado a la casa donde se llevaba a cabo la reunión. Pero primero habían pasado por Fabrizio, era alguien que no podía faltar. A Kaia le encantaba estar con su amigo. Además, tenía mucho que contarle. Pasaron un buen rato en su mesa, hablando y divirtiéndose.–Están esas chicas de allá viendo hacia nosotros, creo que ha llegado la hora de ir a conquistar.–No se preocupen por mí, en un momento los alcanzo.Kaia se había prometido que hasta no estar bien segura de no estar embarazada, no iba a tomar nada de alcohol. Y no había tomado nada desde que llegaron.– ¿Te ofrezco algo de tomar? Veo que no estás tomando nada.Un hombre alto, con una apariencia muy sofisticada, cabello negro y su cara libre de cualquier barba o bigote, que lo hacía lucir mucho más joven que los años que ella le detectaba.–Muchas gracias, señor, pero ya tengo una bebida.Ella le enseñó el vaso al sujeto, no iba a aceptar ninguna otra bebida que no fuera la que tenía en sus manos. No había pasa
Durmieron abrazados, Vincenzo y Kaia acordaron que se debían esperar hasta no saber la noticia, él no quería dañarlos, pensaba que podría ser muy brusco y lastimarlos a los dos.Al despertar, ella fue a ver su calendario y se dio cuenta que su periodo se había retrasado y no se había dado cuenta, eso aumentaba más la posibilidad de que estuviera embarazada. No le quiso decir nada a su esposo para no crear falsas esperanzas, pero ella siempre era puntual. Pero solo estaba retrasado por un par de días.–Iremos a la clínica del conglomerado. No vamos a desayunar aquí, lo haremos cuando te tomen la muestra de sangre.Vincenzo quería invitarla a un desayuno de celebración cuando les dijeran que sí, que serían padres.–Claro que sí, no hay problema, pues me tienen que hacer las pruebas en ayunas.Ambos entraron al baño a asearse y cada uno se metió en la ducha que le correspondía, era lo bueno de tener un cuarto de baño tan grande. Kaia estaba un poco nerviosa, no sabía cómo tomar este pron
La doctora regresó y le entregó a Vincenzo una receta con las indicaciones para que se surtieran los suplementos prenatales. Unas anotaciones como prevención y la cita para la próxima consulta.–Los veré en unas tres semanas para empezar a llevar el control del embarazo.No había forma de describir sus emociones en esos momentos, era una parte de ellos que estaba empezando a crecer en el vientre de Kaia. Con el corazón latiéndole con fuerza, Kaia pensó con ardor que le iban a dar la bienvenida a un nuevo ser. A una pequeña parte de ellos dos.Vincenzo llevó su mano al vientre aún plano de su mujer, a pesar de que no había cambios externos, sabía que ahí estaba su hijo o hija. Ahora no se iba a querer separar de su esposa, debía tener mucho cuidado de que algo le pasara. Era su responsabilidad mantenerlos con bien.–Vamos, iremos a la oficina, se me ha ocurrido una idea.Estaban caminando sobre nubes de algodón, la felicidad se les notaba en sus ojos y es sus sonrisas. A pesar de que n
Subieron al ascensor y Vincenzo oprimió el último botón y sacó una llave de su bolsillo, en cuanto llegaron, ingresó la llave a una puerta que daba directo al ático. Estaba decorado con tonos claros, se veía muy sobrio, pero a la vez era muy elegante. Un lugar solo para descansar.— ¿Por qué no me habías dicho antes de este lugar? Es espectacular – Dijo Kaia en cuanto le enseñó el sitio.—No habíamos estado antes en una situación como la de ahora.Su esposa y su hijo eran ahora una prioridad absoluta, no se iba a fiar de nadie.—Pero nos hubiéramos venido cuando comenzaron los problemas con tu cuñada.—Ni siquiera eso había pasado por mi mente. No creí que Aitana siguiera molestándote.—Pues ya vez que es como si no le hubiera dolido todo lo que le hice.—Ahora menos que nunca puedes hacer algo como eso, si ella te llega a tocar, no quiero ni imaginar que le puedo llegar a hacer.—Así come me dijiste hace poco, no hay que prestarle atención, además ya no la voy a ver tan seguido.Dich
Kaia abrió los ojos, había descansado como nunca antes, miró a Vincenzo que continuaba con los ojos cerrados, pero su respiración era diferente, por lo que pensó que estaba despierto.— ¿Estás despierto, verdad?Su esposo sonrió y abrió sus maravillosos ojos, ella estaba embelesada con ese hombre, era tan perfecto.— No me quería mover para no despertarte, estabas tan profunda que hasta envidia me dio verte así.Vincenzo no había dormido nada, había pasado todo ese tiempo viéndola, sintiendo su pecho moverse al compás de su respiración. Había visto el vientre de su esposa tantas veces que se maravillaba del milagro que estaba creciendo justo ahí. Su hijo. Se sentía tan diferente ahora que sabía que iba a ser padre.— Qué exagerado eres, como si no hubiera dormido toda la noche.En realidad no había dormido toda la noche, su mente estuvo la mayoría del tiempo preguntándose si estaría embarazada o no.— Nuestro hijo va a querer dormir todo el tiempo, eso le pasa a todas las mujeres cuan
Todas las dudas se tenían que resolver, ella y su bebé eran ahora su familia a la que cuidaría por encima de todo y de todos.— ¿Puedo lavar tu cara?Ella pensó que no se iba a poder, pues no había traído los productos que usa para desmaquillarse, que si él se dedicaba a lavar esa parte de su cuerpo, iba a hacer algo peor en su rostro.— Llegando a la mansión lo hago, aquí no hay nada para que se pueda hacer una limpieza adecuada.Kaia tenía la cabeza recostada en una toalla que Vincenzo había colocado como si fuera una almohada. Tenía los ojos cerrados disfrutando como si estuviera en un spa.— Mandé a pedir todo lo que necesitaba, soy demasiado observador.Ella abrió los ojos del asombro, levantó las cejas y miró una canasta que se encontraba a un lado de la tina que ni siquiera había visto, eso debió pedirlo anticipadamente, pues no estaba segura de haber visto a alguien llevar esas cosas.— ¿De dónde salió todo eso? — Dijo impresionada.— Lo pedí cuando estábamos en el recorrido,
Raissa se sintió incómoda ante esa propuesta, si bien era cierto que ella quería recuperar a Vincenzo; pero un secuestro era un delito grave. Además, en realidad esa chica no le había hecho nada.Por otro lado, en realidad Dasha le tenía mucho miedo a su primo Vincenzo, así como él era en los negocios, también lo era en su vida personal, por lo que ella no quería causarle problemas a su padre, aunque tuviera acciones en el conglomerado. Su primo era el que llevaba todos los negocios.Por su lado, Aitana en un comienzo la idea le había parecido buena, pero pensándolo bien, eso equivalía a estar mezclada con el bajo mundo y ella era una mujer intachable.— No podemos hacer eso, no quiero estar incluida en un secuestro, hermano, eso es muy grave, podríamos pensar en buscar a una mujer que se haga pasar por amante de Vincenzo.Dasha se estaba echando para atrás, esas ya eran palabras mayores, planear lo de un secuestro, y no se quería ver envuelta en un crimen. La cuestión era alejarla, n