REGINA Mi padre y sus hombres lograron rescatarme antes de que Dante pudiera secuestrarme de nuevo. Pensar en que estuve tan cerca de que me alejaran del hombre que amo y del hombre que es el padre de mi hijo, me revuelve el estómago. Mis heridas no son nada en comparación de lo que ha sufrido él. Las manos me tiemblan y mi padre me rodea con su brazo. —Estará bien, princesa —me da un beso en la coronilla—. Esto no derriba a un Novikov. Quiero creerle, no obstante, no lo hago, porque muy en el fondo, sé que puede que no tenga razón, y eso es lo que más me altera, yo vi la herida, y el que ya estuviera respirando cuando se lo llevaron al hospital, me dio mala espina, ¿qué pasa si nunca se recupera de esto y muere? Mi corazón se acelera con esos pensamientos y me pongo de pie. —Necesito ir al baño —susurro. Mi padre asiente y ordena a dos de sus hombres a que me acompañen, no pongo objeción alguna. Entrando, noto que tengo la ropa manchada de sangre, de sangre de Ronan, ya q
REGINA Mi mundo se derrumba cuando escucho el nombre de Sakura de sus labios, el alma se me cae a los pies e incluso creo que he perdido la capacidad de hablar, mis terminaciones nerviosas me erizan la piel, cuando veo que ella se le abalanza a los brazos y a mí me hace a un lado, lo peor de todo, es que él la rodea con ambos brazos, parece confundido. Liam se me acerca y mira la escena con extrañeza, sabe tan bien como yo, que si Ronan estuviera bien, jamás haría eso. —¿Por qué? —me mira. —No sé… tal vez siga conmocionado —mi voz tiende de un hilo. —Ronan jamás haría eso, mucho menos sabiendo que estás aquí —sisea y se acerca a Sakura, él la hace a un lado de mala gana—. Ronan. Los ojos del padre de mi hijo se anclan sobre él, luego sonríe. —Liam —su voz es ronca. —Veo que sí me reconoces —asiente su amigo pensativo—. Ella es Regina. Ahora me señala y la mirada de Ronan se vuelve hacia mí, en sus ojos no noto nada, es como estar presente delante de una enorme hoja en
RONAN Una hoja en blanco, eso es lo más parecido a lo que puedo comparar con mi estado mental, hay algunas lagunas mentales dentro de mi cabeza, cosas que no recuerdo, como el hecho de que si yo era un abogado en Estados Unidos, ¿cómo es que llegué a ser el UnderBoss de la mafia rusa? Si yo abogaba con las leyes, ¿cómo es que ahora me encuentro en esta situación? Tengo demasiadas cosas que revolotean en mi cabeza, pero solo una permanece en una constante, y es; Sakura, a ella si la recuerdo, es mi amiga, ella es quien me cuenta todo, incluso lo de su hermano Dante, que ahora es miembro de la Yakuza, la mafia japonesa más peligrosa dentro de los rangos de la pirámide criminal. —¿Por qué me pasa esto? —le pregunto una vez que nos dejan a solas. Porque a mi padre se le ocurrió la grandiosa idea de que me casara con una completa desconocida, una que asegura que tiene un hijo mío, no le creo, porque incluso no recuerdo a ese bebé del que tanto habla. —Bueno, Dante, mi hermano, nos
REGINA—Me voy a casar con Sakura. Me detengo en seco al pensar en las palabras que Ronan me dijo antes de que saliera de su despacho, Sakura, la hermana de Dante, el mismo hombre que ha ocasionado que él me haya olvidado, no, estoy equivocada, porque si en algo él tiene razón, es que su amor por mí, ese que tanto decía profesar, no es fuerte, si yo lo amara, no me olvidaría de él, y ahora, ni siquiera recuerda a Emir. Las manos se me congelan mientras permanezco sentada en la cama de la habitación que me asignaron, pedí la que estaba más lejos de todas, abrazando a Emir, quien duerme sin tener conocimiento de nada de lo que está pasando, lo observo con detenimiento, su cabello rubio, su nariz respingona, y su gran parecido con Ronan. Una nueva punzada de dolor me invade y no puedo evitar sentir que me ahogo con el nudo que se forma en mi garganta, respiro con profundidad, intento ser fuerte, pero por más que trato de aparentar ser un caparazón, sus palabras me siguen apuñalando el
REGINAMiro el cielo borroso que se cierne sobre mí, no puedo respirar, esta sensación de ahogamiento hace que me recuerde que estoy sola, que recuerde que no soy más que una idiota, mis lágrimas se dispersan por el agua fría, mis pulmones se comprimen por la falta de oxígeno en mi sistema. Un hormigueo familiar me recorre cada espacio de mi piel, y si no fuera por que la imagen de Emir aparece en mi cabeza, me dejaría llevar a las profundidades del agua. «Emir»Salgo del agua tomando una larga bocanada de aire, el sol es abrasador, salgo de la piscina sintiendo que mis fuerzas merman y que todo por lo que he estado luchando, se me escapa de las manos sin que lo pueda evitar. El agua escurre por todo mi cuerpo, me levanto y siento la mirada de alguien sobre mí, cuando me doy la vuelta, me encuentro con los ojos grises y penetrantes de Ronan, al otro extremo del área, bajo la sombra de un enorme árbol. Tiene las manos metidas en sus bolsillos, recorriendo mi cuerpo a detalle, no ve
NARRADOR OMNISCIENTELa sangre le hervía a Dante, no tenía claro lo que iba a hacer, cuáles serían los pasos que estaba dispuesto a realizar antes de que fuera demasiado tarde, tenía que recuperar eso que había perdido, eso que se le había escapado de las manos, bebiendo, aun no podía creer que su hermana estuviera casada con Ronan. Aunque el estado mental en el que se encontraba debería de ser suficiente como para sentirse a salvo, debido que al hacerlo, eso solo significaba una cosa; que no recordaba a Regina Lombardi. Dándose cuenta de que por fin se había deshecho de él en un abrir y cerrar de ojos. Tal vez los planes ya no le habían funcionado como antes, pero ya era una enorme ganancia que estuvieran separados. Cuando llegara el momento, tenía planeado hacer que ella se arrepintiera de todo. Y la obligaría a estar con él. DANTE TACHIBANAJamás se había sentido tan obsesionado con una chica. Y este deseo posesivo de hacerla mía, de que se quede a mi lado, se agranda más hasta
REGINA“No te amo”“Tal vez no te amaba lo suficiente, porque te he olvidado tan fácil” “Vete, no quiero verte”“¿Por qué no te rindes ya? Ambos sabemos que nunca te podré recordar. Despierto con el corazón acelerado, mi pulso palpita en las sienes de mi cabeza, trato de respirar con profundidad al reconocer mi habitación, la cuna de Emir está al lado mío, me levanto y verifico que se encuentre bien, lo está, dormido, sin preocupaciones, me le quedo viendo, han pasado ya un par de semanas y con el paso de los días, me doy cuenta de que se parece más y más a su padre; Ronan. El hombre que renunció a él sin siquiera luchar por recordarlo, mis ojos se siguen llenando de lágrimas, ojalá pudiera regresar al pasado y nunca cruzarme en su camino aquel día en el que estaba luchando por darle los documentos que contenían aquellos contratos. No importa cuanto tiempo me lleve, tengo que olvidarme de él, así como él se olvidó de nosotros, bajo a la cocina por un vaso de agua fría. —¿Tampoco
REGINA—¿Qué haces aquí? —la pregunta brota de mis labios como cascada, en especial porque no lo veo con Ronan. Los ojos verdes de Liam observan desafiantes a Cole, quien me rodea por la cintura como una muestra clara de estar marcando su territorio. Me aparto un poco de él y me acerco a Liam para saludarlo como siempre, dejando de lado mi pregunta de por qué nos ha tomado una foto. —¿Quién es? —me susurra al oído. Me aclaro la garganta y los presento a ambos. —Liam, te presento a Cole Gallery, hijo del consigliare y un viejo amigo —me dirijo a Cole—. El es Liam Favilli. —De la Bratva —me interrumpe Cole—. ¿Qué hace un miembro de la Bratva tan lejos? —No tengo porque responderte, ni siquiera tienes un cargo tan alto como para saberlo —Liam lo ignora y se enfoca en mí—. Ese beso no pareció el de un amigo. —Es largo de contar. —Bien, tu padre… tenemos algo de que hablar —hace el amago de irse—. Nos vemos, Regi. Asiento y se marcha, me le quedo viendo, Ronan no está con él, la